Pregunta de la revisión
Se revisó la evidencia sobre el efecto de dar suplementos de omega-3 a pacientes con fibrosis quística.
Antecedentes
En los pacientes con fibrosis quística, se cree que los ciclos recurrentes de infección e inflamación empeoran la función pulmonar. Los estudios indican que los ácidos grasos omega-3 y los derivados de los aceites de pescado, pueden funcionar para contrarrestar la inflamación y pueden ser beneficiosos en las enfermedades inflamatorias crónicas, incluida la fibrosis quística. Esta es una versión actualizada de la revisión.
Fecha de la búsqueda
La evidencia está actualizada hasta: 01 de abril de 2020.
Características de los estudios
Esta revisión incluye cinco estudios pequeños que compararon los suplementos de omega-3 con un suplemento diferente sin omega-3. En total hubo 106 participantes, entre niños y adultos. Los estudios duraron entre seis semanas y 12 meses.
Resultados clave
Debido a la evidencia de calidad muy baja, no se sabe con certeza si los siguientes efectos se deben a la administración de suplementos o no. En un estudio de 12 meses se informó de una reducción de las exacerbaciones pulmonares y del uso de antibióticos al tomar suplementos de omega-3 en comparación con placebo, y en un estudio de tres meses no se informaron cambios en el uso de antibióticos durante el período de estudio. En cualquiera de los estudios se informaron pocos efectos secundarios. Un estudio de seis semanas informó que la función pulmonar y el estado clínico mejoraron al tomar suplementos de omega-3. También se observó que los niveles de esputo se redujeron en este estudio de seis semanas. Tres estudios no informaron de diferencias en la función pulmonar al tomar suplementos de omega-3 en comparación con placebo. En dos estudios más largos, se comprobó que los pacientes que tomaban suplementos de omega-3 mostraban aumentos definitivos de los niveles de ácidos grasos esenciales en las membranas de los glóbulos blancos y también de los niveles de fosfolípidos (moléculas que proporcionan estructura y protección a las células) medidos en muestras de sangre.
No hay seguridad con respecto a si los suplementos regulares de omega-3 benefician a los pacientes con fibrosis quística ni si causan efectos secundarios o no. No es posible establecer conclusiones firmes ni recomendar el uso rutinario de estos suplementos en pacientes con fibrosis quística. Se requieren ensayos más grandes y de mayor duración para evaluar el efecto clínico beneficioso de la administración de suplementos de omega-3 y determinar la dosis apropiada.
Calidad de la evidencia
Se consideró que la calidad de la evidencia fue muy baja debido al escaso número de participantes, a las bajas tasas de eventos, a los informes limitados y al diseño deficiente de los estudios. No hubo consistencia en cuanto a los puntos temporales en que se informaron los resultados o las mediciones utilizadas para el mismo resultado en diferentes estudios.
Esta revisión encontró que los suplementos regulares de omega-3 pueden proporcionar algunos efectos beneficiosos limitados a los pacientes con fibrosis quística con relativamente pocos efectos adversos; sin embargo, la calidad de la evidencia en todos los resultados fue muy baja. La evidencia actual no es suficiente para establecer conclusiones firmes o recomendar el uso habitual de estos suplementos en los pacientes con fibrosis quística. Se necesita un estudio controlado aleatorizado grande, a largo plazo y multicéntrico para determinar si existe un efecto terapéutico significativo, y para evaluar la influencia de la gravedad de la enfermedad, la dosis y la duración del tratamiento. Los futuros investigadores deben tener en cuenta la necesidad de enzimas pancreáticas adicionales al proporcionar suplementos de omega-3 o cápsulas placebo de aceite de oliva. Se requieren más estudios de investigación para determinar la dosis exacta necesaria de enzimas pancreáticas.
Los estudios indican que una dieta rica en ácidos grasos esenciales omega-3 puede tener efectos antiinflamatorios beneficiosos para las enfermedades crónicas como la fibrosis quística. Esta es una versión actualizada de una revisión publicada anteriormente.
Determinar si hay evidencia de que la administración de suplementos de ácidos grasos no saturados omega-3 reduce la morbilidad y la mortalidad, e identificar los eventos adversos asociados con esta administración.
Se realizaron búsquedas en el Registro Especializado de Ensayos Controlados del Grupo Cochrane de Fibrosis Quística y Trastornos Genéticos (Cochrane Cystic Fibrosis and Genetic Disorders Group's Trials Register) que incluye referencias identificadas de búsquedas exhaustivas en bases de datos electrónicas o búsquedas manuales en revistas pertinentes y libros de actas de congresos. Fecha de la última búsqueda: 01 de abril de 2020.
También se realizaron búsquedas en los registros de estudios en línea y se estableció contacto con los autores. Fecha de la última búsqueda: 12 de febrero de 2020.
