Pregunta de la revisión
¿Hasta qué punto son eficaces o beneficiosas los materiales de ayuda para la toma de decisiones para adultos en relación con el tratamiento médico o las pruebas de detección?
Mensajes clave
- Los materiales de ayuda para la toma de decisiones de los pacientes son folletos o vídeos que se utilizan de forma presencial o virtual. Identifican claramente la decisión sanitaria que debe tomarse, proporcionan información sobre las opciones (efectos beneficiosos y perjudiciales) y ayudan a las personas a aclarar qué es lo más importante para ellas. Están diseñadas para mejorar y complementar la consulta con el médico, no para sustituirla.
- Más de 200 estudios mostraron que los materiales de ayuda para la toma de decisiones de los pacientes ayudaron a los adultos a implicarse más en la toma de decisiones sanitarias, mejorando sus conocimientos y expectativas sobre efectos beneficiosos y perjudiciales, y favoreciendo una elección que reflejara lo que era más importante para ellos.
- No hubo efectos no deseados en los adultos que utilizaron una ayuda para la toma de decisiones del paciente.
¿Qué son los materiales de ayuda para la toma de decisiones del paciente?
Los materiales de ayuda para la toma de decisiones del paciente pueden orientar a las personas a la hora de tomar una decisión cuando hay más de una opción, incluida la opción de continuar como se está (no hacer cambios). Consisten en folletos, vídeos o recursos en internet que plantean la decisión, describen las opciones y ayudan a la gente a pensar qué aspectos de las opciones son más importantes para ellos (qué características importan más). La atención habitual se definió como información general, evaluación de riesgos, resúmenes de guías de práctica clínica para usuarios sanitarios, intervención placebo (p. ej., información sobre otro tema) o ninguna intervención.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quiso saber si los materiales de ayuda para la toma de decisiones del paciente que se enfrentan a decisiones sobre tratamientos o pruebas de detección son mejores que la atención habitual para elegir una opción que refleje lo que es más importante para ellos. También se quiso averiguar si estos materiales se asociaban con algún efecto no deseado.
¿Qué se hizo?
Se actualizó una revisión Cochrane anterior que se publicó por primera vez en 2003 y luego se actualizó en 2017. La búsqueda incluyó estudios que compararan una ayuda para la toma de decisiones del paciente con la atención habitual en adultos que debían tomar decisiones sobre su propia salud o la de un familiar. La atención habitual puede haber consistido en información general al paciente o nada en absoluto. Se compararon y resumieron los resultados de los estudios y se calificó la certeza de la evidencia.
¿Qué se encontró?
Se hallaron 209 estudios con 107 698 adultos. Los materiales de ayuda para la toma de decisiones se centraron en 71 decisiones diferentes. Las decisiones más habituales fueron sobre cirugía, pruebas de detección (por ejemplo, cribado de cáncer de próstata, de cáncer de colon, reconocimiento prenatal), pruebas genéticas y tratamientos con medicamentos a largo plazo (por ejemplo, inyecciones de insulina para la diabetes o estatinas para el colesterol alto).
Existe una seguridad moderada de que los adultos a los que se les proporcionó la ayuda para la toma de decisiones fueron más propensos a elegir una opción alineada con los aspectos más importantes para ellos. La confianza en la evidencia es solo moderada porque los estudios que proporcionaron resultados para esta revisión representan solo un pequeño conjunto de los estudios que evalúan los materiales de ayuda para la toma de decisiones del paciente. Se tiene certeza de que, cuando los adultos utilizaron estos materiales, aumentaron considerablemente su conocimiento, sus expectativas sobre los efectos beneficiosos y perjudiciales y su participación en la toma de decisiones. También existe certeza de que estas personas se sentían mejor informadas y tenían más claro qué era aquello que más les importaba. Se sabe con seguridad que los materiales de ayuda para la toma de decisiones del paciente no causaron ningún efecto no deseado, como arrepentirse de la decisión tomada.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Los futuros estudios podrían reforzar la confianza en la evidencia para escoger opciones alineadas con aquellos aspectos más importantes para las personas.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
Esta revisión actualiza la anterior publicada en 2017. La evidencia está actualizada hasta marzo de 2022.
En comparación con la atención habitual, en una amplia variedad de decisiones, es probable que estos materiales ayudaran a más adultos a tomar decisiones informadas y coherentes con sus valores. Se tradujeron en un gran aumento de los conocimientos, percepciones exactas de los riesgos y un papel activo en la toma de decisiones. La revisión actualizada también observó que los materiales de ayuda para la toma de decisiones de los pacientes aumentaron la sensación de estar informados y tener claros los valores personales. No hubo diferencias en el arrepentimiento por la decisión entre las personas que utilizaron ayudas para la toma de decisiones y las que recibieron la atención habitual. Se necesitan más estudios para evaluar la repercusión de los materiales de ayuda para la toma de decisiones de los pacientes sobre la adherencia y los efectos derivados sobre el coste y el uso de recursos.
Las ayudas para la toma de decisiones de los pacientes son intervenciones diseñadas para ayudar a las personas en la toma de decisiones sanitarias. Como mínimo, estos materiales explicitan la decisión, proporcionan información basada en la evidencia sobre las opciones y los efectos beneficiosos y perjudiciales asociados y ayudan a aclarar los valores personales sobre las características de las opciones. Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 2003 y actualizada por última vez en 2017.
