Pregunta de la revisión
Las personas con leucoplasia oral tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer oral que las que tienen una mucosa oral normal. Esta revisión, producida a través de Cochrane Salud Oral, busca evaluar si las personas afectadas por leucoplasia pueden beneficiarse de tratamientos quirúrgicos, médicos o complementarios, ya sea locales o sistémicos. En particular, se realizó esta revisión para averiguar cuál es el tratamiento, si es que hay alguno, que puede evitar que las personas con leucoplasia de la boca contraigan cáncer oral. Esta revisión actualiza una revisión anterior publicada en 2006.
Antecedentes
La leucoplasia bucal es un parche blanco, que se forma en la mucosa de la boca y que no puede desprenderse al raspado. A menudo no duele y puede pasar desapercibido durante años. Las personas con leucoplasia desarrollan cáncer oral más a menudo que las personas que no lo tienen. Prevenir esto es crucial porque los índices de supervivencia del cáncer oral más de cinco años después del diagnóstico son bajos. Se han probado fármacos, cirugía y otras terapias para el tratamiento de la leucoplasia oral.
Objetivos
El objetivo de esta revisión fue evaluar si los tratamientos para la leucoplasia oral son eficaces para prevenir el cáncer oral, y seguros y aceptables para los pacientes.
Características de los estudios
La evidencia en la que se basa esta revisión se actualizó hasta mayo de 2016. Se encontraron 14 ensayos controlados aleatorizados (ECA) de tratamientos médicos y complementarios, que involucraron a 909 participantes en total. Los tratamientos incluían extractos de hierbas, medicamentos antiinflamatorios, vitamina A, suplementos de betacaroteno y otros. El tratamiento quirúrgico no se ha comparado con el placebo ni con ningún tratamiento en un ECA.
Resultados clave
La aparición del cáncer se midió en estudios de tres tratamientos: vitamina A sistémica, betacaroteno sistémico y bleomicina tópica. Ninguno de estos tratamientos mostró ser eficaz para prevenir la aparición del cáncer, según se midió hasta dos años en el caso de la vitamina A y el betacaroteno, y siete años en el caso de la bleomicina.
Algunos estudios individuales de la vitamina A y el betacaroteno sugirieron que estos tratamientos pueden ser eficaces para mejorar o curar las lesiones bucales. Sin embargo, algunos estudios observaron una alta tasa de recaída en los participantes cuyas lesiones se resolvieron inicialmente con el tratamiento.
La mayoría de los tratamientos causaron efectos secundarios de diferente gravedad en una alta proporción de los participantes.
Parece probable que las intervenciones fueran bien aceptadas por los participantes porque las tasas de abandono fueron similares entre los grupos de tratamiento y de control.
Calidad de la evidencia
La evidencia disponible es muy limitada. La mayoría de las intervenciones fueron evaluadas por un solo estudio pequeño. La mayoría de los estudios tuvieron problemas en la forma en que se llevaron a cabo, lo que hizo que sus resultados no fueran fiables. Se consideró que la calidad de la evidencia para el resultado del desarrollo del cáncer era muy baja.
Conclusiones de los autores
Se requieren estudios adicionales más grandes y mejores y de mayor duración. Además de estudios adicionales de tratamiento con fármacos y tratamientos alternativos como las vitaminas, se necesitan estudios para evaluar la eficacia y la seguridad de la cirugía, y de dejar los hábitos con factores de riesgo como fumar.
El tratamiento quirúrgico para la leucoplasia oral no ha sido evaluado en un ECA que incluyera una comparación sin tratamiento o un placebo. Tampoco se ha evaluado el abandono de factores de riesgo como el tabaquismo. La evidencia disponible sobre las intervenciones médicas y complementarias para tratar a las personas con leucoplasia son muy limitadas. Actualmente no se dispone de evidencia de un tratamiento que sea eficaz para prevenir la aparición del cáncer oral. Los tratamientos como la vitamina A y el betacaroteno pueden ser eficaces para curar las lesiones bucales, pero las recaídas y los efectos adversos son habituales. Se necesitan ensayos más amplios y de mayor duración para evaluar adecuadamente los efectos de los tratamientos de la leucoplasia en el riesgo de desarrollar cáncer oral. Se necesitan investigaciones de alta calidad, en particular para evaluar el tratamiento quirúrgico y los efectos del abandono de los factores de riesgo en las personas con leucoplasia.
La leucoplasia bucal es una lesión en la boca relativamente habitual que, en una proporción pequeña de personas precede la aparición de cáncer oral. La mayoría de las leucoplasias son asintomáticas, por lo que el objetivo primario de tratamiento debe ser prevenir la aparición del cáncer. Esta revisión actualiza una revisión anterior publicada en 2006.
