Prostaglandina extraamniótica para la inducción del trabajo de parto

No hay evidencia suficiente para mostrar algún beneficio de la prostaglandina extraamniótica para la inducción del trabajo de parto sobre otros métodos.

A veces es necesario iniciar el trabajo de parto de forma artificial por motivos de seguridad para la madre o el niño. Los medicamentos se pueden administrar en forma de gel colocado en el interior de la vagina o el cuello uterino o en el interior de la cavidad uterina, en el espacio entre la pared uterina y la bolsa amniótica. Este gel se coloca mediante un catéter. Las prostaglandinas son medicamentos que se utilizan para madurar el cuello uterino o ayudar a iniciar el trabajo de parto. La revisión de 12 ensayos comparó diferentes métodos de administración de las prostaglandinas para iniciar el trabajo de parto. La prostaglandina extraamniótica resultó ser eficaz, pero es más invasiva que otros métodos. No hubo evidencia suficiente para demostrar los beneficios de la prostaglandina extraamniótica sobre otros métodos.

Conclusiones de los autores: 

Los estudios de esta revisión están limitados por el tamaño muestral, que a menudo se divide en múltiples grupos de comparación. La mayoría de las comparaciones no mostraron diferencias significativas, con amplios intervalos de confianza. Aunque las prostaglandinas extraamnióticas podrían ser tan efectivas como otras modalidades para iniciar el trabajo de parto, hay poca información concluyente a partir de esta revisión para guiar la práctica clínica. Sería útil realizar un ensayo controlado aleatorizado de poder estadístico adecuado para determinar si el uso de las prostaglandinas extraamnióticas reduciría la tasa de cesáreas.

Leer el resumen completo…
Antecedentes: 

Esta es una de una serie de revisiones de los métodos de maduración cervical e inducción del trabajo de parto que utilizan una metodología estandarizada.

Objetivos: 

Determinar los efectos de la prostaglandina extraamniótica para la maduración cervical del tercer trimestre o la inducción del trabajo de parto.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en el Registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (junio de 2009) y en las bibliografías de los documentos pertinentes.

Criterios de selección: 

Ensayos aleatorizados y cuasialeatorizados que compararan la prostaglandina extraamniótica utilizada para la maduración cervical o la inducción del trabajo de parto en el tercer trimestre con placebo/ningún tratamiento u otros métodos enumerados por encima de él en una lista predefinida de métodos de inducción del trabajo de parto.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente la elegibilidad y realizaron la extracción de los datos de todos los informes identificados por la estrategia de búsqueda.

Resultados principales: 

Se incluyeron 12 estudios. De los desenlaces principales, hubo un número significativamente menor de mujeres que dieron a luz por vía vaginal en el transcurso de las 24 horas entre las que fueron inducidas con prostaglandina (PG) F2 alfa extraamniótica en comparación con el misoprostol vaginal (razón de riesgos [RR] 2,43; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,42 a 4,15). No se encontraron otras diferencias entre los grupos en los desenlaces principales que fueran estadísticamente significativas. La oxitocina se utilizó para iniciar o estimular el trabajo de parto con una frecuencia significativamente menor con las prostaglandinas extraamnióticas en comparación con el placebo (RR 0,51; IC del 95%: 0,39 a 0,67), pero con una frecuencia significativamente mayor en comparación con el misoprostol vaginal (RR 1,73; IC del 95%: 1,20 a 2,49). Cuando se comparó la PGE2 extraamniótica con la sonda Foley solamente, la única diferencia entre los grupos fue que hubo menos casos de cuello uterino desfavorable entre las 12 y las 24 horas siguientes al tratamiento (RR 0,59; IC del 95%: 0,41 a 0,86). Las mujeres que recibían prostaglandina extraamniótica tenían más probabilidades de estar satisfechas (diferencia de medias 4,40; IC del 95%: 3,50 a 5,30) y menos probabilidades de sentirse avergonzadas por el tratamiento en comparación con la PGE2 vaginal (RR 8,91; IC del 95%: 2,26 a 35,02). No hubo otras diferencias significativas cuando se compararon las prostaglandinas extraamnióticas con otros métodos de maduración cervical o de inducción del trabajo de parto. Aunque esto podría indicar que las prostaglandinas extraamnióticas son tan eficaces como otros agentes, los resultados son difíciles de interpretar porque se basan en números muy pequeños y podrían carecer del poder estadístico necesario para mostrar una diferencia real.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

Tools
Information