La acetil-L-carnitina (ALC) se deriva de la carnitina y se ha descrito que tiene varias propiedades que pueden ser beneficiosas en la demencia. Los primeros estudios indicaron un efecto beneficioso de la ALC sobre la cognición y el comportamiento en sujetos de edad avanzada. Sin embargo, posteriormente estudios más grandes no han apoyado estos hallazgos. Los estudios iniciales y los posteriores difieren ampliamente en cuanto a la metodología y las herramientas de evaluación utilizadas, por lo que son difíciles de comparar. No existe evidencia de un efecto beneficioso de la ALC en las áreas de la cognición, la gravedad de la demencia, la capacidad funcional o la Impresión Clínica Global como medida continua. Un efecto beneficioso aparente sobre la Impresión Clínica Global evaluada como una variable dicotómica puede deberse al azar. También hubo un efecto significativo del tratamiento sobre el Mini Mental State Examination (MMSE) a las 24 semanas, pero este resultado se debe interpretarse con precaución en el contexto de la heterogeneidad significativa de estos ensayos. Actualmente la ALC no se utiliza en la práctica clínica de manera habitual.
Hay evidencia de un efecto beneficioso de la ALC en la impresión clínica global como una medida categórica y en la MMSE a las 24 semanas, pero no hay evidencia que utilice evaluaciones objetivas en otras áreas de resultado. Debido al gran número de comparaciones realizadas, los resultados estadísticamente significativos pueden deberse al azar. Actualmente no hay evidencia para recomendar su uso habitual en la práctica clínica. Muchos de los ensayos utilizaron descripciones bastante vagas de la demencia y los ensayos que utilizaron grupos definidos más estrictamente pueden ser informativos. Los datos de los pacientes individuales pueden contribuir a los hallazgos, al igual que los ensayos que incluyan otros resultados (p.ej. estado de ánimo y calidad de vida de los cuidadores). Sin embargo, la evidencia no indica que sea probable que la ALC sea un agente terapéutico importante. También se requiere más trabajo sobre la farmacocinética de la ALC en los seres humanos.
La demencia es un problema de salud mental frecuente que afecta al 5% de las personas mayores de 65 años. Varios procesos patológicos se vinculan a la alteración de la memoria en la demencia, en particular los que afectan al sistema de neurotransmisores colinérgicos. La acetil-L-carnitina (ALC) se deriva de la carnitina y se ha descrito que tiene varias propiedades que pueden ser beneficiosas en la demencia. Incluyen la actividad de las neuronas colinérgicas, la estabilización de las membranas y la mejora de la función mitocondrial. Los trabajos sobre los efectos de la ALC se han realizado desde la década de 1980, pero el mecanismo de la eficacia de la ALC en el deterioro cognitivo aún no está claro. Los primeros estudios indicaron un efecto beneficioso de la ALC sobre la cognición y el comportamiento en sujetos de edad avanzada. Sin embargo, posteriormente estudios más grandes no han apoyado estos hallazgos. Algunas de las dificultades radican en las diferencias en la metodología y en las herramientas de evaluación utilizadas en los estudios más antiguos y más nuevos. Por lo tanto, son difíciles de comparar. Actualmente la ALC no se utiliza en la práctica clínica de manera habitual.
Establecer si la acetil-L-carnitina es clínicamente efectiva para el tratamiento de los pacientes con demencia.
Los ensayos se identificaron a partir de una búsqueda en el Registro Especializado del Grupo Cochrane de Demencia y Trastornos Cognitivos (Specialized Register of the Cochrane Dementia and Cognitive Improvement Group), The Cochrane Library, EMBASE, MEDLINE, CINAHL, PsycINFO y LILACS el 8 de noviembre, mediante los términos acetyl-l-carnitine, l-carnitine acetyl ester, acetylcarnitine, ALC. La búsqueda en noviembre 2007 no mostró estudios nuevos.
Todos los ensayos aleatorizados doble ciego que incluyeron pacientes con demencia, en los que el tratamiento con ALC se comparó con un grupo placebo
Un revisor (SH) extrajo los datos y los ingresó en el software RevMan 4.2. Cuando fue posible, se utilizaron datos del tipo intención de tratar (intention-to-treat), pero la mayoría de los análisis fueron de pacientes que completaron el estudio.
Se han incluido 16 ensayos, todos con participantes con demencia o deterioro cognitivo leve a moderado. Todos los ensayos evaluaron los efectos cognitivos de la ALC y además la mayoría consideró la gravedad de la demencia, la capacidad funcional y la impresión clínica global.
Cuando se consideró la impresión clínica global (CGI-I) como una variable dicotómica (número de pacientes con mejoría versus número sin cambios o peor) hubo efectos estadísticamente significativos del tratamiento a favor de la ALC a las 12 y 24 semanas, (odds ratio [OR] de Peto 1,90; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,31 a 2,76) y (OR 2,33; IC del 95%: 1,31 a 4,14), pero no a las 52 semanas (OR 0,91; IC del 95%: 0,58 a 1,43). También hubo un efecto estadísticamente significativo del tratamiento sobre el MMSE a las 24 semanas (diferencia de medias ponderada [DMP] 0,69; IC del 95%: 0,09 a 1,29; p = 0,02), pero no a las 12 ó 52 semanas. No hubo evidencia de un efecto beneficioso de la ALC en las áreas de gravedad de la demencia, capacidad funcional o Impresión Clínica Global como medida continua.
Se informaron varios eventos adversos, pero en los metanálisis no hubo diferencias estadísticamente significativas entre los grupos tratados y los que recibieron placebo.
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