En muchos países, existe entusiasmo por los "programas de corazón sano" que utilizan métodos educativos y de orientación para estimular a las personas a que reduzcan los riesgos de desarrollar cardiopatía. Estos factores de riesgo incluyen colesterol alto, ingesta excesiva de sal, hipertensión, peso excesivo, una dieta con alto contenido de grasas, tabaquismo, diabetes y un estilo de vida sedentario. Esta revisión es una actualización de todos los ensayos aleatorizados relevantes que han evaluado una intervención dirigida a reducir más de un factor de riesgo (intervención sobre múltiples factores de riesgo) en personas sin pruebas de enfermedad cardiovascular. Los hallazgos proceden de 55 ensayos, con una duración de entre seis meses y 12 años, realizados en varios países en el transcurso de cuatro décadas. La duración mediana del seguimiento fue 12 meses (con un rango de seis meses a 12 años). La intervención sobre múltiples factores de riesgo produce pequeñas reducciones en factores de riesgo que incluyen la presión arterial, el colesterol y el tabaquismo. Contrariamente a lo esperado, las intervenciones sobre múltiples factores de riesgo tuvieron poca o ninguna repercusión en el riesgo de mortalidad o morbilidad por cardiopatía coronaria. Este hecho se podría deber a que estos pequeños cambios en los factores de riesgo no se mantuvieron a largo plazo. Alternativamente, las pequeñas reducciones de los factores de riesgo pueden ser causadas por sesgos en algunos de los estudios. Los métodos para intentar cambios conductuales en la población general son limitados y no parecen ser eficaces. Se requieren distintos enfoques para el cambio conductual y deben ser probados empíricamente antes de ser promovidos a gran escala, particularmente en los países en vías de desarrollo donde las tasas de enfermedades cardiovasculares están en aumento. Se justifica realizar ensayos adicionales.
Las intervenciones que utilizan asesoramiento y educación dirigidas al cambio conductual no reducen la mortalidad total o por cardiopatía coronaria ni los eventos clínicos en la población general, pero pueden ser eficaces para reducir la mortalidad en poblaciones con hipertensión y diabetes de alto riesgo. Las disminuciones de los factores de riesgo fueron modestas, pero debido a la marcada heterogeneidad inexplicable entre los ensayos, las estimaciones agrupadas son de validez dudosa. La evidencia indica que las intervenciones de promoción de la salud tienen una utilidad limitada en la población general.
Se supone que las intervenciones sobre múltiples factores de riesgo a través de métodos educativos y de orientación son eficaces y costo-efectivas para reducir la mortalidad y la morbilidad por cardiopatía coronaria y que se deberían ampliar. Los ensayos que examinan los cambios en los factores de riesgo han puesto en duda la eficacia de estas intervenciones.
Evaluar los efectos de las intervenciones sobre múltiples factores de riesgo para reducir la mortalidad total, los eventos mortales y no mortales de la cardiopatía coronaria, y los factores de riesgo cardiovascular entre los adultos que supuestamente no presentan pruebas clínicas previas de cardiopatía coronaria.
Se actualizó la búsqueda original en SEARCHING CENTRAL (2006, número 2), MEDLINE (2000 a junio de 2006) y EMBASE (1998 a junio de 2006), y se verificaron las bibliografías.
Ensayos controlados aleatorizados de más de seis meses de duración que utilizaron asesoramiento o educación para modificar más de un factor de riesgo cardiovascular en adultos de la población general, grupos profesionales o con factores de riesgo específicos (es decir, diabetes, hipertensión, hiperlipidemia, obesidad).
Dos autores de la revisión extrajeron los datos de forma independiente. Las variables categóricas se expresaron como odds ratios (OR) con intervalos de confianza (IC) del 95%. Cuando los estudios publicaron datos de seguimiento posterior sobre la mortalidad y las tasas de eventos, se actualizaron estos datos.
Se encontraron 55 ensayos (163 471 participantes) con una duración mediana de 12 meses de seguimiento. En 14 ensayos (139 256 participantes) que informaron variables de evaluación de eventos clínicos, los odds ratios agrupados para la mortalidad total y por cardiopatía coronaria fueron 1,00 (IC del 95%: 0,96 a 1,05) y 0,99 (IC del 95%: 0,92 a 1,07), respectivamente. La mortalidad total y los eventos cardiovasculares mortales y no mortales combinados mostraron beneficios de la intervención cuando se limitaron a los ensayos que incluyeron a personas con hipertensión (16 ensayos) y diabetes (cinco ensayos): OR 0,78 (IC del 95%: 0,68 a 0,89) y OR 0,71 (IC del 95%: 0,61 a 0,83), respectivamente. Los cambios netos (diferencias de medias ponderadas) en la presión arterial sistólica y diastólica (53 ensayos y en el colesterol en sangre (50 ensayos) fueron -2,71 mmHg (IC del 95%: -3,49 a -1,93), -2,13 mmHg (IC del 95%: -2,67 a -1,58) y -0,24 mmol/l (IC del 95%: -0,32 a -0,16), respectivamente. El OR para la reducción en la prevalencia del tabaquismo (20 ensayos) fue 0,87 (IC del 95%: 0,75 a 1,00). La marcada heterogeneidad (I2 > 85%) de todos los análisis de factores de riesgo no se explicó por las comorbilidades, la ocultación de la asignación, el uso de fármacos antihipertensivos o reductores del colesterol, ni por la antigüedad del ensayo.
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