Los resultados de este metanálisis demuestran que el misoprostol, los inhibidores de la bomba de protones y las dosis dobles de los antagonistas de los receptores H2 son efectivos para reducir el riesgo de úlceras gástricas y duodenales inducidas por los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). En los pacientes con alto riesgo, el uso de un AINE tradicional + IBP parece equivalente a un inhibidor de la COX-2 solo. La estrategia más eficaz en los pacientes con alto riesgo GI parece ser la combinación de un inhibidor de la COX-2 + IBP.
El misoprostol, los IBP y los ARH2 de doble dosis son efectivos para la prevención de las úlceras duodenales y gástricas crónicas endoscópicas relacionadas con los AINE. Las dosis más bajas de misoprostol son menos eficaces y aún se asocian con diarrea. En los pacientes con hemorragia previa por AINE, un inhibidor de la ciclooxigenasa 2 (COX-2) solo es equivalente a un AINEt + IBP, aunque las tasas de nuevas hemorragias con ambas estrategias todavía son relativamente altas. Una estrategia de un inhibidor de la COX-2 + IBP parece ofrecer la mayor seguridad GI en los pacientes con alto riesgo.
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son agentes importantes para el tratamiento de enfermedades artríticas e inflamatorias y se encuentran entre los medicamentos que se recetan con más frecuencia en Norteamérica y Europa. Sin embargo, hay evidencia abrumadora que vincula a estos agentes con diferentes efectos tóxicos gastrointestinales (GI).
Analizar la efectividad de las intervenciones comunes para la prevención de la toxicidad del tracto GI superior inducida por los AINE.
Se hicieron búsquedas en MEDLINE desde 1966 hasta mayo de 2009, en Current Contents durante los seis meses anteriores a mayo de 2009, en EMBASE hasta mayo de 2009 y en el Registro Cochrane de ensayos controlados (Cochrane Controlled Trials Register, CENTRAL) desde 1973 hasta mayo de 2009. Se revisaron los resúmenes de congresos recientes y se estableció contacto con expertos en contenido y compañías.
Se incluyeron los ensayos clínicos controlados aleatorizados (ECA) de los análogos de la prostaglandina (AP), los antagonistas de los receptores H2 (ARH2) o los inhibidores de la bomba de protones (IBP) para la prevención de la toxicidad del tracto GI superior inducida por los AINE.
Dos autores independientes extrajeron los datos con respecto a las características de la población, el diseño del estudio, la calidad metodológica y el número de participantes con úlceras endoscópicas, complicaciones de las úlceras, síntomas, abandonos generales y abandonos debido a los síntomas. Los datos dicotómicos se agruparon mediante RevMan 5.0. La heterogeneidad se evaluó mediante la prueba de ji cuadrado y la estadística I cuadrado.
Cuarenta y un ECA cumplieron los criterios de inclusión. Todas las dosis de misoprostol redujeron significativamente el riesgo de úlceras endoscópicas. El misoprostol en dosis de 800 ug/día mostró ser superior a la dosis de 400 ug/día en la prevención de las úlceras gástricas endoscópicas (RR 0,17 y RR 0,39, respectivamente; p = 0,0055). No se observó una relación de respuesta a la dosis en el caso de las úlceras duodenales. El misoprostol provocó diarrea a todas las dosis, aunque fueron significativamente mayores con las dosis de 800 ug/día que con las de 400 ug/día (p = 0,0012). El misoprostol también redujo el riesgo de complicaciones de las úlceras clínicas.
Las dosis estándar de ARH2 fueron eficaces para reducir el riesgo de úlceras duodenales endoscópicas (RR 0,36; IC del 95%: 0,18 a 0,74), pero no las gástricas (RR 0,73; IC del 95%: 0,50 a 1,08). Tanto los ARH2 de doble dosis como los IBP fueron eficaces para reducir el riesgo de úlceras duodenales y gástricas endoscópicas (RR 0,44; IC del 95%: 0,26 a 0,74 y RR 0,40; IC del 95%; 0,32-0,51 respectivamente para la úlcera gástrica), y fueron mejor tolerados que el misoprostol.
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