Pregunta de la revisión
Determinar la efectividad y la seguridad de la administración de un sedante (medicamento que induce el sueño) en comparación con un control o un medicamento no opiáceo para el tratamiento del síndrome de abstinencia neonatal (SAN) debido a la interrupción de los opiáceos.
Antecedentes
El consumo de opiáceos (recetados o ilícitos) por parte de las embarazadas puede provocar que el recién nacido experimente síntomas de abstinencia denominados comúnmente SAN, que pueden dar lugar a la interrupción de la relación entre la madre y el recién nacido, dificultades para dormir y alimentarse, pérdida de peso y convulsiones (ataques). Los tratamientos para los recién nacidos que se utilizan para mejorar el SAN y reducir las complicaciones incluyen tratamientos de apoyo como el chupete; envolverlos en pañales o en una envoltura ajustada; proporcionarles alimentos frecuentes en pequeñas cantidades; mantener un contacto estrecho con la piel llevándolos en un portabebés y otros métodos; y recetarles opiáceos o sedantes, o ambos.
Características de los estudios
La búsqueda se actualizó hasta septiembre de 2020.
Resultados clave
En la revisión se incluyeron diez ensayos con 581 recién nacidos con SAN causado por el consumo materno de opiáceos durante el embarazo. Hubo múltiples comparaciones de diferentes sedantes y regímenes. El agregado de fenobarbital a los cuidados de apoyo aumentó la duración de la hospitalización y del tratamiento, pero redujo la duración de los cuidados de apoyo cada día en comparación con los cuidados de apoyo solos. El fenobarbital redujo el fracaso del tratamiento en comparación con el diazepam y la clorpromazina. La clonidina y los opiáceos, en comparación con el fenobarbital y los opiáceos, aumentaron los días de hospitalización y los días de tratamiento. No hubo datos suficientes para determinar la seguridad ni la incidencia de los efectos secundarios en los recién nacidos tratados con combinaciones de opiáceos y sedantes, incluidos el fenobarbital y la clonidina. Los efectos secundarios notificados en los recién nacidos tratados con un opiáceo incluyeron un exceso de sedación por el agregado de fenobarbital y baja presión arterial por la adición de clonidina, con hipertensión arterial y SAN de rebote notificados después de interrumpir la clonidina. Se encontró un estudio en curso de clonidina más morfina para el SAN.
Certeza de la evidencia
Para todos los resultados la certeza de la evidencia fue baja a muy baja.
Hay evidencia de certeza muy baja de que el fenobarbital aumenta la duración de la hospitalización y el tratamiento, pero reduce los días para recuperar el peso al nacer y la duración de los cuidados de apoyo cada día en comparación con los cuidados de apoyo solos. Hay evidencia de certeza baja de que el fenobarbital reduce el fracaso del tratamiento en comparación con el diazepam, y evidencia de certeza muy baja de que el fenobarbital reduce el fracaso del tratamiento en comparación con la clorpromazina. Hay evidencia de certeza baja de un aumento de los días de hospitalización y de los días de tratamiento con clonidina y opiáceos en comparación con fenobarbital y opiáceos. No hay datos suficientes para determinar la seguridad ni la incidencia de eventos adversos en los neonatos tratados con combinaciones de opiáceos y sedantes, incluidos el fenobarbital y la clonidina.
El síndrome de abstinencia neonatal (SAN) causado por la abstinencia de los opiáceos podría dar lugar a la interrupción de la relación entre la madre y el neonato, provocar alteraciones en los estados de sueño y vigilia, dificultades en la alimentación, pérdida de peso, convulsiones y problemas del neurodesarrollo.
Evaluar la efectividad y la seguridad de la administración de un sedante versus control (placebo, tratamiento habitual o tratamiento no farmacológico) para el SAN debido a la abstinencia de opiáceos y determinar qué tipo de sedante es más efectivo y seguro para el síndrome de abstinencia de opiáceos.
Se realizó una búsqueda actualizada el 17 de septiembre de 2020 en CENTRAL vía CRS Web y en MEDLINE vía Ovid. También se buscaron ensayos controlados aleatorizados y ensayos cuasialeatorizados en bases de datos de ensayos clínicos, resúmenes de congresos y en las listas de referencias de artículos identificados.
Se incluyeron los ensayos que reclutaron a neonatos con SAN nacidos de madres con dependencia de opiáceos, con más del 80% de seguimiento y que utilizaron una asignación aleatoria, cuasialeatoria y aleatoria por conglomerados al sedante o al control.
Tres autores de la revisión evaluaron la elegibilidad de los ensayos y el riesgo de sesgo, y además extrajeron los datos de forma independiente. Para evaluar la certeza de la evidencia se utilizó el método GRADE.
Se incluyeron diez ensayos (581 neonatos) con SAN secundario al consumo materno de opiáceos en el embarazo. Hubo múltiples comparaciones de diferentes sedantes y regímenes. Los datos disponibles para el análisis de sensibilidad de los estudios con bajo riesgo de sesgo fueron limitados.
