El cólera es una gastroenteritis aguda causada por el Vibrio cholerae. La infección causa el inicio súbito de una diarrea acuosa profusa y hasta el 40% de los pacientes muere si no se tratan. Aunque fue una causa importante de muerte en muchos países en el pasado, actualmente las epidemias son menos frecuentes, pero sigue siendo una causa importante de muerte en los países en vías de desarrollo, especialmente en África.
La vacunación contra el cólera se probó por primera vez en el siglo XIX y puede desempeñar un papel en el control de las epidemias. En las décadas de 1960 y 1970 se utilizaron vacunas de células enteras inyectadas (parenterales), pero éstas dejaron de tener éxito porque se consideró que su eficacia era baja y de corta duración, y que se asociaban con una alta tasa de efectos adversos. Esta revisión resume la evidencia de la efectividad de las vacunas inyectables contra el cólera. En otra revisión Cochrane se describen ensayos con vacunas orales contra el cólera, que se introdujeron más recientemente y se utilizan en la actualidad.
Se incluyeron 16 ensayos con más de un millón de adultos, niños y lactantes. Las vacunas inyectadas contra el cólera redujeron el riesgo de muerte por cólera y el riesgo de contraerlo a los 12 meses. La protección significativa duró dos años. Las vacunas inyectadas contra el cólera tuvieron más efectos adversos sistémicos y locales que placebo, pero esos efectos adversos se toleraron relativamente bien y no fueron graves ni potencialmente mortales.
Los autores concluyeron que las vacunas inyectables contra el cólera parecen ser relativamente seguras y más eficaces de lo que se suele creer. Sin embargo, no están disponibles actualmente y, por lo tanto, no se puede recomendar su uso. Esta revisión proporciona una sólida base de evidencia sobre los efectos de las vacunas inyectables contra el cólera, con la que se puede comparar la evidencia de los efectos de las vacunas orales.
Las vacunas inyectables contra el cólera parecen ser seguras y relativamente más eficaces de lo que se suele creer. La protección contra el cólera persiste hasta dos años después de una sola dosis de la vacuna y durante tres años con un refuerzo anual. Sin embargo, se han reemplazado por las vacunas orales.
Las vacunas inyectables contra el cólera se utilizan rara vez hoy en día, aunque pueden tener algún efecto beneficioso. Es valioso resumir la evidencia de la eficacia de las vacunas inyectables contra el cólera para compararla con la evidencia de las vacunas orales más recientes (tema de otra revisión Cochrane).
Evaluar las vacunas contra el cólera de células enteras muertas (KWC) y otras vacunas de subunidades inactivas (administradas por inyección) para prevenir el cólera y la muerte, y evaluar los efectos adversos.
En septiembre 2008, se hicieron búsquedas en el Registro Especializado del Grupo Cochrane de Enfermedades Infecciosas (Cochrane Infectious Diseases Group), CENTRAL (The Cochrane Library 2008, número 3), EMBASE y LILACS. También se buscó en las listas de referencias y se realizó una búsqueda manual en la revista Vaccine hasta 1997.
Ensayos controlados aleatorizados y cuasialeatorizados que compararan vacunas inyectables contra el cólera (KWC u otra subunidad inactiva) con placebo, vacunas control o ninguna intervención en adultos y niños, independientemente de su estado inmunitario o categoría especial de riesgo.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, extrajeron los datos y evaluaron la calidad metodológica de los ensayos. Los resultados dicotómicos se informaron mediante el riesgo relativo (RR) con intervalos de confianza (IC) del 95%. También se calculó la eficacia de las vacunas (% de eficacia de la vacuna = [1-RR] x 100%).
Dieciséis ensayos con más de un millón de adultos, niños y lactantes cumplieron los criterios de inclusión. Veinticuatro comparaciones informaron sobre la eficacia de la vacuna (casos de cólera y muertes) y 11 comparaciones consideraron los efectos adversos (nueve informaron sobre ambos). En comparación con placebo, las vacunas redujeron el riesgo de muerte por cólera (RR 0,49; IC del 95%: 0,25 a 0,93; 837 442 participantes) y redujeron el riesgo de contraer el cólera a los 12 meses (RR 0,52; IC del 95%: 0,42 a 0,65; modelo de efectos aleatorios; 1 512 573 participantes). Esto se traduce en una eficacia del 48%; intervalo de confianza del 95%: 35% al 58%. La protección significativa duró dos años, incluso después de una sola dosis y tres años con un refuerzo anual. Los niños mayores de cinco años y los adultos estuvieron protegidos hasta tres años, mientras que los niños menores de cinco años estuvieron protegidos hasta un año. Las vacunas inyectadas contra el cólera se asociaron con más efectos adversos sistémicos y locales en comparación con placebo, pero esos efectos adversos no fueron graves ni potencialmente mortales.
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