Profilaxis con antibióticos durante el segundo y tercer trimestre del embarazo para reducir los resultados adversos y la morbilidad del embarazo

Los antibióticos se les administran a las embarazadas durante el segundo y tercer trimestre del embarazo (antes del trabajo de parto) para evitar que las bacterias de la vagina y el cuello uterino afecten al embarazo. La infección por algunos organismos infecciosos en el tracto genital de la mujer puede causar problemas de salud a la madre y al recién nacido, y se ha asociado con los partos prematuros. Esta revisión de ocho ensayos aleatorizados incluyó aproximadamente 4300 mujeres en su segundo o tercer trimestre. Se encontró que los antibióticos no redujeron el riesgo de rotura de membranas antes del trabajo de parto prematuro (un ensayo, evidencia de calidad baja), ni el riesgo de parto prematuro (seis ensayos, evidencia de calidad alta). El parto prematuro se redujo en las embarazadas que habían tenido un parto prematuro anterior y un trastornos de las bacterias en la vagina (vaginosis bacteriana) durante el embarazo actual. No hubo una reducción del parto prematuro en las embarazadas con un parto prematuro anterior sin un trastorno bacteriano durante el embarazo actual (dos ensayos). La endometritis posparto, o infección del útero después del parto, se redujo en general (tres ensayos, evidencia de calidad moderada), así como en un ensayo en mujeres de alto riesgo que tuvieron un parto prematuro anterior (un ensayo, evidencia de calidad moderada). No se observó una reducción de las enfermedades neonatales. Los resultados de interés disponibles en los ensayos tuvieron altas pérdidas durante el seguimiento. No fue posible calcular los efectos secundarios de los antibióticos ya que fueron poco frecuentes; sin embargo, los antibióticos pueden tener efectos secundarios graves en las mujeres y sus recién nacidos.

Por lo tanto, no hay justificación para administrar antibióticos a todas las embarazadas durante el segundo o el tercer trimestre para evitar los efectos adversos infecciosos sobre los resultados del embarazo.

Conclusiones de los autores: 

La profilaxis con antibióticos no redujo el riesgo de rotura de membranas antes del parto prematuro ni de parto prematuro (excepto en el subgrupo de mujeres con un parto prematuro anterior que tenían vaginosis bacteriana). La profilaxis con antibióticos administrada durante el segundo o tercer trimestre del embarazo redujo el riesgo de endometritis postparto, el embarazo a término con rotura de membranas antes del trabajo de parto y la infección gonocócica cuando se administró de manera sistemática a todas las embarazadas. Es posible que exista un sesgo sustancial en los resultados de la revisión debido a la alta tasa de pérdida durante el seguimiento y al pequeño número de estudios incluidos en cada uno de los análisis. Tampoco hay evidencia suficiente sobre los posibles efectos perjudiciales para el recién nacido. Por lo tanto, se concluye que no hay suficiente evidencia que apoye la administración sistemática de antibióticos durante el embarazo para prevenir los efectos adversos infecciosos sobre los resultados del embarazo.

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Antecedentes: 

Varios estudios han indicado que los antibióticos profilácticos administrados durante el embarazo mejoraron los resultados maternos y perinatales, mientras que otros no han mostrado un efecto beneficioso y algunos han informado efectos adversos.

Objetivos: 

Determinar el efecto de los antibióticos profilácticos sobre los resultados maternos y perinatales durante el segundo y el tercer trimestre del embarazo para todas las mujeres, o para las mujeres con riesgo de parto prematuro.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (30 de abril 2015) y en las listas de referencias de los artículos recuperados.

Criterios de selección: 

Ensayos controlados aleatorizados que compararon el tratamiento antibiótico profiláctico con placebo o ningún tratamiento para las mujeres en el segundo o tercer trimestre del embarazo antes del trabajo de parto.

Obtención y análisis de los datos: 

Se evaluó la calidad de los ensayos y se extrajeron los datos.

Resultados principales: 

La revisión incluyó ocho ensayos controlados aleatorizados. Se reclutaron aproximadamente 4300 mujeres para detectar el efecto de la administración de antibióticos profilácticos sobre los resultados del embarazo.

Resultados primarios

La profilaxis con antibióticos no redujo el riesgo de rotura de membranas antes del trabajo de parto prematuro (riesgo relativo [RR] 0,31; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,06 a 1,49; un ensayo, 229 mujeres), evidencia de calidad baja) ni el parto prematuro (CR 0,88; IC del 95%: 0,72 a 1,09; seis ensayos, 3663 mujeres), evidencia de calidad alta). Sin embargo, el parto prematuro se redujo en el subgrupo de embarazadas con un parto prematuro previo que tuvieron vaginosis bacteriana (VB) durante el embarazo actual (RR 0,64; IC del 95%: 0,47 a 0,88; un ensayo, 258 mujeres), pero no hubo una reducción en el subgrupo de embarazadas con un parto prematuro previo sin VB durante el embarazo (RR 1,08; IC del 95%: 0,66 a 1,77; dos ensayos, 500 mujeres). Se observó una reducción del riesgo de endometritis postparto (RR 0,55; IC del 95%: 0,33 a 0,92; un ensayo, 196 mujeres) en las embarazadas de alto riesgo (mujeres con antecedentes de parto prematuro, bajo peso al nacer, parto de mortinatos o muerte perinatal temprana) y en todas las mujeres (RR 0,53; IC del 95%: 0,35 a 0,82; tres ensayos, 627 mujeres), evidencia de calidad moderada). No hubo diferencias en cuanto al bajo peso al nacer (RR 0,86; IC del 95%: 0,53 a 1,39; cuatro ensayos; 978 mujeres), ni en la sepsis neonatal (RR 11,31; IC del 95%: 0,64 a 200,79; un ensayo, 142 mujeres); y en ninguno de los estudios se informó un hemocultivo que confirmara la sepsis.

Resultados secundarios

La profilaxis con antibióticos redujo el riesgo de rotura de membranas antes del trabajo de parto (RR 0,34; IC del 95%: 0,15 a 0,78; un ensayo, 229 mujeres, evidencia de calidad baja) y de infección gonocócica (RR 0,35; IC del 95%: 0,13 a 0,94; un ensayo, 204 mujeres). No se observaron diferencias en otras medidas de resultado secundarias (anomalía congénita; pequeño para la edad gestacional; mortalidad perinatal), mientras que muchas otras medidas de resultado secundarias (p.ej. fiebre intraparto que requiere tratamiento con antibióticos) no se informaron en los ensayos incluidos.

En cuanto a la vía de administración de los antibióticos, la profilaxis antibiótica vaginal durante el embarazo no previno los resultados de la infección durante el embarazo. El riesgo general de sesgo fue bajo, excepto que los datos de resultados incompletos produjeron un alto riesgo de sesgo en algunos estudios. La calidad de la evidencia mediante los criterios GRADE se evaluó como baja para la rotura de membranas antes del parto, alta para el parto prematuro, moderada para la endometritis postparto, baja para la rotura de membranas antes del parto y muy baja para la corioamnionitis. En ninguno de los estudios incluidos se informó sobre la fiebre intraparto que requiriera tratamiento con antibióticos.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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