¿Cuál es el problema?
Los dientes afectados por caries o enfermedades de las encías o las muelas del juicio dolorosas suelen ser retirados (extraídos) por los dentistas. La extracción de un diente es una intervención quirúrgica que deja una herida en la boca que se puede infectar. La infección puede provocar inflamación, dolor, aparición de pus, fiebre, así como "alvéolos secos" (cuando el alvéolo dental no se rellena con un coágulo de sangre, y hay un dolor intenso y mal olor).
Estas complicaciones son desagradables para los pacientes y pueden causar dificultades para masticar, hablar y lavar los dientes, e incluso pueden provocar absentismo en el trabajo o en los estudios. El tratamiento de la infección suele ser sencillo y consiste en el drenaje de la infección de la herida y la administración de antibióticos a los pacientes.
¿Por qué es importante esta pregunta?
Los antibióticos actúan eliminando las bacterias que causan las infecciones o frenando su crecimiento. Sin embargo, algunas infecciones desaparecen por sí solas. Tomar antibióticos innecesariamente puede hacer que dejen de ser eficaces en el futuro. Esta "resistencia antimicrobiana" es un problema creciente en todo el mundo.
Los antibióticos también pueden provocar efectos no deseados, como diarrea y náuseas. Algunos pacientes pueden ser alérgicos a los antibióticos, y los antibióticos pueden no mezclarse bien con otros medicamentos.
Los dentistas suelen administrar a los pacientes antibióticos en el momento de la extracción como precaución para evitar que se produzca una infección. Esto podría ser innecesario y provocar efectos no deseados.
¿Qué se quería averiguar?
Se quería saber si la administración de antibióticos como medida preventiva reduce la infección y otras complicaciones tras la extracción de un diente. También se quería saber si los antibióticos actúan de forma diferente en las personas sanas que en las que padecen enfermedades como la diabetes o el VIH.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que evaluaran la efectividad de los antibióticos en comparación con el placebo (medicamento falso), administrado cuando no había infección para prevenir la infección después de la extracción dental. Los estudios podrían incluir a personas de cualquier edad sometidas a una extracción dental.
En la medida de lo posible, se agruparon los resultados de los estudios y se analizaron conjuntamente. También se evaluó la calidad de cada estudio para determinar la fiabilidad (certeza) de la evidencia de los estudios individuales y del conjunto de evidencia.
Qué se encontró
Se encontraron 23 estudios incluidos con un total de más de 3200 participantes, que recibieron antibióticos (de diferentes tipos y dosis) o placebo inmediatamente antes o justo después de la extracción dental, o ambos.
Cuatro estudios se realizaron en España, tres en Brasil, Suecia y el Reino Unido, dos en la India y uno en Colombia, Dinamarca, Finlandia, Francia, Polonia, Nueva Zelanda, Nigeria y EE.UU. Todos los estudios, excepto uno, incluyeron pacientes sanos de entre 20 y 30 años. Veintiún estudios evaluaron la extracción de las muelas del juicio en servicios de odontología de hospitales, uno evaluó la extracción de otros dientes y otro evaluó la cirugía oral compleja. Ninguno de los estudios incluidos evaluó la extracción de dientes en la consulta dental para la eliminación de dientes cariados.
Resultados principales
Los antibióticos administrados justo antes o después de la cirugía (o ambos) pueden reducir el riesgo de infección y de alveolitis después de la extracción de las muelas del juicio por parte de los cirujanos maxilofaciales. Sin embargo, los antibióticos pueden causar más efectos no deseados (generalmente breves y leves) en estos pacientes. No se encontró evidencia de que los antibióticos prevengan el dolor, la fiebre, la inflamación ni los problemas de restricción de la apertura de la boca en los pacientes a los que se les han extraído las muelas del juicio.
No hubo evidencia para evaluar los efectos de los antibióticos preventivos en las extracciones de dientes gravemente cariados, dientes en encías enfermas o extracciones en pacientes enfermos o con baja inmunidad a la infección.
¿Qué fiabilidad tienen los resultados?
La confianza en los resultados es limitada porque existen dudas sobre aspectos relacionados con el diseño y el informe de todos los estudios incluidos.
¿Qué significa esto?
No se encontraron estudios en pacientes con sistemas inmunitarios deprimidos, otras enfermedades, o en niños pequeños o pacientes de edad avanzada, por lo tanto, los resultados de esta revisión probablemente no se apliquen a personas que puedan tener alto riesgo de infección. Además, las extracciones fueron realizadas principalmente por cirujanos maxilofaciales, por lo que la revisión puede no aplicarse a los dentistas que trabajan en consulta.
Otra preocupación, que no se puede evaluar mediante estudios clínicos (es decir, los estudios que analizan las nuevas técnicas médicos en las personas), es que el uso generalizado de antibióticos por parte de personas que no tienen una infección es probable que contribuya al desarrollo de la resistencia antimicrobiana.
Se concluyó que los antibióticos administrados a personas sanas cuando se les extrae una pieza dental podrían ayudar a prevenir la infección, pero la decisión de utilizar un antibiótico se debe considerar de forma individual en función del estado de salud del paciente y de las posibles complicaciones de contraer una infección.
¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
Esta es una revisión actualizada. La evidencia está actualizada hasta abril de 2020.
