¿El apoyo e intervención de las enfermeras ayuda a las personas a dejar de fumar?

Antecedentes

La mayoría de los fumadores desean dejar el hábito y es posible ayudarlos mediante el consejo y el apoyo de los profesionales de asistencia sanitaria. Las enfermeras son el recurso humano más grande en la asistencia sanitaria y participan en prácticamente todos los niveles de la atención de la salud. El objetivo principal de esta revisión fue determinar si las intervenciones realizadas por enfermeras pueden ayudar a los fumadores adultos a dejar de fumar.

Características de los estudios

Esta revisión de ensayos clínicos abarcó 58 estudios en los que las enfermeras realizaron una intervención a los fumadores para dejar de fumar. En el análisis principal, se incluyeron más de 20 000 participantes, entre los que se encontraban adultos hospitalizados y adultos de la comunidad en general. La búsqueda más reciente se realizó en enero 2017. Todos los estudios informaron de si los participantes habían dejado de fumar a los seis meses o más.

Resultados clave

Esta revisión encontró evidencia de calidad moderada de que el asesoramiento y el apoyo de las enfermeras podrían aumentar el éxito de las personas en el abandono del hábito de fumar, ya sea en hospitales o en ámbitos comunitarios. Once estudios compararon diferentes intervenciones realizadas por enfermeras y no encontraron que el añadir más componentes cambiara el efecto.

Calidad de la evidencia

La calidad de la evidencia fue moderada, lo que significa que una mayor investigación puede cambiar la confianza en el resultado. Ello se debe a que los resultados no fueron coherentes en todos los estudios y, en algunos casos, no hubo muchos estudios que contribuyeran a las comparaciones.

Conclusiones de los autores: 

Existe evidencia de calidad moderada de que el apoyo conductual para motivar y mantener el abandono del tabaco proporcionado por las enfermeras puede dar lugar a un modesto aumento del número de personas que logran una abstinencia prolongada. No hay evidencia suficiente para evaluar si las intervenciones más intensivas, las que incorporan un seguimiento adicional o las que incorporan retroalimentación fisiopatológica son más efectivas que el apoyo puntual. No hubo evidencia de que el efecto del apoyo difiriera según el grupo de pacientes o en los distintos ámbitos de la atención sanitaria.

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Antecedentes: 

Los profesionales de la salud, incluidos los enfermeros, suelen aconsejar a las personas que mejoren su salud dejando de fumar. Dicho consejo puede ser breve o formar parte de intervenciones de mayor intensidad.

Objetivos: 

Determinar la efectividad de las intervenciones para dejar de fumar realizadas por enfermeras en adultos. Establecer si las intervenciones para dejar de fumar realizadas por enfermeras son más efectivas que ninguna intervención; son más efectivas si la intervención es más intensiva; difieren en efectividad con el estado de salud y el entorno de los participantes; son más efectivas si incluyen seguimientos; son más efectivas si incluyen ayudas que demuestran el efecto fisiopatológico del tabaquismo.

Métodos de búsqueda: 

Se buscó en el registro especializado del Grupo Cochrane de Adicción al Tabaco (Cochrane Tobacco Addiction Group) y en CINAHL en junio de 2017.

Criterios de selección: 

Ensayos aleatorizados de las intervenciones para el abandono del hábito de fumar realizadas por enfermeras o auxiliares sanitarios con un seguimiento de al menos seis meses.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión extrajeron los datos de forma independiente. La medida de resultado principal fue la abstinencia de fumar después de al menos seis meses de seguimiento. Se utilizó la definición más rigurosa de abstinencia para cada ensayo, y cuando fue posible, las tasas de validación bioquímicas. Cuando fue estadística y clínicamente apropiado, se agruparon los estudios con un modelo de efectos fijos de Mantel-Haenszel y se informó el resultado como un riesgo relativo (RR) con intervalo de confianza (IC) del 95%.

Resultados principales: 

Cincuenta y ocho estudios cumplieron los criterios de inclusión, nueve de los cuales son nuevos para esta actualización. Al agrupar 44 estudios (más de 20 000 participantes) que comparaban una intervención de enfermería con un control o con la atención habitual, se encontró que la intervención aumentaba la probabilidad de abandonar el hábito (RR 1,29; IC del 95%: 1,21 a 1,38); sin embargo, la heterogeneidad estadística fue moderada (I2 = 50%) y no se explicó por el análisis de subgrupos. Debido a esto, se consideró que la calidad de la evidencia era moderada. A pesar de que la mayoría de los estudios no tienen un riesgo claro de sesgo en al menos un dominio, no se redujo aún más la calidad de la evidencia, ya que el hecho de restringir el análisis principal sólo a los estudios con bajo riesgo de sesgo no alteró significativamente la estimación del efecto. En los análisis de subgrupos, no se encontró evidencia de que las intervenciones de alta intensidad, las intervenciones con seguimiento adicional o las intervenciones que incluyen ayudas que demuestran el efecto fisiopatológico del tabaquismo sean más efectivas que las intervenciones de menor intensidad o las intervenciones sin seguimiento o ayudas adicionales. No hubo evidencia de que el efecto del apoyo difiriera según el grupo de pacientes o en los distintos ámbitos de la atención sanitaria.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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