Esta revisión se refiere a la eficacia del "interrogatorio" psicológico de una sola sesión para reducir la angustia psicológica y prevenir el desarrollo del trastorno de estrés postraumático (TEPT) después de eventos traumáticos. El interrogatorio psicológico es equivalente o peor que las intervenciones control o educativas para prevenir o reducir la gravedad del TEPT, la depresión, la ansiedad y la morbilidad psicológica general. Hay alguna indicación de que puede aumentar el riesgo de TEPT y depresión. No se apoya el uso habitual de la sesión interrogativa única que se proporciona a víctimas de traumas no seleccionadas. No existe evidencia de que este procedimiento sea efectivo.
No hay evidencia de que el informe psicológico individual de una sola sesión fuera un tratamiento útil para la prevención del trastorno de estrés postraumático después de incidentes traumáticos. El interrogatorio obligatorio de las víctimas de traumas debe cesar. Una respuesta más apropiada podría consistir en un modelo de "cribado y tratamiento" (NICE 2005).
Durante aproximadamente los últimos quince años, intervenciones psicológicas tempranas, como el "interrogatorio" psicológico, se han utilizado cada vez más después de un trauma psicológico. Aunque esta intervención se ha popularizado y su uso se ha extendido a varios ámbitos, se carece de evidencia empírica de su eficacia. Esta es la tercera actualización de una revisión de una sesión única de "interrogatorio" psicológico que se realizó por primera vez en 1997.
Evaluar la eficacia de un interrogatorio psicológico breve para el tratamiento de la angustia psicológica después de un trauma y la prevención del trastorno de estrés postraumático.
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El enfoque de los ECA se centró en las personas recientemente (un mes o menos) expuestas a un evento traumático. La intervención consistió en una sesión única e implicó algún tipo de proceso/ventilación emocional, fomentando el recuerdo/revisión del evento traumático, acompañado de la normalización de la reacción emocional al evento.
Quince ensayos cumplieron los criterios de inclusión. La calidad metodológica fue variable, pero la mayoría de los ensayos tuvieron una puntuación baja. Los datos de seis ensayos no se pudieron incluir en los metanálisis. Estos ensayos se resumen en el texto.
La sesión única de interrogatorio individual no previno el inicio del trastorno de estrés postraumático (TEPT) ni redujo la angustia psicológica, en comparación con el control. Al año, un ensayo informó de un aumento significativo del riesgo de TEPT en los que recibieron el interrogatorio (OR 2,51 [C del 95%: 1,24 a 5,09]). Los que recibieron la intervención no informaron de una reducción en la gravedad del TEPT a los uno a cuatro meses (DME 0,11 [IC 95%: 0,10 a 0,32]), a los seis a 13 meses (DME 0,26 [IC 95%: 0,01 a 0,50]) ni a los tres años (DME 0,17 [IC 95%: -0,34 a 0,67]). Tampoco hubo evidencia de que el interrogatorio redujera la morbilidad psicológica general, la depresión o la ansiedad ni que fuera superior a una intervención educativa.
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