¿Qué se estudió en esta revisión?
La fiebre tifoidea es una infección bacteriana que afecta principalmente a niños y adolescentes que residen en el sur y este de Asia, África, América Latina y el Caribe. La fiebre tifoidea se propaga a través de alimentos, bebidas o agua contaminados. Generalmente se caracteriza al inicio por fiebre, cefalea y síntomas abdominales, aunque pueden estar presentes otros síntomas no específicos. La infección también provoca a veces confusión o psicosis. En los estadios posteriores de la infección puede ocurrir perforación intestinal o hemorragia intestinal masiva. Habitualmente el tratamiento consiste en antibióticos, pero se han informado problemas con cepas farmacorresistentes. Mejorar el saneamiento y la higiene de los alimentos son medidas de control importantes. Sin embargo, estos factores están asociados con el progreso socioeconómico, cuya evolución ha sido lenta en las regiones más afectadas. Por lo tanto, la vacunación es una forma efectiva de tratar de prevenir esta enfermedad.
¿Cuáles son los principales resultados?
Se encontraron 18 ensayos relevantes que evaluaron cuatro vacunas: nueve solo informaron sobre la efectividad de la vacuna, cuatro informaron sobre la efectividad y los efectos secundarios, y cinco solo informaron sobre los efectos secundarios (no fue posible analizar un ensayo adicional sobre los eventos adversos que cumplió los criterios de inclusión porque no proporcionó información suficiente). Las dos vacunas principales actualmente autorizadas para el uso, la Ty21a y la polisacárido Vi, fueron efectivas para reducir la fiebre tifoidea en adultos y niños durante dos años en países donde la fiebre tifoidea es endémica; los eventos adversos como náuseas, vómitos y fiebre fueron raros. Se han desarrollado otras vacunas como las nuevas vacunas Vi conjugadas y modificadas, llamadas Vi-rEPA y Vi-TT. Estas se podrían administrar a los lactantes y serían útiles porque probablemente tienen un mayor riesgo de infección, aunque todavía se necesita evidencia adicional de estas vacunas.
¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
Se buscaron estudios publicados hasta 14 febrero 2018.
La vacuna Ty21a y la vacuna de polisacárido Vi autorizadas son eficaces en adultos y niños mayores de dos años en países donde la fiebre tifoidea es endémica. La vacuna Vi-rEPA es igual de eficaz, aunque solo hay datos disponibles en niños. La nueva vacuna Vi-TT (PedaTyph) requiere evaluación adicional para determinar si proporciona protección contra la fiebre tifoidea. Al momento de la redacción, solo había datos de eficacia en un contexto de provocación en humanos en adultos sobre la vacuna Vi-TT (Tybar), que justifican claramente los ensayos de campo en curso para evaluar la eficacia de la vacuna.
La fiebre tifoidea y la fiebre paratifoidea aún son causas importantes de enfermedad y mortalidad, en particular en niños y adolescentes de Asia centromeridional y sudoriental. Existen dos vacunas antitifoideas de amplia disponibilidad, la Ty21a (oral) y la polisacárido Vi (parenteral). Las vacunas antitifoideas conjugadas más nuevas están en diferentes etapas de desarrollo y de uso. La Organización Mundial de la Salud ha recomendado recientemente una vacuna conjugada Vi toxoide tetánico (Vi-TT), la Typbar-TCV, como la vacuna preferida para todas las edades.
Evaluar los efectos de las vacunas para prevenir la fiebre tifoidea.
En febrero de 2018, se hicieron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Enfermedades Infecciosas (Cochrane Infectious Diseases Group Specialized Register), CENTRAL, MEDLINE, Embase, LILACS, y en mRCT. También se buscaron las listas de referencias de todos los ensayos incluidos.
Ensayos controlados aleatorios (ECA) y cuasialeatorios que compararon vacunas contra la fiebre tifoidea con otras vacunas contra la fiebre tifoidea o con un agente inactivo (placebo o vacuna para una enfermedad diferente) en adultos y niños. Los estudios de provocación en humanos no fueron elegibles.
Dos autores de la revisión aplicaron los criterios de inclusión, extrajeron los datos de forma independiente y evaluaron la certeza de la evidencia mediante el enfoque GRADE. Se computó la eficacia de la vacuna por año de seguimiento y la eficacia acumulada a los tres años, y se estratificó según tipo y dosis de vacuna. El resultado analizado fue la fiebre tifoidea, definida como el aislamiento de Salmonella enterica serotipo Typhi en sangre. Se calcularon los cocientes de riesgos (CR) y la eficacia (1 - CR como porcentaje) con intervalos de confianza (IC) del 95%.
