Existen diferentes técnicas quirúrgicas para la interrupción precoz del embarazo (aborto en los tres primeros meses). También se pueden prescribir varios medicamentos, solos o combinados, para la terminación temprana del embarazo. A este último procedimiento se le llama interrupción del embarazo por métodos médicos y utiliza las hormonas prostaglandinas, la mifepristona (un antiprogestágeno llamado RU486) y el metotrexato. Mediante la revisión de los ensayos se encontró que los métodos médicos para el aborto en el primer trimestre de embarazo pueden ser seguros y eficaces, con la mayor evidencia de efectividad para una combinación de mifepristona y misoprostol (prostaglandina). Casi todos los ensayos se realizaron en hospitales con suficientes recursos, a donde las mujeres regresaban para una posterior revisión.
Los resultados se derivan de ensayos relativamente pequeños. Las prostaglandinas utilizadas por sí solas parecen ser menos eficaces y más dolorosas en comparación con el aborto quirúrgico del primer trimestre. Sin embargo, no hay evidencia suficiente para comentar sobre la aceptabilidad ni los efectos secundarios de los abortos médicos en comparación con los quirúrgicos en el primer trimestre. Es necesario que los ensayos aborden la eficacia de los métodos utilizados actualmente y las preferencias de las mujeres de forma más fiable.
Los abortos inducidos son intervenciones muy practicadas en todo el mundo. En la última década se han introducido diversos métodos de aborto médico, además de los métodos quirúrgicos existentes. En esta revisión se buscaron y combinaron de forma sistemática toda la evidencia de los ensayos controlados aleatorizados que compararon el aborto quirúrgico con el médico.
Evaluar los métodos médicos en comparación con los métodos quirúrgicos para el aborto en el primer trimestre con respecto a la eficacia, los efectos secundarios y la aceptabilidad.
Se realizaron búsquedas sistemáticas en el Registro Cochrane de ensayos controlados (Cochrane Controlled Trials Register), en MEDLINE (con la estrategia de búsqueda de tres etapas de Cochrane; 1966 a 2000) y en Popline (1970 a 2000). No hubo preferencias de idioma en la búsqueda. Se buscó en las listas de referencia de los artículos identificados. Se estableció contacto con expertos de OMS/HRP.
Ensayos aleatorizados de cualquier método de aborto quirúrgico comparado con cualquier método de aborto médico en el primer trimestre.
Dos autores de la revisión evaluaron la calidad de los ensayos y extrajeron los datos de forma independiente.
Se incluyeron siete estudios, en su mayoría con tamaños muestrales pequeños, que compararon cuatro intervenciones diferentes (prostaglandinas solas, mifepristona sola, y mifepristona/misoprostol y metotrexato/misoprostol versus aspiración al vacío). Los resultados a veces se basan en un solo ensayo.
Prostaglandinas versus aspiración al vacío: la tasa de abortos incompletos con el método previsto fue estadísticamente significativa más alta en el grupo de prostaglandinas (2,7; IC del 95%: 1,1 a 6,8) en comparación con la cirugía. No se dispone de datos sobre el aborto médico más frecuente (mifepristona/misoprostol) ni el aborto quirúrgico para incluirlos en la revisión.
La duración del sangrado fue mayor en los grupos de aborto médico en comparación con la aspiración al vacío. Sólo hubo una complicación importante (perforación uterina) en un ensayo del grupo quirúrgico. No hubo diferencias entre los grupos en cuanto a los embarazos en curso en el momento del seguimiento o las infecciones pélvicas. No se dispuso de datos sobre la aceptabilidad, los efectos secundarios o la satisfacción de las mujeres con el procedimiento para su inclusión en la revisión.
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