Evaluar la efectividad, seguridad y aceptabilidad de los tratamientos para la leucoplasia para prevenir el cáncer oral.
Se hicieron búsquedas en las siguientes bases de datos electrónicas: registro de ensayos del Grupo Cochrane de Salud Oral (Cochrane Oral Health's Trials Register) (hasta el 16 mayo 2016), Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL) (The Cochrane Library, 2016, número 4), MEDLINE Ovid (1946 hasta 16 mayo 2016), Embase Ovid (1980 hasta 16 mayo 2016) y CancerLit vía PubMed (1950 hasta 16 de mayo de 2016). También se hicieron búsquedas de ensayos en curso en el metaRegister of Controlled Trials (hasta el 10 de febrero de 2015), clinicaltrials.gov (hasta el 16 de mayo de 2016) y en la International Clinical Trials Registry Platform de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ensayos en curso (hasta el 16 de mayo de 2016). No se impusieron restricciones de idioma ni fecha de publicación en la búsqueda en las bases de datos electrónicas.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) que reclutaron personas con un diagnóstico de leucoplasia oral y compararon cualquier tratamiento versus placebo o ningún tratamiento.
Se recopilaron los datos usando un formulario de extracción de datos. La aparición de cáncer oral, demostrado por examen histopatológico, fue el resultado principal. Los resultados secundarios fueron la resolución clínica de la lesión, la mejora de las características histológicas y los eventos adversos. Se contactó con los autores de los ensayos para obtener más detalles cuando la información era poco clara. Cuando se disponía de datos válidos y pertinentes, se realizó un metanálisis de los datos mediante un modelo de efectos fijos cuando se identificaron menos de cuatro estudios sin heterogeneidad. Para los resultados dicotómicos, se calcularon los cocientes de riesgos (CR) y los intervalos de confianza (IC) del 95%. Se evaluó el riesgo de sesgo de los estudios mediante la herramienta Cochrane. Se evaluó la calidad global de la evidencia mediante el uso de criterios estandarizados (Grades of Recommendation, Assessment, Development and Evaluation Working Group (GRADE)).
Se incluyeron 14 estudios (909 participantes) en esta revisión. Las intervenciones quirúrgicas, incluidos el tratamiento con láser y la crioterapia, nunca se han estudiado en un ECA que incluyera un brazo sin tratamiento o un placebo. En los ensayos incluidos se ensayaron diversos tratamientos médicos y complementarios, en particular, la vitamina A y los retinoides (cuatro estudios); el betacaroteno o los carotenoides (tres estudios); los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), concretamente el ketorolaco y el celecoxib (dos estudios); los extractos de hierbas (cuatro estudios), incluidos los componentes del té, una mezcla de hierbas chinas y el gel de frambuesa negra liofilizada; la bleomicina (un estudio); y el inhibidor de Bowman-Birk (un estudio).
Un estudio se consideró en riesgo bajo de sesgo, siete en riesgo de sesgo incierto y seis en riesgo alto de sesgo. En general, se consideró que la calidad global de la evidencia fue baja o muy baja, por lo que los resultados son inciertos y se necesita más investigación.
Cinco estudios registraron la incidencia del cáncer, de los cuales sólo tres proporcionaron datos utilizables. Ninguno de los estudios aportó evidencia de que el tratamiento activo redujera el riesgo de cáncer oral más que el placebo: vitamina A sistémica (RR 0,11; IC del 95%: 0,01 a 2,05; 85 participantes, un estudio); betacaroteno sistémico (RR 0,71; IC del 95%: 0,24 a 2,09; 132 participantes, dos estudios); y bleomicina tópica (RR 3,00; IC del 95%: 0,32 a 27,83; 20 participantes, un estudio). El seguimiento varió entre dos y siete años.
Algunos estudios individuales indicaron la eficacia de algunos de los tratamientos propuestos, a saber, la vitamina A sistémica, el betacaroteno y el licopeno, para lograr la resolución clínica de las lesiones con mayor frecuencia que el placebo. Análogamente, en estudios individuales se determinó que el ácido retinoico sistémico y el licopeno pueden aportar algunos beneficios en cuanto a la mejora de las características histológicas. Algunos estudios también informaron de una alta tasa de recaídas.
A menudo se describieron efectos secundarios de gravedad variable; sin embargo, parece que los participantes aceptaron las intervenciones ya que las tasas de abandono fueron similares entre el grupo de tratamiento y el grupo control.
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