¿Qué son los protectores de cadera?
Las personas mayores que viven en residencias geriátricas o los adultos mayores que viven en su hogar tienen un alto riesgo de caídas, luego de las cuales puede ocurrir una fractura de cadera. Los protectores de cadera son protectores plásticos (duros) o almohadillas de espuma (blandas), que generalmente se usan dentro de bolsillos ubicados en ropa interior especialmente diseñada. Se usan para mitigar una caída hacia los lados sobre la cadera.
¿Previenen las fracturas de cadera?
Se realizó una revisión del efecto de los protectores de cadera para prevenir las fracturas de cadera. Se buscaron todos los estudios relevantes hasta diciembre 2012. Se encontraron 19 estudios con aproximadamente 17 000 personas de alrededor de 80 años de edad.
En general, hubo pruebas de calidad moderada de estos estudios para los siguientes resultados.
En las personas mayores que viven en centros de atención, la provisión de un protector de cadera
- probablemente disminuye levemente las posibilidades de una fractura de cadera
- puede aumentar levemente las pocas posibilidades de una fractura de pelvis
- probablemente presenta poco o ningún efecto sobre otras fracturas o caídas
En las personas mayores que viven en su hogar, la provisión de un protector de cadera
- probablemente tiene poco o ningún efecto sobre las fracturas de cadera
El uso de protectores de cadera da lugar a pocos efectos secundarios en las personas que los utilizan, como irritación en la piel. Sin embargo, las personas a menudo no llevaban los protectores de cadera cuando se les proporcionó. Se requiere una mejor comprensión de los factores personales y de diseño que pueden influir en la aceptación y el cumplimiento.
Los protectores de cadera probablemente reducen el riesgo de fracturas de cadera cuando se proporcionan a las personas mayores que residen en ámbitos de atención residencial, sin aumentar la frecuencia de las caídas. Sin embargo, los protectores de cadera pueden aumentar levemente el riesgo pequeño de fracturas de pelvis. La aceptación y el cumplimiento deficientes por parte de las personas mayores a las que se les ofrecieron los protectores de cadera supone una barrera a su uso. Se requiere una mejor comprensión de los factores personales y de diseño que pueden influir en la aceptación y el cumplimiento.
Las personas mayores que viven en residencias geriátricas o los adultos mayores que viven en su hogar tienen un alto riesgo de caídas, luego de las cuales puede ocurrir una fractura de cadera. Se han recomendado los protectores de cadera como una forma de reducir el riesgo de sufrir una fractura de cadera. Los protectores de cadera son protectores plásticos (duros) o almohadillas de espuma (blandas), que generalmente se usan dentro de bolsillos ubicados en ropa interior especialmente diseñada.
Ésta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 1999, y actualizada varias veces, la más reciente en 2010.
Determinar si la provisión de protectores de cadera externos (a veces denominados almohadillas para cadera o almohadillas protectoras de cadera) reduce el riesgo de fracturas de cadera en las personas mayores.
Se hicieron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Lesiones Óseas, Articulares y Musculares (Cochrane Bone, Joint and Muscle Trauma Group) (diciembre de 2012), en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL) (The Cochrane Library 2012, número 12), MEDLINE (1950 hasta semana 3 noviembre de 2012), MEDLINE In-Process (18 de diciembre de 2012), EMBASE (1988 hasta 2012, semana 50), CINAHL (1982 hasta diciembre de 2012), BioMed Central (enero de 2010), y en registros de ensayos y listas de referencias de artículos relevantes.
Todos los ensayos controlados aleatorios o cuasialeatorios que compararan un grupo de intervención al que se le proporcionaron protectores de cadera con un grupo control que no recibió protectores de cadera.
Dos revisores de forma independiente evaluaron el riesgo de sesgo y extrajeron los datos. Se solicitó información adicional a los autores de los ensayos. Los datos se agruparon mediante modelos de efectos fijos o efectos aleatorios según fuera apropiado.
Esta revisión incluye 19 estudios, nueve de los cuales fueron estudios con asignación al azar por grupos. Incluyeron a aproximadamente 17 000 personas (rango medio de edad de 78 a 86 años). La mayoría de los estudios en general tuvieron riesgo bajo de sesgo para los resultados de la fractura. Los ensayos probaron protectores de cadera duros o blandos utilizados dentro de ropa interior especial en 18 estudios.
El agrupamiento de los datos de 14 estudios (11 808 participantes) realizados en ámbitos de atención residencial halló pruebas de calidad moderada de una reducción pequeña del riesgo de fracturas de cadera (cociente de riesgos [CR] 0,82; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,67 a 1,00); el efecto absoluto es de 11 personas menos (IC del 95%: de 20 menos a 0) por cada 1000 que presentan una fractura de cadera cuando se les proporcionan protectores de cadera.
Hay pruebas de calidad moderada al agrupar los datos de cinco ensayos en la comunidad (5614 participantes) que muestran poco o ningún efecto en el riesgo de fracturas de cadera (CR 1,15; IC del 95%: 0,84 a 1,58); el efecto absoluto es dos personas más (IC del 95%: 2 menos a 6 más) por cada 1000 personas que presentan una fractura de cadera cuando se les proporcionan protectores de cadera.
Probablemente hay un efecto pequeño o ningún efecto en las caídas (cocientes de tasas 1,02; IC del 95%: 0,9 a 1,16) o en las fracturas diferentes a la de cadera o pelvis (cociente de tasas 0,87; IC del 95%: 0,71 a 1,07). Sin embargo, el cociente de riesgos para las fracturas de pelvis es de CR 1,27 (IC del 95%: 0,78 a 2,08); éste es un efecto absoluto de una persona más (IC del 95%: 1 menos a 5 más) por cada 1000 que presentan una fractura de pelvis cuando se les proporcionan protectores de cadera.
La incidencia de eventos adversos mientras se utilizan protectores de cadera, incluida la irritación de la piel, varió del 0% al 5%. El cumplimiento, en particular a largo plazo, fue deficiente.