La pérdida de orina al toser, estornudar o hacer ejercicio (incontinencia urinaria de esfuerzo) es un problema frecuente en las mujeres. Esto ocurre especialmente después de dar a luz, cuando alrededor de una de cada tres mujeres tendrá pérdidas de orina. El entrenamiento de los músculos del suelo pelviano es la forma más frecuente de tratamiento para este problema. Una forma en la que las mujeres pueden entrenar estos músculos es con la inserción de pesos en forma de cono en la vagina, y luego contraer los músculos del suelo pelviano para evitar que los pesos se vuelvan a deslizar.
Se encontraron 23 pequeños ensayos, con 1806 mujeres. Los resultados de estos ensayos mostraron de manera consistente que el uso de pesos vaginales es mejor que no recibir tratamiento. Cuando se compararon los pesos vaginales con otros tratamientos, como el entrenamiento de los músculos del suelo pelviano sin los pesos y la estimulación eléctrica del suelo pelviano, no se observaron diferencias claras entre los tratamientos. Lo anterior se puede deber a que el número de participantes en los ensayos fue pequeño, y puede ser necesario un número mayor para que se aclaren las diferencias en cuanto a la efectividad de los tratamientos.
Algunas mujeres encuentran que los pesos vaginales son desagradables o difíciles de usar, por lo que este tratamiento puede no ser útil para todas las mujeres.
Muchas mujeres con incontinencia urinaria de esfuerzo no se curarán con estos tratamientos, por lo que es importante que los ensayos evalúen la calidad de vida durante y después del tratamiento, pero pocos lo hicieron. La mayoría de los ensayos fueron de duración bastante corta, por lo que es difícil decir qué sucede con las mujeres con incontinencia urinaria de esfuerzo a largo plazo.
Esta revisión proporciona alguna evidencia de que los conos vaginales con pesos son mejores que ningún tratamiento activo en las mujeres con IUE, y que pueden tener una efectividad similar al EMPF y a la electroestimulación. Esta conclusión aún es provisional, hasta que se completen ensayos más grandes y de alta calidad que utilicen resultados comparables y pertinentes. Los conos se podrían ofrecer como una opción de tratamiento, si las mujeres los encuentran aceptables.
Durante mucho tiempo el entrenamiento de los músculos del suelo pelviano (EMSP) ha sido la forma más habitual de tratamiento conservador (no quirúrgico) para la incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE). Los conos vaginales con pesos se pueden utilizar para ayudar a las mujeres a entrenar los músculos del suelo pelviano. Se introducen conos en la vagina y se contrae el suelo pelviano para evitar que se deslicen hacia afuera.
El objetivo de esta revisión es determinar la efectividad de los conos vaginales en el tratamiento de la incontinencia urinaria femenina de esfuerzo (IUE).
Se deseaba probar las siguientes comparaciones para el tratamiento de la incontinencia de esfuerzo:
1. conos vaginales versus ningún tratamiento;
2. conos vaginales versus a otros tratamientos conservadores, como el EMSP y la electroestimulación;
3. combinación de conos vaginales y otro tratamiento conservador versus otro tratamiento conservador solo o conos solos;
4. conos vaginales versus métodos no conservadores, por ejemplo, cirugía o inyectables.
Entre las preguntas secundarias que se examinaron se incluyó si:
1. se tarda menos tiempo en enseñar a las mujeres a usar los conos que en enseñar el ejercicio del suelo pelviano;
2. el uso autodidacta es efectivo;
3. el cambio en el peso del cono más pesado que puede ser retenido se relaciona con el nivel de mejora;
4. se pueden identificar subgrupos de mujeres para las que el uso de conos puede ser particularmente efectivo.
Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos especializados del Grupo Cochrane de Incontinencia (Cochrane Incontinence Group) (búsqueda del 19 de septiembre 2012), MEDLINE (enero 1966 a marzo 2013), EMBASE (enero 1988 a marzo 2013) y en las listas de referencias de los artículos pertinentes.
Ensayos controlados aleatorizados o cuasialeatorizados que compararon los conos vaginales con pesos con tratamientos alternativos o ningún tratamiento.
Dos autores de la revisión de forma independiente evaluaron los estudios para su inclusión y la calidad de los ensayos. Un autor de la revisión extrajo los datos y otro los verificó. Se estableció contacto con los autores de los estudios para obtener información adicional.
Se incluyeron 23 ensayos con 1806 mujeres, de las cuales 717 recibieron conos. Todos los ensayos fueron pequeños, y en muchos fue difícil valorar la calidad. Las medidas de resultado difirieron entre los ensayos, lo que dificultó combinar los resultados. Algunos ensayos informaron de altas tasas de abandono con los tratamientos de cono y con los de comparación. Siete ensayos se publicaron solo como resúmenes.
Los conos fueron mejores que ningún tratamiento activo (riesgo relativo [RR] para el fracaso en la curación de la incontinencia 0,84; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,76 a 0,94). Hubo poca evidencia de diferencias para la cura subjetiva entre los conos y el EMPF (RR 1,01; IC del 95%: 0,91 a 1,13), o entre los conos y la electroestimulación (RR 1,26; IC del 95%: 0,85 a 1,87), pero los intervalos de confianza fueron amplios. No hubo suficiente evidencia para demostrar si los conos más el EMPF fueron diferentes de los conos o del EMPF. Solo siete ensayos utilizaron medidas de calidad de vida y ningún estudio examinó los resultados económicos.
Siete de los ensayos reclutaron mujeres con síntomas de incontinencia, mientras que los otros seleccionaron mujeres con incontinencia urinaria de esfuerzo, excepto uno en el que los criterios de inclusión fueron poco claros.
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