Pregunta de la revisión
¿La educación sanitaria sobre la diabetes adecuada a los factores culturales da lugar a mejores resultados que la "atención habitual" en los pacientes de grupos étnicos minoritarios con diabetes tipo 2?
Antecedentes
En los países de ingresos medios altos y altos, los grupos étnicos minoritarios en general tienen una mayor prevalencia de diabetes mellitus tipo 2 que la población local. También tienden a provenir de grupos con un nivel socioeconómico más bajo, con las consiguientes dificultades para acceder a una atención sanitaria de buena calidad. En algunos casos, las barreras culturales y de comunicación aumentan los problemas que las comunidades étnicas minoritarias experimentan al intentar obtener acceso a educación sanitaria sobre la diabetes de buena calidad, que es vital para los que desean conocer sobre la diabetes y utilizar los servicios disponibles para ganar empoderamiento y lograr un cambio de comportamiento hacia un estilo de vida más saludable. En esta revisión, la educación sanitaria "adecuada a los factores culturales" implica cualquier tipo de educación sanitaria que se ha adaptado específicamente a las necesidades culturales de un grupo minoritario objetivo con diabetes mellitus tipo 2.
Características de los estudios
Esta revisión actualizada encontró en la bibliografía mundial 33 ensayos controlados aleatorios (ECA) de educación sanitaria sobre la diabetes adecuada a los factores culturales que cumplieron con los criterios de selección (participantes de un grupo étnico minoritario definido que residen en un país de ingresos medios altos o altos, mayores de 16 años de edad, con diabetes mellitus tipo 2, que reciben una intervención de educación sanitaria adaptada a los factores culturales). La duración mediana de la intervención fue seis meses y los estudios incluyeron 7453 participantes.
Resultados clave
La educación sanitaria adecuada a los factores culturales mejoró el control del azúcar en sangre entre los participantes, en comparación con los que recibieron atención habitual, a los tres, seis, 12 y 24 meses después de que se proporcionó la intervención. El conocimiento sobre la diabetes mejoró y los participantes lograron estilos de vida más saludables. No hubo información disponible sobre las complicaciones de la diabetes y la muerte por cualquier causa y en la mayoría de los estudios hubo una falta general de información de los efectos adversos. Se observaron efectos neutrales en la calidad de vida relacionada con la salud, los lípidos sanguíneos como el colesterol, la presión arterial y el peso. Rara vez se analizaron los costos de los programas educativos. En comparación con la primera revisión, realizada en 2008 (11 estudios), en esta revisión se identificaron muchos más estudios publicados (en total 33 estudios), lo que fortalece los hallazgos originales de que el control del azúcar en sangre y el conocimiento sobre la diabetes mejoran cuando se les proporciona educación sanitaria adecuada a los factores culturales a los pacientes de grupos étnicos minoritarios diagnosticados con diabetes. En esta actualización se muestran los efectos de esta mejoría luego de transcurrir más tiempo (hasta 24 meses después de proporcionar la educación sanitaria en algunos ensayos). Sin embargo, se necesitan ECA estandarizados de alta calidad adicionales con una duración más larga, junto con la evaluación completa de los costos.
Calidad de la evidencia
La heterogeneidad de los estudios en cuanto a las poblaciones estudiadas, el tipo y la duración de la educación sanitaria proporcionada, la variedad de medidas de resultado y las diferencias en el momento de evaluación, limita la interpretación de los resultados. Además, el riesgo de sesgo se consideró elevado para muchos resultados.
Actualidad de las pruebas
Estas pruebas están actualizadas hasta septiembre de 2013.
La educación sanitaria adecuada a los factores culturales tiene efectos a corto y medio plazo sobre el control glucémico y sobre el conocimiento de la diabetes y los estilos de vida saludables. Con esta actualización (seis años después de la primera publicación de esta revisión), se informó que un mayor número de ECA tenían calidad suficiente para la inclusión en la revisión. Ninguno de los estudios fue un ensayo a largo plazo y, por lo tanto, los resultados a largo plazo clínicamente importantes no pudieron estudiarse. Ningún estudio incluyó un análisis económico. Debido a la heterogeneidad de los estudios, fue difícil interpretar las comparaciones con confianza. Se necesitan ECA estandarizados, multicéntricos y a largo plazo para comparar diferentes tipos e intensidades de educación sanitaria adecuada a los factores culturales dentro de grupos étnicos minoritarios definidos, ya que, de mantenerse, los efectos a medio plazo podrían dar lugar a resultados de salud clínicamente importantes.
