En muchas mujeres, especialmente las que presentan antecedentes desfavorables, la ingesta de magnesio está por debajo de los niveles recomendados. La administración de suplementos de magnesio durante el embarazo podría reducir la restricción del crecimiento del feto y la preeclampsia (hipertensión y proteína en la orina durante el embarazo), y aumentar el peso al nacer. Esta revisión intentó evaluar los efectos de la administración de suplementos de magnesio durante el embarazo sobre los resultados maternos, neonatales y pediátricos.
En esta revisión se incluyeron diez ensayos aleatorizados que incluyeron 9090 mujeres y sus recién nacidos. Estos ensayos fueron de calidad baja a moderada en general. No se encontraron diferencias en el riesgo de mortalidad perinatal (mortinatalidad y muerte de los recién nacidos antes del alta hospitalaria) cuando se comparó el grupo de recién nacidos de madres que recibieron magnesio durante el embarazo y el de madres que no recibieron magnesio. La administración de suplementos de magnesio no redujo el riesgo de que los recién nacidos fueran pequeños para la edad gestacional ni redujo el riesgo de preeclampsia en las madres.
No se encontró evidencia convincente de que la administración de suplementos de magnesio durante el embarazo tenga efectos beneficiosos.
No hay suficiente evidencia de alta calidad para indicar que la administración de suplementos de magnesio dietético durante el embarazo tiene efectos beneficiosos.
El magnesio es un mineral esencial necesario para la regulación de la temperatura corporal, la síntesis proteica y de ácidos nucleicos y para mantener los potenciales eléctricos de las células nerviosas y musculares. En muchas mujeres, especialmente las que presentan antecedentes desfavorables, la ingesta de magnesio es baja. La administración de suplementos de magnesio durante el embarazo podría reducir la restricción del crecimiento fetal y la preeclampsia, y aumentar el peso al nacer.
Evaluar los efectos de la administración de suplementos de magnesio durante el embarazo sobre los resultados maternos, neonatales/del lactante y pediátricos.
Se buscó en el Registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (31 de marzo de 2013).
Se incluyeron los ensayos aleatorizados y cuasialeatorizados que evaluaron los efectos de la administración de suplementos de magnesio en la dieta durante el embarazo. Los resultados primarios fueron mortalidad perinatal (que incluye mortinatalidad y muerte neonatal antes del alta hospitalaria), pequeño para la edad gestacional, mortalidad materna y preeclampsia.
Dos autores de la revisión de forma independiente evaluaron la elegibilidad de los estudios, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de los estudios incluidos.
Se incluyeron diez ensayos con 9090 mujeres y sus recién nacidos; un ensayo tuvo un diseño grupal (con asignación al azar por centro de estudio). Los diez ensayos asignaron al azar a las mujeres a un suplemento oral de magnesio o a un grupo control; en ocho ensayos se utilizó un placebo y en dos ensayos no se administró tratamiento al grupo control. En los diez ensayos incluidos, las composiciones de los suplementos de magnesio, las edades gestacionales al inicio y las dosis administradas variaron, e incluyeron: óxido de magnesio, 1000 mg diarios desde ≤ cuatro meses después de la concepción (un ensayo); citrato de magnesio, 365 mg diarios desde ≤ 18 semanas hasta la hospitalización después de las 38 semanas (un ensayo), y 340 mg diarios desde las nueve hasta la 27 semanas de gestación (un ensayo); gluconato de magnesio, 2 a 3 g desde las 28 semanas de gestación hasta el parto (un ensayo), y 4 g diarios desde las 23 semanas de gestación (un ensayo); aspartato de magnesio, 15 mmol diarios (tres ensayos, comenzando entre las seis y hasta las 21 semanas de gestación y hasta el parto, ≤ 16 semanas de gestación hasta el parto, o < 12 semanas hasta el parto), o 365 mg diarios desde las 13 hasta las 24 semanas hasta el parto (un ensayo); y estearato de magnesio, 128 mg de magnesio elemental desde las diez hasta las 35 semanas y hasta el parto (un ensayo).
En el análisis de todos los ensayos, la administración de suplementos orales de magnesio, en comparación con ningún magnesio, no se asoció con diferencias significativas en la mortalidad perinatal (mortinatalidad y muerte neonatal antes del alta) (riesgo relativo [RR] 1,10; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,72 a 1,67; cinco ensayos, 5903 recién nacidos), pequeño para la edad gestacional (RR 0,76; IC del 95%: 0,54 a 1,07; tres ensayos, 1291 recién nacidos) o preeclampsia (RR 0,87; IC del 95%: 0,58 a 1,32; tres ensayos, 1042 mujeres). Ninguno de los ensayos incluidos informó sobre la mortalidad materna.
Al considerar los resultados secundarios, aunque no se observó un aumento del riesgo de mortinatalidad, hubo un posible aumento del riesgo de muerte neonatal antes del alta hospitalaria en los lactantes de madres que habían recibido magnesio (RR 2,21; IC del 95%: 1,02 a 4,75; cuatro ensayos, 5373 recién nacidos). Un ensayo contribuyó con más del 70% de los participantes al análisis de este resultado; los autores del ensayo indicaron que el gran número de anomalías congénitas graves en el grupo que recibió suplementos (improbablemente atribuibles al magnesio) y las muertes de dos pares de gemelos (con peso al nacer < 750 g) en el grupo que recibió suplementos probablemente explicaron el aumento del riesgo de muerte observado y, por lo tanto, este resultado se debe interpretar con precaución. Además, cuando se excluyeron del metanálisis las muertes debido a anomalías congénitas graves en este ensayo, no se observó un aumento del riesgo de muerte neonatal para el grupo que recibió suplementos con magnesio. La administración de suplementos de magnesio se asoció con un número significativamente menor de recién nacidos con una puntuación de Apgar menor de 7 a los cinco minutos (RR 0,34; IC del 95%: 0,15 a 0,80; cuatro ensayos, 1083 recién nacidos), con líquido teñido de meconio (RR 0,79; IC del 95%: 0).63 a 0,99; un ensayo, 4082 recién nacidos), desaceleraciones cardíacas fetales tardías (RR 0,68; IC del 95%: 0,53 a 0,88; un ensayo, 4082 recién nacidos) y encefalopatía hipóxica-isquémica leve (RR 0,38; IC del 95%: 0,15 a 0,98; un ensayo, 4082 recién nacidos). Las pacientes que recibieron magnesio tuvieron significativamente menos probabilidades de requerir hospitalización durante el embarazo (RR 0,65; IC del 95%: 0,48 a 0,86; tres ensayos; 1158 mujeres).
De los diez ensayos incluidos en la revisión, solamente dos se consideran de alta calidad en general. Cuando el análisis se limitó a estos dos ensayos, ninguno de los resultados primarios de la revisión (mortalidad perinatal, pequeño para la edad gestacional, preeclampsia) fueron significativamente diferentes entre los grupos que recibieron suplementos con magnesio y los grupos control.
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