El tratamiento hormonal se puede utilizar para controlar los síntomas molestos de la menopausia, pero actualmente se recomienda que se administre la dosis efectiva más baja y que la mujer y su médico la revisen periódicamente. En las mujeres con útero intacto es deseable un tratamiento hormonal que incluya estrógenos y progestágenos para minimizar el riesgo de hiperplasia endometrial, que se puede convertir en cáncer de endometrio. Una dosis baja de estrógenos más progestágenos (un mínimo de 1 mg de acetato de noretisterona o 1,5 mg de acetato de medroxiprogesterona) tomada diariamente (de forma continua) parece ser segura para el endometrio. En el caso de las mujeres que tuvieron su último período menstrual hace menos de un año, una dosis baja de estrógenos combinada secuencialmente con diez días de progestágenos (1 mg de acetato de noretisterona) por mes parece ser segura para el endometrio.
El tratamiento hormonal para mujeres posmenopáusicas con útero intacto debe incluir estrógenos y progestágenos para reducir el riesgo de hiperplasia endometrial.
La reducción de los niveles de estrógenos circulantes en el momento de la menopausia puede inducir síntomas inaceptables que afectan la salud y el bienestar de las mujeres. El tratamiento hormonal (tanto estrógenos sin oposición como combinaciones de estrógenos y progestágenos) es un tratamiento efectivo para estos síntomas, pero se asocia con riesgo de efectos perjudiciales. Las guías recomiendan que el tratamiento hormonal se administre en la dosis efectiva más baja y se revise regularmente. El objetivo de esta revisión es identificar la/s dosis mínima/s de progestágenos que se requiere agregar al estrógeno para que la tasa de hiperplasia endometrial no aumente en comparación con placebo.
El objetivo de esta revisión es evaluar qué regímenes de tratamiento hormonal proporcionan una protección efectiva contra el desarrollo de hiperplasia endometrial o carcinoma.
Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Trastornos Menstruales y Subfertilidad (Cochrane Menstrual Disorders and Subfertility Group) (búsqueda en enero de 2012), The Cochrane Library (Número 1, 2012), MEDLINE (1966 a enero 2012), EMBASE (1980 a enero 2012), Current Contents (1993 a mayo 2008), Biological Abstracts (1969 a 2008), Social Sciences Index (1980 a mayo 2008), PsycINFO (1972 a enero 2012) y CINAHL (1982 a mayo 2008). Se intentó identificar los ensayos a partir de las listas de citas de las revisiones y los estudios recuperados, y se estableció contacto con las compañías farmacéuticas para obtener datos no publicados.
Comparaciones aleatorizadas de tratamiento con estrógenos sin oposición, tratamiento combinado continuo de estrógenos-progestágenos, tratamiento secuencial de estrógenos-progestógenos entre sí o con placebo, administrados durante un período mínimo de 12 meses. La incidencia de hiperplasia endometrial/carcinoma evaluada mediante una biopsia al final del tratamiento fue un resultado necesario. También se extrajeron los datos sobre el cumplimiento con el tratamiento, las tasas de intervenciones adicionales y los retiros debidos a eventos adversos.
En esta actualización se incluyeron 46 estudios. Se calcularon los odds ratios (OR) para los resultados dicotómicos. El pequeño número de estudios en cada comparación y la heterogeneidad clínica impidieron realizar un metanálisis para muchos resultados.
Los estrógenos sin oposición se asocian con un mayor riesgo de hiperplasia endometrial en todas las dosis, y con una duración del tratamiento de entre uno y tres años. En el caso de las mujeres con útero, el riesgo de hiperplasia endometrial con el tratamiento hormonal que comprende una baja dosis de estrógenos combinada de manera continua con un mínimo de 1 mg de acetato de noretisterona (NETA, por sus siglas en inglés) o 1,5 mg de acetato de medroxiprogesterona (MPA, por sus siglas en inglés) no difiere significativamente de placebo a los dos años (1 mg de NETA: OR 0,04; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0 a 2,8; 1,5 mg MPA: ningún evento de hiperplasia).
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