Fenobarbital versus atención de apoyo: un estudio informó que podría haber poca o ninguna diferencia en el fracaso del tratamiento con fenobarbital y atención de apoyo versus atención de apoyo sola (razón de riesgos [RR] 2,73; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,94 a 7,94; 62 participantes; evidencia de certeza muy baja). Ningún neonato presentó una convulsión clínica. El estudio no informó sobre la mortalidad, la discapacidad del neurodesarrollo ni los eventos adversos. Podría haber un aumento de los días de hospitalización y tratamiento por el uso del fenobarbital (hospitalización: diferencia de medias [DM] 20,80; IC del 95%: 13,64 a 27,96; tratamiento: DM 17,90; IC del 95%: 11,98 a 23,82; 62 participantes en ambos; evidencia de certeza muy baja).
Fenobarbital versus diazepam: podría haber una reducción en el fracaso del tratamiento con fenobarbital versus diazepam (RR 0,39; IC del 95%: 0,24 a 0,62; 139 participantes; dos estudios; evidencia de certeza baja). Los estudios no informaron sobre la mortalidad, la discapacidad del neurodesarrollo ni los eventos adversos. Un estudio informó que podría haber poca o ninguna diferencia en los días de hospitalización y tratamiento (hospitalización: DM 3,89; IC del 95%: -1,20 a 8,98; 32 participantes; dos estudios; tratamiento: DM 4,30; IC del 95%: -0,73 a 9,33, 31 participantes, evidencia de certeza baja para ambos).
Fenobarbital versus clorpromazina: podría haber una reducción del fracaso del tratamiento con fenobarbital versus clorpromazina (RR 0,55; IC del 95%: 0,33 a 0,92; 138 participantes; dos estudios; evidencia de certeza muy baja), y ningún neonato presentó convulsiones. Los estudios no informaron sobre la mortalidad ni la discapacidad del neurodesarrollo. Un estudio informó que podría haber poca o ninguna diferencia en los días de hospitalización (DM 7,00; IC del 95%: -3,51 a 17,51; 87 participantes; evidencia de certeza baja) y 0/100 neonatos presentaron eventos adversos.
Fenobarbital y opiáceos versus opiáceos solos: un estudio no informó de neonatos con fracaso del tratamiento ni con convulsiones clínicas en los dos grupos (evidencia de certeza baja). El estudio no informó sobre la mortalidad, la discapacidad del neurodesarrollo ni los eventos adversos. Un estudio informó que podría haber una reducción de los días de hospitalización para los neonatos tratados con fenobarbital y opiáceos (DM -43,50; IC del 95%: -59,18 a -27,82; 20 participantes; evidencia de certeza baja).
Clonidina y opiáceos versus opiáceos solos: un estudio informó que podría haber poca o ninguna diferencia en el fracaso del tratamiento con clonidina y tintura de opio diluida (TOD) versus TOD sola (RR 0,09; IC del 95%: 0,01 a 1,59; 80 participantes; evidencia de certeza muy baja). Los cinco neonatos con fracaso del tratamiento estaban en el grupo TOD. Podría haber poca o ninguna diferencia en los eventos adversos (OR 0,14; IC del 95%: 0,01 a 2,68; 80 participantes; evidencia de certeza muy baja). Los tres neonatos con convulsiones estaban en el grupo TOD. Podría haber poca o ninguna diferencia en la mortalidad después del alta (RR 7,00; IC del 95%: 0,37 a 131,28; 80 participantes; evidencia de certeza muy baja). Las tres muertes se produjeron en el grupo de clonidina y TOD. El estudio no informó sobre la discapacidad del neurodesarrollo. Podría haber poca o ninguna diferencia en los días de tratamiento (OR -4,00; IC del 95%: -8,33 a 0,33; 80 participantes; evidencia de certeza muy baja). Se produjo un evento adverso en el grupo de clonidina y TOD. Es posible que haya poca o ninguna diferencia en cuanto al SAN de rebote después de interrumpir el tratamiento, aunque los siete casos estaban en el grupo de clonidina y TOD.
Clonidina y opiáceos versus fenobarbital y opiáceos: podría haber poca o ninguna diferencia en el fracaso del tratamiento (RR 2,27; IC del 95%: 0,98 a 5,25; dos estudios, 93 participantes; evidencia de certeza muy baja). Un estudio informó que un neonato del grupo de clonidina y morfina tuvo una convulsión, y no hubo mortalidad infantil. Los estudios no informaron sobre la discapacidad del neurodesarrollo. Podría haber un aumento de los días de hospitalización y de los días de tratamiento con clonidina y opiáceos versus fenobarbital y opiáceos (hospitalización: DM 7,13; IC del 95%: 6,38 a 7,88; tratamiento: DM 7,57; IC del 95%: 3,97 a 11,17; dos estudios para ambos; 91 participantes; evidencia de certeza baja). Podría haber poca o ninguna diferencia en los eventos adversos (OR 1,55; IC del 95%: 0,44 a 5,40; dos estudios; 93 participantes; evidencia de certeza muy baja). Sin embargo, solo hubo un exceso de sedación en el grupo de fenobarbital y morfina; e hipotensión, hipertensión de rebote y SAN de rebote solo en el grupo de clonidina y morfina.
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