Actualmente, no hay evidencia suficiente que apoye el uso del tratamiento endovascular para la estenosis de la arteria vertebral en la práctica clínica habitual. Las arterias vertebrales suministran sangre a la parte posterior del cerebro y si se produce un estrechamiento (estenosis) de la arteria, existe el riesgo de provocar un accidente cerebrovascular. Debido a la dificultad de acceso a la arteria vertebral, el tratamiento estándar ha sido conservador en la mayoría de los centros. El estrechamiento también puede tratarse por medio de angioplastia transluminal percutánea con balón. Esto implica pasar un fino tubo (catéter) a través de la piel (percutáneamente) en el sistema arterial. El catéter sonda tiene un balón pequeño en la punta. El catéter se mueve a través del sistema arterial hasta que el balón alcanza el punto del estrechamiento arterial en la carótida del cuello. Se infla brevemente el globo que estira la arteria (angioplastia) para reducir el grado de estrechamiento. A veces, se coloca un dispositivo conocido como stent dentro de la arteria para evitar que se vuelva a estrechar después de la angioplastia. La angioplastia y la colocación de stents se denominan tratamiento endovascular. Esta revisión encontró resultados de un brazo de un ensayo que sólo incluía un número muy pequeño de pacientes. Los resultados sugieren que el tratamiento endovascular puede llevarse a cabo con un alto grado de éxito técnico en el momento del tratamiento, pero no hay evidencia suficiente para determinar si la relación riesgo-beneficio favorece la intervención endovascular frente al tratamiento conservador. Es necesario diseñar ensayos aleatorizados para determinar si el tratamiento endovascular tiene más éxito que el tratamiento conservador en la reducción del riesgo de accidente cerebrovascular o muerte a largo plazo.
En la actualidad, no hay evidencia suficiente para evaluar los efectos de la angioplastia transluminal percutánea con o sin colocación de stent o stent primario para la estenosis de la arteria vertebral.
La cirugía para la estenosis de la arteria vertebral es técnicamente difícil, potencialmente peligrosa y no se considera en la mayoría de los centros. Cada vez hay más evidencia de series de casos de que la estenosis de la arteria vertebral puede tratarse por vía endovascular mediante angioplastia transluminal percutánea y colocación de stents. Esta puede ser una alternativa factible a la cirugía para aliviar los síntomas causados por una estenosis significativa.
Evaluar la seguridad y la eficacia de la angioplastia transluminal percutánea de la arteria vertebral, con o sin colocación de stents, combinada con la atención médica, en comparación con la atención médica sola, en pacientes con estenosis de la arteria vertebral.
Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Accidentes Cerebrales Vasculares (Cochrane Stroke Group) (última búsqueda el 28 de julio de 2004), el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (The Cochrane Library Número 3, 2002), MEDLINE (1966 a julio de 2004), EMBASE (1980 a julio de 2004) y Science Citation Index (1981 a julio de 2004). Se contactó con investigadores en el campo, y con fabricantes de catéteres de balón y stents.
Ensayos aleatorizados del tratamiento endovascular de la estenosis de la arteria vertebral combinado con el mejor tratamiento médico, en comparación con el mejor tratamiento médico solo, en pacientes con estenosis de la arteria vertebral sintomática o asintomática.
Dos autores de la revisión aplicaron de forma independiente los criterios de inclusión, extrajeron los datos y evaluaron la calidad de los ensayos.
Se encontró un ensayo aleatorizado completo. En un subgrupo de este ensayo, 16 pacientes con estenosis grave sintomática de la arteria vertebral fueron asignados al azar a tratamiento endovascular (ocho pacientes) o a tratamiento médico solo (ocho pacientes). No se produjeron accidentes cerebrovasculares en ningún territorio arterial ni muertes por ninguna causa en ninguno de los dos grupos en los 30 días siguientes al tratamiento (grupo endovascular) o en los 30 días siguientes a la asignación al azar (grupo médico). En el grupo endovascular, dos pacientes tuvieron un ataque isquémico transitorio de circulación posterior en el momento del procedimiento. En el grupo endovascular, la media de estenosis de los vasos en el seguimiento fue del 47% (rango del 0% al 80%). Los pacientes tuvieron un seguimiento promedio de 4,5 años en el grupo endovascular y 4,9 años en el grupo médico. No hubo más accidentes cerebrovasculares en territorio vertebrobasilar en ninguno de los dos grupos durante el seguimiento. En este estudio, la morbilidad y la mortalidad se relacionaron con la enfermedad de las arterias carótidas y coronarias.
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