Ensayos controlados aleatorizados realizados en pacientes con fibrosis quística que compararon suplementos de ácidos grasos omega-3 con placebo.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron los estudios para la inclusión, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de los estudios. La calidad de la evidencia se evaluó mediante GRADE.
Las búsquedas identificaron 23 estudios y se incluyeron cinco estudios con 106 participantes (niños y adultos); la duración de los estudios y las intervenciones fueron diferentes. Dos estudios compararon los ácidos grasos omega-3 con el aceite de oliva durante seis semanas; un estudio comparó ácidos grasos omega-3 y ácidos grasos omega-6 con cápsulas control (mezclas personalizadas de ácidos grasos) durante tres meses; un estudio comparó un suplemento dietético líquido que contenía ácidos grasos omega-3 con uno sin ellos durante seis meses; y un estudio comparó los ácidos grasos omega-3 con placebo durante 12 meses. Tres estudios tuvieron bajo riesgo de sesgo en la asignación al azar, pero el riesgo fue incierto en los dos estudios restantes; todos los estudios tuvieron riesgo incierto de sesgo en el ocultamiento de la asignación. Tres de los estudios cegaron adecuadamente a los participantes; el riesgo de sesgo de informe selectivo fue alto en un estudio e incierto en cuatro estudios.
Dos estudios informaron sobre el número de exacerbaciones respiratorias. A los tres meses, un estudio (43 participantes) no informó de cambios en el uso de antibióticos. A los 12 meses, el segundo estudio (15 participantes) informó de una reducción del número de exacerbaciones pulmonares y de días acumulados de antibióticos en el grupo de suplementos, en comparación con el año anterior (no hay datos del grupo control); evidencia de calidad muy baja significa que no hay seguridad de que los suplementos tengan algún efecto sobre este resultado.
Con respecto a los eventos adversos, un estudio de seis semanas (12 participantes) no informó de diferencias en la diarrea entre las cápsulas de omega-3 o placebo; la evidencia de calidad muy baja significa que no hay seguridad de que la administración de suplementos tenga algún efecto sobre este resultado. Además, un estudio informó de un aumento de la esteatorrea que requirió que los participantes aumentaran la dosis diaria de enzimas pancreáticas, pero tres estudios ya habían aumentado la dosis de enzimas pancreáticas al comienzo del estudio para reducir la incidencia de esteatorrea. Un estudio (43 participantes) informó de dolores estomacales a los tres meses (no se especifica el grupo de tratamiento o control). En un estudio de seis semanas de duración (19 participantes) se informaron tres exacerbaciones del asma que provocaron la exclusión de los participantes, ya que el tratamiento con corticosteroides podía afectar al metabolismo de los ácidos grasos esenciales.
Cuatro estudios informaron sobre la función pulmonar. Un estudio de seis semanas (19 participantes) informó de un aumento del volumen espiratorio forzado en un segundo (VEF1) (L) y de la capacidad vital forzada (CVF) (L), pero la evidencia de calidad muy baja significa que no hay seguridad de que la administración de suplementos tenga algún efecto sobre la función pulmonar. Los estudios restantes no informaron de una diferencia en la función pulmonar a los tres meses (unidad de medida no especificada) o a los seis meses y al año (VEF1 % previsto y CVF % previsto).
No se informaron muertes en los estudios. Cuatro estudios informaron sobre variables clínicas. Un estudio informó de un aumento en la puntuación Schwachman y el peso junto con una reducción del volumen de esputo con la administración de suplementos en comparación con placebo a los tres meses (datos no analizables). Sin embargo, tres estudios no informaron de diferencias en el peso a las seis semanas, en la desviación estándar (DE) del índice de masa corporal (IMC) a los seis meses (evidencia de calidad muy baja) o en la puntuación Z del IMC a los 12 meses.
Tres estudios informaron de marcadores bioquímicos del estado de los ácidos grasos. Un estudio mostró un aumento a partir del inicio en el contenido de EPA y DHA de los fosfolípidos séricos en el grupo de omega-3 en comparación con placebo a los tres meses y también una disminución significativa en el cociente n-6/n-3 en el grupo de suplementos en comparación con placebo; debido a que la calidad de la evidencia es muy baja, no hay seguridad de que estos cambios se deban a los suplementos. Un estudio cruzado de seis meses mostró un mayor contenido de EPA en la membrana de los neutrófilos en el grupo del suplemento en comparación con el grupo placebo, pero no hubo diferencias en la concentración de DHA de la membrana. Además, la proporción de leucotrieno B4 a leucotrieno B5 fue menor a los seis meses en el grupo de omega-3 en comparación con placebo. Un estudio de un año informó de un mayor aumento del perfil de ácidos grasos esenciales y una disminución de los niveles de AA en el brazo de tratamiento en comparación con placebo.
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