La gran mayoría (21 de 23) de los ensayos incluidos en esta revisión incluyeron sólo pacientes sanos sometidos a la extracción de terceros molares impactados, a menudo realizada por cirujanos dentales. Ninguno de los estudios evaluó la extracción de dientes en pacientes inmunocomprometidos. Se encontró evidencia de certeza baja de que los antibióticos profilácticos pueden reducir el riesgo de infección y alveolitis después de la extracción de terceros molares en comparación con el placebo, y evidencia de certeza muy baja de que no hay un aumento en el riesgo de efectos adversos. De media, el tratamiento de 19 pacientes sanos con antibióticos profilácticos podría evitar que una persona contraiga una infección. No está claro si la evidencia de esta revisión es generalizable a los pacientes con enfermedades concomitantes o a los pacientes con mayor riesgo de infección. Debido a la creciente prevalencia de bacterias resistentes al tratamiento antibiótico, los médicos deben evaluar si prescribir un tratamiento antibiótico profiláctico antes de una extracción dental para cada paciente y cuándo, en función de la situación clínica del paciente (sano o afectado por una patología sistémica) y del nivel de riesgo de complicaciones infecciosas. Los pacientes inmunocomprometidos, en particular, necesitan un enfoque individualizado en consulta con su médico especialista.
Las indicaciones más frecuentes para las extracciones dentales, generalmente realizadas por los odontólogos generales, son la caries dental y las infecciones periodontales. Se pueden recetar antibióticos sistémicos a los pacientes que se someten a extracciones para prevenir complicaciones debidas a la infección. Esta es una actualización de una revisión publicada por primera vez en 2012.
Determinar el efecto de la profilaxis antibiótica sistémica en la prevención de las complicaciones infecciosas posteriores a las extracciones dentales.
El documentalista del Grupo Cochrane de Salud Oral (Cochrane Oral Health) buscó en las siguientes bases de datos: Registro de ensayos del Grupo Cochrane de Salud oral (hasta el 16 de abril de 2020), el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials [CENTRAL]) (la Cochrane Library, 2020, número 3), MEDLINE Ovid (1946 hasta el 16 de abril de 2020), Embase Ovid (1980 hasta el 16 de abril de 2020) y LILACS (1982 hasta el 16 de abril de 2020). Se hicieron búsquedas de ensayos en curso en el National Institutes of Health Trials Registry (ClinicalTrials.gov) de los EE.UU. y en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud. No se impusieron restricciones de idioma ni de fecha de publicación en la búsqueda en las bases de datos electrónicas.
Se incluyeron ensayos aleatorizados, doble ciego, controlados con placebo de la profilaxis antibiótica sistémica en pacientes sometidos a extracción/es dental/es por cualquier indicación.
Al menos dos autores de la revisión realizaron de forma independiente la extracción de los datos y la evaluación del "riesgo de sesgo" de los estudios incluidos. Se estableció contacto con los autores de los ensayos para obtener más detalles cuando éstos no estaban claros. Para los desenlaces dicotómicos se calcularon las razones de riesgos (RR) y los intervalos de confianza (IC) del 95% mediante el uso de modelos de efectos aleatorios. Para los desenlaces continuos se utilizaron las diferencias de medias (DM) con IC del 95% mediante el uso de modelos de efectos aleatorios. Se examinaron las posibles fuentes de heterogeneidad. La certeza del conjunto de evidencia para los desenlaces clave se consideró alta, moderada, baja o muy baja, con el uso del método GRADE.
Se incluyeron 23 ensayos que asignaron al azar a aproximadamente 3206 participantes (2583 analizados) a antibióticos profilácticos o placebo. Aunque los dentistas generales realizan extracciones dentales debido a caries graves o a infecciones periodontales, sólo uno de los ensayos evaluó el papel de la profilaxis antibiótica en grupos de pacientes afectados por esas afecciones clínicas.
Dieciséis ensayos se consideraron con alto riesgo de sesgo, tres con bajo riesgo y cuatro con riesgo poco claro.
En comparación con el placebo, los antibióticos podrían reducir el riesgo de complicaciones infecciosas posquirúrgicas en pacientes sometidos a extracciones de terceros molares en aproximadamente un 66% (RR 0,34; IC del 95%: 0,19 a 0,64; 1728 participantes; 12 estudios; evidencia de certeza baja), lo que significa que 19 personas (IC del 95%: 15 a 34) necesitan ser tratadas con antibióticos para prevenir una infección después de la extracción de terceros molares impactados. Los antibióticos también podrían reducir el riesgo de alveolitis en un 34% (RR 0,66; IC del 95%: 0,45 a 0,97; 1882 participantes; 13 estudios; evidencia de certeza baja), lo que significa que 46 personas (IC del 95%: 29 a 62) necesitan tomar antibióticos para prevenir un caso de alveolitis después de la extracción de terceros molares impactados.
La evidencia para los demás desenlaces no está clara: el dolor, ya sea medido dicotómicamente como presencia o ausencia (RR 0,59; IC del 95%: 0,31 a 1,12; 675 participantes; tres estudios) o de forma continua mediante una escala visual analógica (escala de 0 a 10 centímetros, donde 0 es ningún dolor) (DM -0,26; IC del 95%: -0,59 a 0,07; 422 participantes; cuatro estudios); la fiebre (RR 0,66; IC del 95%: 0,24 a 1,79; 475 participantes; cuatro estudios); y los efectos adversos, que fueron leves y transitorios (RR 1,46; IC del 95%: 0,81 a 2,64; 1277 participantes; ocho estudios) (evidencia de certeza muy baja).
No se encontró evidencia clara de que el momento de la administración de antibióticos (preoperatorio, posoperatorio o ambos) fuera importante.
Los estudios incluidos invitaron a un subgrupo de pacientes sometidos a extracciones dentales, es decir, personas sanas que se sometieron a la extracción quirúrgica de terceros molares. Por lo tanto, los resultados de esta revisión pueden no ser generalizables a todas las personas que se someten a extracciones dentales.
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