¿Son eficaces los métodos médicos para la interrupción temprana del embarazo y causan efectos no deseados?

Mensajes clave
- El aborto médico es una forma segura y eficaz de interrumpir el embarazo en los tres primeros meses.

- La mifepristona combinada con el misoprostol es más eficaz que el uso de estos medicamentos por separado.

- El misoprostol es más eficaz cuando se coloca en la vagina que cuando se ingiere, y es menos incómodo que colocarlo bajo la lengua o en la mejilla.

¿Qué es el aborto médico?

El aborto médico utiliza uno o más medicamentos, solos o combinados para interrumpir el embarazo. Los medicamentos más frecuentes son las hormonas prostaglandina y mifepristona. Otros medicamentos son el metotrexato (un tipo de quimioterapia) y el letrozol, que frena la producción de la hormona estrógeno. Estos medicamentos actúan ablandando el cuello uterino (cuello de la matriz) y haciendo que el útero (matriz) se contraiga. Se pueden tragar (tomarse por vía oral), ponerse bajo la lengua o en la mejilla, o introducirse en la vagina. Pueden ser administrados por un enfermero o un médico en el hospital, o tomados por las mujeres en casa.

Los métodos de aborto con medicamentos podrían provocar efectos no deseados, como sangrados abundantes, dolor, náuseas, vómitos y diarrea. El aborto fallido es una complicación poco frecuente pero importante del aborto con medicamentos. Los métodos médicos para el aborto temprano ya están ampliamente disponibles en algunos países, y hay nuevos medicamentos en desarrollo.

¿Qué se quería averiguar?

Se quería averiguar qué medicamentos tenían más éxito a la hora de conseguir un aborto completo en los tres primeros meses de embarazo, y si la dosis o la forma de administración suponían una diferencia. También se quería saber si se producía algún efecto no deseado

¿Qué se hizo?

Se buscaron estudios que investigaran diferentes medicamentos, dosis y formas de administración de los medicamentos a las mujeres que se someten a un aborto médico en los tres primeros meses de embarazo.

Características de los estudios

Se incluyeron 99 estudios que investigaron 24 combinaciones de medicamentos, dosis y formas de administración diferentes.

Resultados principales

El misoprostol introducido en la vagina es probablemente más eficaz para lograr el aborto que si se toma por vía oral, y se podría asociar con menos molestias estomacales que si se pone bajo la lengua o entre la lengua y la mejilla. El misoprostol solo y la mifepristona sola podrían dar lugar a más abortos fallidos que el misoprostol y la mifepristona juntos. Podría haber poca o ninguna diferencia en la tasa de éxito de los abortos en función de si los medicamentos se administran en casa o en el hospital, la pauta de tratamiento de mifepristona o las dosis únicas o repetidas de prostaglandina. Sin embargo, los abortos podrían tener más éxito si los medicamentos los administra un médico en el hospital en lugar de un enfermero en el hospital.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

En general, la confianza en la evidencia es limitada o muy limitada por varias razones. La mayoría de los estudios incluyeron suficientes participantes y utilizaron métodos adecuados para seleccionarlas y asignarlas a un tratamiento concreto. Sin embargo, era difícil asegurar que ellas y los médicos que las trataban no supieran qué tratamiento habían recibido. Varios estudios no publicaron sus objetivos antes de empezar, por lo que es difícil evaluar si midieron e informaron sobre todos sus puntos de interés. Casi todos los estudios se realizaron en países de ingresos altos, donde las mujeres pueden volver para una revisión. No se sabe si los resultados habrían sido diferentes en países de ingresos bajos.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
Esta es una actualización de una revisión publicada por última vez en 2011. La evidencia está actualizada hasta febrero de 2021.

Conclusiones de los autores: 

Existen métodos de aborto médico seguros y eficaces. Los regímenes combinados (prostaglandina combinada con mifepristona, letrozol, valerato de estradiol, tamoxifeno o metotrexato) podrían ser más eficaces que los agentes únicos (prostaglandina sola o mifepristona sola). En el régimen combinado, probablemente la dosis de mifepristona se puede reducir a 200 mg sin que disminuya de forma significativa la efectividad. El misoprostol por vía vaginal es probablemente más eficaz que por vía oral, y podría tener menos efectos secundarios que las vías sublingual o bucal. Algunos resultados están limitados por el escaso número de participantes en el que se basan. Casi todos los estudios se realizaron en entornos con buen acceso a los servicios de urgencia, lo que podría limitar la generalización de estos resultados.

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Antecedentes: 

El aborto médico se convirtió en un método alternativo de interrupción del embarazo tras el desarrollo de las prostaglandinas y la antiprogesterona en las décadas de 1970 y 1980. Recientemente, también se han utilizado inhibidores de la síntesis de estrógenos (como el letrozol) para mejorar la eficacia. Los fármacos más investigados son las prostaglandinas (como el misoprostol, que tiene un fuerte efecto uterotónico), la mifepristona, la mifepristona con prostaglandinas y el letrozol con prostaglandinas. Se necesita más evidencia para identificar la mejor posología, régimen y vía de administración para mejorar los desenlaces de las pacientes. Esta es una actualización de una revisión publicada por última vez en 2011.

Objetivos: 

Comparar la efectividad y los efectos secundarios de diferentes métodos médicos para la interrupción del embarazo en el primer trimestre.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, Global Health y LILAC el 28 de febrero de 2021. También se realizaron búsquedas en Clinicaltrials.gov y en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como en las listas de referencias de los artículos identificados.