Evaluar los efectos de los materiales de ayuda para la toma de decisiones de los pacientes en adultos que deben tomar decisiones sobre tratamientos o pruebas de detección mediante un enfoque integrado de transferencia de conocimientos.
Se realizó la búsqueda actualizada para el periodo de 2015 (última fecha de búsqueda) hasta marzo de 2022 en CENTRAL, MEDLINE, Embase, PsycINFO, EBSCO y la literatura gris. La búsqueda acumulada abarca desde la creación de las bases de datos hasta marzo de 2022.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados publicados que comparaban materiales de ayuda para la toma de decisiones de los pacientes con la atención habitual. La atención habitual se definió como información general, evaluación de riesgos, resúmenes de guías de práctica clínica para usuarios sanitarios, intervención placebo (p. ej., información sobre otro tema) o ninguna intervención.
Dos autores de la revisión examinaron de forma independiente las referencias para su inclusión, extrajeron los datos de intervención y desenlace y evaluaron el riesgo de sesgo mediante la herramienta Cochrane de riesgo de sesgo. Los desenlaces principales, basados en las normas International Patient Decision Aid Standards (IPDAS), fueron atributos relacionados con la elección (coherencia de la elección basada en los valores comunicados) y el proceso de toma de decisiones, como los conocimientos, las percepciones precisas del riesgo, la sensación de estar informado, la claridad de los valores, la participación en la toma de decisiones y los eventos adversos. Los desenlaces secundarios fueron la elección, la confianza en la toma de decisiones, el cumplimiento de la opción elegida, los desenlaces en salud relacionados con las preferencias y el efecto en el sistema sanitario (p. ej., la duración de las consultas).
Se agruparon los resultados mediante las diferencias de medias (DM) y razones de riesgos (RR) con intervalos de confianza (IC) del 95%, aplicando un modelo de efectos aleatorios. Se realizó un análisis de subgrupos de 105 estudios que se incluyeron en la versión anterior de la revisión en comparación con los publicados desde esa actualización (n = 104 estudios). Se utilizó el sistema GRADE (Grading of Recommendations Assessment, Development, and Evaluation) para evaluar la certeza de la evidencia.
Esta actualización añadió 104 nuevos estudios para dar un total de 209 estudios que incluyen a 107 698 participantes. Los materiales de ayuda para la toma de decisiones se centraron en 71 decisiones diferentes. Las decisiones más frecuentes hacían referencia a tratamientos cardiovasculares (n = 22 estudios), cribado del cáncer (n = 17 estudios de cáncer colorrectal, 15 de próstata, 12 de mama), tratamientos del cáncer (p. ej., 15 de mama, 11 de próstata), tratamientos de salud mental (n = 10 estudios) y cirugía de reemplazo articular (n = 9 estudios). Al evaluar el riesgo de sesgo en los estudios incluidos, se consideró que hubo dos aspectos mayoritariamente inciertos (información selectiva: 100 estudios; cegamiento de los participantes/el personal: 161 estudios), debido a que no se proporcionó información suficiente. De los 209 estudios incluidos, 34 tenían al menos un ítem calificado como de alto riesgo de sesgo.
Hubo evidencia de certeza moderada de que los materiales de ayuda para la toma de decisiones de los pacientes probablemente aumenten la coherencia entre los valores informados y las elecciones de asistencia en comparación con la atención habitual (RR 1,75; IC del 95%: 1,44 a 2,13; 21 estudios, 9377 participantes).
En cuanto a los atributos relacionados con el proceso de toma de decisiones y en comparación con la atención habitual, hubo evidencia de certeza alta de que los materiales de ayuda para la toma de decisiones de los pacientes mejoraron los conocimientos de los participantes (DM 11,90/100; IC del 95%: 10,60 a 13,19; 107 estudios, 25 492 participantes), la exactitud de las percepciones del riesgo (RR 1,94; IC del 95%: 1,61 a 2.34; 25 estudios, 7796 participantes), y redujeron el conflicto en la toma de decisiones relacionado con la sensación de no estar informado (DM -10,02; IC del 95%: -12,31 a -7,74; 58 estudios, 12 104 participantes), la indecisión sobre valores personales (DM -7,86; IC del 95%: -9,69 a -6,02; 55 estudios, 11 880 participantes), y el porcentaje de personas pasivas en la toma de decisiones (controlada por el médico) (RR 0,72; IC del 95%: 0,59 a 0,88; 21 estudios, 4348 participantes).
Para los desenlaces adversos, hubo evidencia de certeza alta de que no hubo diferencias en el arrepentimiento de la decisión tomada entre los grupos de ayudas para la toma de decisiones del paciente y de atención habitual (DM -1,23; IC del 95%: -3,05 a 0,59; 22 estudios, 3707 participantes).
Cabe destacar que no hubo diferencias en la duración de la consulta cuando se utilizaron ayudas para la toma de decisiones del paciente en la preparación de la consulta (DM -2,97 minutos, IC del 95%: -7,84 a 1,90; cinco estudios, 420 participantes). Cuando se utilizaron ayudas para la toma de decisiones del paciente durante la consulta con el médico, la duración de la consulta fue 1,5 minutos mayor (DM 1,50 minutos, IC del 95%: 0,79 a 2,20; ocho estudios, 2702 participantes).
Se observó la misma dirección del efecto al comparar los resultados de los estudios de ayudas para la toma de decisiones del paciente publicados en la actualización anterior con los estudios llevados a cabo después de 2015.
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