En total, 18 ECA contribuyeron al análisis cuantitativo en esta revisión: 13 evaluaron la eficacia (Ty21a: cinco ensayos; polisacárido Vi: seis ensayos; Vi-rEPA: un ensayo; Vi-TT: un ensayo), y nueve informaron sobre los eventos adversos. Todos los ensayos excepto uno se realizaron en países donde la fiebre tifoidea es endémica. No hubo información sobre la vacunación en adultos de más de 55 años de edad, como tampoco de las embarazadas ni los viajeros. Solo un ensayo incluyó datos sobre niños menores de dos años.
Vacuna Ty21a (vacuna oral, tres dosis)
Un régimen de tres dosis de la vacuna Ty21a probablemente previene cerca de la mitad de los casos de fiebre tifoidea durante los tres primeros años después de la vacunación (eficacia acumulada a los 2,5 a tres años: 50%; IC del 95%: 35% a 61%, cuatro ensayos, 235 239 participantes, evidencia de certeza moderada). Estos datos incluyen pacientes de tres a 44 años.
En comparación con placebo, esta vacuna probablemente no causa más vómitos, diarrea, náuseas o dolor abdominal (dos ensayos, 2066 participantes; evidencia de certeza moderada), cefalea, ni erupción cutánea (un ensayo, 1190 participantes; evidencia de certeza moderada); sin embargo, la fiebre (dos ensayos, 2066 participantes; evidencia de certeza moderada) quizás sea más frecuente después de la vacunación.
Vacuna de polisacárido Vi (inyección, una dosis)
Una dosis única de la vacuna de polisacárido Vi previene alrededor de dos tercios de los casos de fiebre tifoidea en el primer año después de la vacunación (Año 1: 69%; IC del 95%: 63% a 74%; tres ensayos, 99 979 participantes; evidencia de certeza alta). En el Año 2, los resultados del ensayo fueron más variables y la vacuna previno entre el 45% y el 69% de los casos de fiebre tifoidea (Año 2: 59%; IC del 95%: 45% a 69%; cuatro ensayos, 194 969 participantes; evidencia de certeza moderada). Estos datos incluyeron a participantes de dos a 55 años de edad. La eficacia acumulada de la vacuna a los tres años puede ser de cerca del 55% (IC del 95%: 30% a 70%; 11 384 participantes, un ensayo; evidencia de certeza baja). Estos datos se derivaron de un ensayo único realizado en Sudáfrica durante los años ochenta en participantes de cinco a 15 años de edad.
En comparación con placebo, esta vacuna probablemente no aumentó la incidencia de fiebre (tres ensayos, 132 261 participantes; evidencia de certeza moderada) ni eritema (tres ensayos, 132 261 participantes; evidencia de certeza baja); sin embargo, el edema (tres ensayos, 1767 participantes; evidencia de calidad moderada) y el dolor en el sitio de inyección (un ensayo, 667 participantes; evidencia de calidad moderada) fueron más frecuentes en el grupo de la vacuna.
Vacuna Vi-rEPA (dos dosis)
La administración de dos dosis de la vacuna Vi-rEPA previene entre el 50% y el 96% de los casos de fiebre tifoidea durante los dos primeros años después de la vacunación (Año 1: 94%; IC del 95%: 75% a 99%; Año 2: 87%; IC del 95%: 56% a 96%; un ensayo, 12 008 participantes; evidencia de certeza moderada). Estos datos se obtuvieron de un único ensayo con niños de dos a cinco años de edad que se realizó en Vietnam.
En comparación con placebo, tanto la primera como la segunda dosis de esta vacuna aumentaron el riesgo de fiebre (un ensayo, 12 008 y 11 091 participantes, evidencia de certeza baja) y la segunda dosis aumentó la incidencia de edema en el sitio de inyección (un ensayo, 11 091 participantes, evidencia de certeza moderada).
Vacuna Vi-rEPA (dos dosis)
No hay seguridad con respecto a la eficacia de la administración de dos dosis de Vi-TT (PedaTyph) en los casos de fiebre tifoidea en niños durante el primer año después de la vacunación (Año 1: 94%; IC del 95%: −1% a 100%, un ensayo, 1625 participantes; evidencia de certeza muy baja). Estos datos provienen de un ensayo aleatorio grupal único en niños de seis meses a 12 años de edad y realizado en la India. Para la dosis única de Vi-TT (Typbar-TCV) no se encontraron ensayos de eficacia que evaluaran la vacuna con la exposición natural.
En los ECA de cualquiera de las vacunas estudiadas no se informaron efectos adversos graves.
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