Los grupos étnicos minoritarios de los países de ingresos medios altos y altos tienden a presentar desventajas socioeconómicas y a tener una prevalencia más alta de diabetes mellitus tipo 2 que la población general.
Evaluar la efectividad de la educación sanitaria adecuada a los factores culturales para pacientes de grupos étnicos minoritarios con diabetes mellitus tipo 2.
Se realizó una búsqueda sistemática de la bibliografía en las siguientes bases de datos: The Cochrane Library, MEDLINE, EMBASE, PsycINFO, el Education Resources Information Center (ERIC) y en Google Scholar, así como en las listas de referencias de los artículos identificados. La fecha de la última búsqueda fue julio de 2013 para The Cochrane Library y septiembre de 2013 para todas las demás bases de datos. También se estableció contacto con autores que trabajan este tema y se realizaron búsquedas manuales en las revistas que se encuentran habitualmente.
Se seleccionaron los ensayos controlados aleatorios (ECA) de educación sanitaria adecuada a los factores culturales para pacientes mayores de 16 años de edad con diabetes mellitus tipo 2 de los llamados grupos étnicos minoritarios que residían en países de ingresos medios altos y altos.
Dos revisores, de forma independiente, evaluaron la calidad de los ensayos y extrajeron los datos. Cuando surgieron desacuerdos con respecto a la selección de los artículos para su inclusión, se consultó a otros dos revisores para la discusión. Se estableció contacto con los autores de los estudios para pedir información adicional cuando parecía faltar información o se necesitaba aclaración.
En esta revisión se incluyeron 33 ensayos (incluyendo 11 de la revisión original de 2008) con 7453 participantes; 28 ensayos proporcionaron datos adecuados para introducir en el metanálisis. Aunque las intervenciones proporcionadas en estos estudios fueron muy diferentes de un estudio a otro (cantidad de participantes, duración de la intervención, intervención grupal versus individual, contexto), la mayoría de los estudios se basó en modelos teóricos reconocibles, y se trató de ser inclusivo al considerar la amplia variedad disponible de educación sanitaria adecuada a los factores culturales.
El control glucémico (medido por la hemoglobina glucosilada A1c [HbA1c]) mostró mejoría después de la educación sanitaria adecuada a los factores culturales a los tres meses (diferencia de medias [DM] -0,4% [intervalo de confianza (IC) del 95%: -0,5 a -0,2]; 14 ensayos; 1442 participantes; pruebas de alta calidad) y a los seis meses (DM -0,5% [IC del 95%: -0,7 a -0,4]; 14 ensayos; 1972 participantes; pruebas de alta calidad) después de la intervención en comparación con los grupos control que recibieron "atención habitual". Este control se mantuvo en menor grado a los 12 meses (DM -0,2% [IC del 95%: -0,3 a -0,04]; nueve ensayos; 1936 participantes) y a los 24 meses (DM -0,3% [IC del 95%: -0,6 a -0,1]; cuatro ensayos; 2268 participantes; pruebas de calidad moderada) después de la intervención. Se observaron efectos neutrales sobre medidas de calidad de vida relacionada con la salud y en la mayoría de los estudios hubo una falta general de información de los eventos adversos (los otros dos resultados primarios de esta revisión). Las puntuaciones de conocimiento mejoraron en el grupo de intervención a los tres (diferencia de medias estandarizada [DME] 0,4 [IC del 95%: 0,1 a 0,6]), seis (DME 0,5 [IC del 95%: 0,3 a 0,7]) y 12 meses (DME 0,4 [IC del 95%: 0,1 a 0,6]) tras la intervención. A los tres meses se observó una reducción de los triglicéridos de 24 mg/dl (IC del 95%: -40 a -8), que no se mantuvo a los seis o 12 meses. En cualquier punto de seguimiento se informaron efectos neutrales sobre el colesterol total, el colesterol lipoproteico de baja densidad (LDL) o el colesterol lipoproteico de alta densidad (HDL). Otras medidas de resultado (presión arterial, índice de masa corporal, autoeficacia y empoderamiento) también mostraron efectos neutrales en comparación con los grupos control. Los datos sobre los resultados secundarios complicaciones diabéticas, mortalidad y economía sanitaria faltaron o no fueron suficientes.
Debido a la naturaleza de la intervención, los participantes y el personal que proporcionó la intervención rara vez se cegaron, por lo que el riesgo de sesgo de realización fue alto. Además, los participantes evaluaron las medidas subjetivas y las autoinformaron mediante cuestionarios, lo que da lugar a un alto sesgo en la evaluación subjetiva de resultado.