La fiebre reumática es una rara complicación de la infección de garganta, que puede dañar el corazón. Los pacientes que han tenido fiebre reumática pueden volver a sufrirla después de una infección de garganta por estreptococos si no reciben penicilina con regularidad. La penicilina para la prevención puede administrarse por inyección o en comprimidos. Tomar pastillas es más fácil, pero puede que no funcione tan bien como las inyecciones. La revisión de los ensayos comparó diferentes formas de administrar penicilina. La penicilina parecía funcionar mejor en forma de inyecciones que de pastillas. Las inyecciones administradas cada dos o tres semanas funcionaron mejor que cuando se aplicaban cada cuatro semanas. Sin embargo, se necesita más investigación.
La penicilina intramuscular parecía ser más efectiva que la penicilina oral para prevenir la recurrencia de la fiebre reumática y las infecciones de garganta por estreptococos. Las inyecciones cada dos o tres semanas parecían ser más efectivas que las de cada cuatro semanas. Sin embargo, la evidencia se basa en ensayos de calidad deficiente.
Los pacientes con antecedentes de fiebre reumática corren un alto riesgo de sufrir ataques recurrentes de fiebre reumática y de desarrollar una enfermedad cardíaca reumática tras una infección de garganta por estreptococos. La administración de penicilina a estos pacientes puede prevenir los ataques recurrentes de fiebre reumática y la posterior enfermedad cardiaca reumática. Sin embargo, no hay acuerdo sobre el método más efectivo de administrar penicilina.
Evaluar los efectos de la penicilina en comparación con el placebo y los efectos de diferentes regímenes y formulaciones de penicilina para prevenir la infección estreptocócica y la recurrencia de la fiebre reumática.
Se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) en The Cochrane Library (número 2, 2009), MEDLINE (1997 hasta junio 2009), EMBASE (1998 hasta junio 2009), LILACs (1980 hasta junio 2009) y en las listas de referencias de los artículos. Se estableció contacto con los expertos en el tema.
Estudios aleatorizados y cuasialeatorizados que comparen (i) penicilina con control, (ii) penicilina oral con intramuscular (iii) penicilina intramuscular cada dos o tres semanas con cada cuatro semanas de duración en pacientes con fiebre reumática previa.
Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente la calidad de los ensayos y extrajeron los datos.
Se incluyeron nueve estudios (n=3008). No se agruparon los estudios debido a la heterogeneidad. En general, la calidad metodológica de los estudios incluidos fue deficiente. Tres ensayos (n= 1301) compararon la penicilina con el control. Sólo uno de tres estudios mostró que la penicilina redujo la recurrencia de la fiebre reumática (RR 0,45; IC del 95%: 0,22 a 0,92) y la infección de garganta por estreptococos (RR 0,84; IC del 95%: 0,72 a 0,97). Cuatro ensayos (n=1098) compararon la penicilina intramuscular con la oral y todos mostraron que la penicilina intramuscular redujo la recurrencia de la fiebre reumática y las infecciones de garganta estreptocócica en comparación con la penicilina oral. Un ensayo (n= 360) comparó la penicilina intramuscular cada dos semanas con la de cada cuatro semanas. La penicilina administrada cada dos semanas fue mejor para reducir la recurrencia de la fiebre reumática (RR 0,52; IC del 95%: 0,33 a 0,83) y las infecciones de garganta por estreptococos (RR 0,60; IC del 95%: 0,42 a 0,85). Un ensayo (n = 249) mostró que las inyecciones de penicilina intramuscular cada tres semanas reducían las infecciones de garganta por estreptococos (RR 0,67; IC del 95%: 0,48 a 0,92) en comparación con la penicilina intramuscular cada cuatro semanas.
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