Criterios de selección: 

Se consideraron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) que compararon diferentes métodos médicos para la interrupción del embarazo antes de las 12 semanas de gestación. El desenlace principal es la imposibilidad de lograr un aborto completo. Los desenlaces secundarios son la mortalidad, la evacuación quirúrgica, el embarazo en curso en el seguimiento, el tiempo hasta la expulsión del embarazo, la transfusión de sangre, los efectos secundarios y la insatisfacción de las mujeres con el método.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión seleccionaron y evaluaron de forma independiente los estudios para su inclusión y evaluaron el riesgo de sesgo. Los datos se procesaron con el programa informático Review Manager 5. La certeza de la evidencia se evaluó mediante el método GRADE.

Resultados principales: 

En la revisión se incluyeron 99 estudios (58 de la revisión original y 41 estudios nuevos).

1. Régimen combinado mifepristona/prostaglandina

Dosis de mifepristona: la mifepristona a dosis alta (600 mg) comparada con a dosis baja (200 mg) tiene probablemente una efectividad similar para lograr el aborto completo (RR 1,07; IC del 95%: 0,87 a 1,33; I2 = 0%; cuatro ECA, 3494 mujeres; evidencia de certeza moderada).

Dosis de prostaglandina: 800 µg de misoprostol probablemente reduce el fracaso del aborto en comparación con 400 µg (RR 0,63; IC del 95%: 0,51 a 0,78; I2 = 0%; tres ECA, 4424 mujeres; evidencia de certeza moderada).

Momento de administración de la prostaglandina: el misoprostol administrado el primer día probablemente tiene más éxito en el aborto completo que al tercer día (RR 1,94; IC del 95%: 1,05 a 3,58; 1489 mujeres; un ECA; evidencia de certeza moderada).

Estrategia de administración: es posible que no haya diferencias en el fracaso del aborto completo con la autoadministración en el domicilio en comparación con la administración en el hospital (RR 1,63; IC 95% 0,68 a 3,94; I2 = 84%; 2263 mujeres; cuatro ECA; evidencia de certeza baja), pero el fracaso podría ser mayor cuando es administrado por enfermeros en el hospital en comparación con los médicos en el hospital (RR 2,69; IC del 95%: 1,39 a 5,22; I2 = 66%; tres ECA, 3056 mujeres; evidencia de certeza baja).

Vía de administración: el misoprostol por vía oral probablemente produce más fracasos que por vía vaginal (RR 2,38; IC del 95%: 1,46 a 3,87; I2 = 39%; tres ECA, 1704 mujeres; evidencia de certeza moderada) y podría estar asociado con efectos secundarios más frecuentes, como náuseas (RR 1,14; IC del 95%: 1,03 a 1,26; I2 = 0%; dos ECA, 1380 mujeres; evidencia de certeza baja) y diarrea (RR 1,80; IC del 95%: 1,49 a 2,17; I2 = 0%; dos ECA, 1379 mujeres). En comparación con la vía vaginal, el fracaso del aborto completo es probablemente menor con la vía sublingual (RR 0,68; IC del 95%: 0,22 a 2,11; I2 = 59%; dos ECA, 3229 mujeres; evidencia de certeza moderada) y podría ser menor con la administración bucal (RR 0,71; C del 95%: 0,34 a 1,46; I2 = 0%; dos ECA, 479 mujeres; evidencia de certeza baja), pero las vías sublingual o bucal podrían producir más efectos secundarios. Las mujeres podrían experimentar más vómitos con la administración sublingual en comparación con la bucal (RR 1,33; IC del 95%: 1,01 a 1,77; evidencia de certeza baja).

2. Mifepristona sola versus régimen combinado

La eficacia de la mifepristona sola para lograr un aborto completo en comparación con la combinación de mifepristona/prostaglandina hasta las 12 semanas no está clara (RR de fracaso 3,25; IC del 95%: 0,81 a 13,09; I2 = 83%; tres ECA, 273 mujeres; evidencia de certeza muy baja).

3. Prostaglandina sola versus régimen combinado

Diecinueve estudios compararon la prostaglandina sola con un régimen combinado (prostaglandina combinada con mifepristona, letrozol, valerato de estradiol, tamoxifeno o metotrexato). En comparación con cualquiera de los regímenes combinados, el misoprostol solo podría aumentar el riesgo de no lograr un aborto completo (RR de fracaso 2,39; IC del 95%: 1,89 a 3,02; I2 = 64%; 18 ECA, 3471 mujeres; evidencia de certeza baja), y con más diarrea.

4. Prostaglandina sola (vía de administración)

El misoprostol por vía oral por sí solo podría dar lugar a más fracasos en el aborto completo que la vía vaginal (RR 3,68; IC del 95%: 1,56 a 8,71; dos ECA, 216 mujeres; evidencia de certeza baja). La imposibilidad de lograr un aborto completo se podría reducir ligeramente con la administración sublingual en comparación con la vaginal (RR 0,69; IC del 95%: 0,37 a 1,28; I2 = 87%; cinco ECA, 2705 mujeres; evidencia de certeza baja) y la oral (RR 0,58; IC del 95%: 0,11 a 2,99; I2 = 66%; dos ECA, 173 mujeres). La imposibilidad de lograr un aborto completo podría ser similar o ligeramente mayor con la administración sublingual en comparación con la bucal (RR 1,11; IC del 95%: 0,71 a 1,74; un estudio, 401 mujeres).

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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