Desde los años sesenta en Norteamérica y Europa se han cerrado los grandes hospitales psiquiátricos y se han establecido unidades hospitalarias locales de menor tamaño. La opinión médica sobre si los pacientes con enfermedades mentales deben permanecer en el hospital durante meses y años o solamente por pocas semanas ha cambiado. El advenimiento de fármacos para los pacientes con enfermedades mentales ha ayudado a la atención en la comunidad. Por lo tanto, actualmente en los países desarrollados la estancia hospitalaria es relativamente corta y los grandes hospitales psiquiátricos o asilos casi desaparecieron. Sin embargo, existen dudas acerca de si los ingresos cortos son buenos porque el paciente no se institucionaliza, o son perjudiciales porque las causas y los síntomas de la enfermedad no se abordan completamente. Lo anterior se complica de forma adicional porque hay pacientes que tienen ingresos cortos pero frecuentes ("pacientes con ingresos hospitalarios rotativos"), a diferencia de otros que a pesar del tratamiento tienen una estancia hospitalaria prolongada ("pacientes nuevos con estancia prolongada").
La revisión tiene como objetivo determinar qué duración de la estancia hospitalaria es más útil y actualmente se basa en una búsqueda realizada en 2012. Se incluyeron seis ensayos aleatorios que compararon la estancia hospitalaria corta con la estancia prolongada o la atención estándar. No se encontraron diferencias entre los grupos en el reingreso hospitalario, el estado mental, el abandono temprano del estudio, el riesgo de muerte ni los pacientes perdidos durante el seguimiento. Hubo una diferencia significativa en el funcionamiento social a favor de la hospitalización de estancia corta. Hubo información limitada que indicó que la hospitalización de estancia corta no promueve un patrón de "ingresos hospitalarios rotativos" ni una atención inconexa o deficiente.
Lo anterior puede reconfortar a los pacientes con una enfermedad mental que ingresan al hospital con una política de estancia corta (menor de 28 días), ya que no es más probable que tengan un reingreso, abandonen el hospital de forma repentina o pierdan el contacto con los servicios después de salir del hospital, en comparación con los pacientes que reciben atención de estancias prolongadas. También tienen más probabilidades de salir del hospital en la fecha de alta planificada y posiblemente tengan mayores oportunidades de encontrar empleo. Para los psiquiatras, los elaboradores de políticas y los profesionales de la salud es importante saber que la hospitalización de estancia corta no provoca un patrón de "ingresos hospitalarios rotativos" ni una atención deficiente o fragmentada.
Sin embargo, los revisores calificaron todas las pruebas de esta revisión como de baja calidad. Es necesario realizar ensayos más grandes, bien diseñados y bien informados que se centren en resultados importantes como la mortalidad, el daño autoinfligido, el daño a otros, el empleo, el comportamiento criminal, el estado mental, la satisfacción con el tratamiento y los servicios, la falta de hogar, las relaciones sociales o familiares y los costos.
Este resumen en términos sencillos ha sido redactado por Benjamin Gray, Usuario de Servicios y Experto Usuario de Servicios, Rethink Mental Illness.
Los efectos de la atención hospitalaria y la duración de la estancia hospitalaria son importantes para las políticas de salud mental. Se encontraron pocos datos de calidad baja y muy baja de pacientes mayores de 30 años de edad. Los resultados de estos estudios indican que una política planificada de estancia corta no estimula un patrón de "ingresos hospitalarios rotativos" ni atención inconexa en pacientes con enfermedades mentales graves. Es necesario realizar ensayos más grandes, bien diseñados e informados, especialmente donde la política de estancia corta no es la atención habitual.
En las últimas tres décadas en los países de ingresos altos se ha reducido drásticamente la duración de la estancia hospitalaria de los pacientes con enfermedades mentales graves, aunque todavía hay una disparidad considerable. En los países de bajos ingresos esta variación puede ser mayor. Algunos alegan que esta reducción en la estancia hospitalaria dio lugar a "ingresos hospitalarios rotativos" y empeoró los resultados de salud mental a pesar del ahorro evidente de los costos, mientras que otros indican que las estancias más prolongadas pueden ser más perjudiciales al institucionalizar a los pacientes a la atención hospitalaria.
Evaluar el efecto de la atención hospitalaria de estancia corta / ingreso breve con respecto a la atención de los pacientes hospitalizados con estancia prolongada / estándar en pacientes con enfermedades mentales graves.
Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Esquizofrenia (Cochrane Schizophrenia Group) en julio de 2007 y se actualizó esta búsqueda en mayo de 2012.
Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorios que compararon estancias hospitalarias planificadas cortas / breves con prolongadas / estándares en pacientes con enfermedades mentales graves.
Los datos se extrajeron de forma independiente. Para los datos dicotómicos se calcularon los cocientes de riesgos (CR) y sus intervalos de confianza (IC) del 95% sobre la base de la intención de tratar, mediante un modelo de efectos fijos. Para los datos continuos, si se identificaran dichos datos, se planificó calcular las diferencias de medias (DM) con un modelo de efectos fijos. Se evaluó el riesgo de sesgo de los estudios incluidos y la calidad de las pruebas se calificó mediante GRADE.
Se incluyeron seis ensayos relevantes realizados entre 1969 y 1980. No se encontraron diferencias significativas en la mortalidad (n = 175, un ECA, CR a más largo plazo 0,42; IC: 0,10 a 1,83; pruebas de calidad muy baja). A largo plazo no hubo diferencias en la mejoría del estado mental (n = 61, un ECA, CR 3,39; IC: 0,76 a 15,02; pruebas de calidad muy baja). No hubo diferencias en el reingreso hospitalario (n = 651, cuatro ECA, CR a más largo plazo 1,26; IC: 1,00 a 1,57; pruebas de calidad baja). Los datos de abandono del estudio prematuramente a más largo plazo no mostraron diferencias (n = 229, dos ECA, CR 0,77; IC: 0,34 a 1,77; pruebas de calidad baja). Hubo una diferencia significativa a favor de la estancia corta (p = 0,01) en la cantidad de participantes con alta hospitalaria aplazada que excedió el tiempo planificado del estudio (n = 404, tres ECA, CR a más largo plazo 0,54; IC: 0,33 a 0,88; pruebas de calidad baja). No hubo diferencias en la cantidad de participantes perdidos durante el seguimiento (n = 404, tres ECA, CR a más largo plazo 1,07; IC: 0,70 a 1,62; pruebas de calidad baja). Finalmente, hubo una diferencia significativa a favor de la hospitalización de estancia corta en el funcionamiento social, incluido el desempleo, la incapacidad de atender el hogar o el estado laboral desconocido (n = 330, dos ECA, CR a más largo plazo 0,61; IC: 0,50 a 0,76; pruebas de calidad muy baja).
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