La disfunción eréctil es una complicación multifactorial común de la diabetes mellitus. Los medicamentos más recientes, como los denominados inhibidores de la PDE-5, producen una mejoría de la erección del pene. La introducción del sildenafilo (Viagra), el vardenafilo (Levitra) y el tadalafilo (Cialis), han modificado el tratamiento de la disfunción eréctil. En esta revisión se evaluó el efecto de estos agentes sobre la disfunción eréctil en personas con diabetes. Se evaluaron ocho estudios con 976 hombres asignados al azar a un tratamiento con inhibidores de la PDE-5 y una duración mayoritaria de 12 semanas. En comparación con el tratamiento con placebo, estos agentes mostraron efectos favorables en las puntuaciones de estimación de la vida sexual, con una mayor tasa de efectos adversos como dolor de cabeza y enrojecimiento tras el tratamiento con los inhibidores de la PDE. No se informó sobre la mortalidad en ninguno de los ensayos incluidos. La calidad de vida, a excepción de las puntuaciones de la vida sexual, no se vio afectada de forma relevante. Si se toman según lo prescrito, los inhibidores de la PDE-5 constituyen una valiosa opción de tratamiento para la disfunción eréctil en hombres con diabetes.
Existe evidencia suficiente de que los inhibidores de la PDE-5 constituyen un tratamiento que mejora la disfunción eréctil en los hombres con diabetes.
La disfunción eréctil es una complicación multifactorial común de la diabetes mellitus. Se han probado numerosas estrategias para superar esta complicación de la diabetes. En los últimos años, los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE-5) se han introducido en el tratamiento de la disfunción eréctil.
El objetivo de esta revisión fue evaluar el efecto de los inhibidores de la PDE-5 en el tratamiento de la disfunción eréctil en hombres con diabetes.
Los estudios se obtuvieron a partir de búsqueda electrónicas en MEDLINE, EMBASE y La Biblioteca Cochrane.
Ensayos controlados aleatorizados en los que se comparó el tratamiento con inhibidores de la PDE-5 con control, en pacientes con diabetes y disfunción eréctil.
Dos autores de la revisión extrajeron los datos de forma independiente y evaluaron la calidad de los ensayos.
Se identificaron ocho ensayos controlados aleatorizados. Un total de 976 hombres fueron asignados a recibir un inhibidor de la PDE-5 y 741 fueron asignados al azar a los grupos control. En general, el 80% de los participantes presentaba diabetes mellitus tipo 2. La diferencia de medias ponderada (DMP) para las preguntas 3 y 4 del International Index of Erectile Function (IIEF) (frecuencia de penetración durante el coito y mantenimiento de la erección hasta la finalización del coito) fue 0,9 (IC del 95%: 0,8 a 1,1) y 1,1 (IC del 95%: 1,0 a 1,2) al final del periodo de estudio, a favor del grupo de intervención. La DMP para el dominio de disfunción eréctil del IIEF al final del período de estudio fue 6,6 (IC del 95%: 5,2 a 7,9) a favor del grupo de los inhibidores de la PDE-5. El riesgo relativo (RR) de responder "sí" a una pregunta de eficacia global ("¿el tratamiento mejoró las erecciones?") fue 3,8 (IC del 95%: 3,1 a 4,5) con los inhibidores de la PDE-5 en comparación con el grupo control. La DMP entre el porcentaje de intentos exitosos en el grupo de los inhibidores de la PDE-5 y en el grupo control fue 26,7 (IC del 95%: 23,1 a 30,3). No se informó sobre la mortalidad en ninguno de los ensayos incluidos. En un estudio se notificaron efectos cardiovasculares adversos. La cefalea fue el evento adverso más frecuente, el rubor fue el segundo evento más común, con molestias en el tracto respiratorio superior y síndromes gripales, dispepsia, mialgia, visión anormal y dolor lumbar también notificados en un orden descendente de frecuencia. La razón de riesgos global de desarrollar cualquier reacción adversa fue 4,8 (IC 95%: 3,74 a 6,16) en el grupo de los inhibidores de la PDE-5 en comparación con control.
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