Antecedentes
La demencia (incluida la enfermedad de Alzheimer) es un problema de salud mundial; se prevé que el número de personas afectadas en todo el mundo se duplique cada 20 años, hasta alcanzar los 74,7 millones en 2010 y 131,5 millones en 2050. Por lo tanto, es importante encontrar medios para prevenir la demencia. Se ha sugerido que los niveles elevados de colesterol en el suero (parte de la sangre) podrían aumentar el riesgo de demencia y que el tratamiento con medicamentos que reducen el colesterol, como las estatinas, puede reducir el riesgo de demencia.
Características de los estudios
Se buscaron en las bases de datos médicas ensayos clínicos que compararan la administración de una estatina con la administración de un placebo (medicamento falso) a personas con una función cognitiva normal (que son las actividades cerebrales que nos permiten obtener y utilizar el conocimiento) y de edad suficiente para estar en riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.
Resultados clave
Se encontraron dos ensayos aleatorizados adecuados para la inclusión en esta revisión con 26 340 participantes; ninguno mostró una reducción en la aparición de la enfermedad de Alzheimer o la demencia en las personas tratadas con estatinas en comparación con las personas que recibieron placebo. Los efectos secundarios fueron bajos tanto en el grupo de estatinas como en el de placebo, sin diferencia entre los grupos en cuanto al riesgo de abandonar el ensayo debido a los efectos secundarios.
Calidad de la evidencia
Hubo limitaciones en los estudios incluidos en cuanto a los métodos de evaluación de la cognición y la inclusión sólo de participantes considerados de riesgo moderado a alto de tener un problema con su sistema sanguíneo (vascular). No obstante, hubo evidencia fehaciente de que las estatinas que se administran a edad avanzada a las personas con riesgo de padecer enfermedades vasculares no previenen el deterioro cognitivo ni la demencia.
Hubo evidencia fehaciente de que las estatinas que se administran a edad avanzada a las personas con riesgo de padecer enfermedades vasculares no previenen el deterioro cognitivo ni la demencia. Biológicamente parece factible que las estatinas pudieran prevenir la demencia debido a su función en la reducción del colesterol y las pruebas iniciales de estudios observacionales fueron muy alentadoras. Sin embargo, el sesgo de indicación puede haber sido un factor en estos estudios y las pruebas de ECA posteriores han sido negativas. Hubo limitaciones en los estudios incluidos que incluían las evaluaciones cognitivas utilizadas y la inclusión de participantes con un riesgo vascular de moderado a alto solamente.
Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 2001 y actualizada en 2009. Los factores de riesgo vascular, incluidos los altos niveles de colesterol, aumentan el riesgo de demencia debido a la enfermedad de Alzheimer y de demencia vascular. Algunos estudios de observación han sugerido una asociación entre el uso de estatinas y la disminución de la incidencia de la demencia.
Evaluar la eficacia y la seguridad de las estatinas para la prevención de la demencia en las personas con riesgo de demencia debido a su edad y determinar si la eficacia y la seguridad de las estatinas para este fin dependen del nivel de colesterol, del genotipo de la apolipoproteína E (ApoE) o del nivel cognitivo.
Se hicieron búsquedas en ALOIS (el Registro Especializado del Grupo Cochrane de Demencia y Trastornos Cognitivos), The Cochrane Library, MEDLINE, EMBASE, PsycINFO, CINAHL, LILACS, ClinicalTrials.gov y en el Portal de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de noviembre de 2015.
Se incluyeron ensayos doble ciego, aleatorizados y controlados por placebo en los que se administraron estatinas durante al menos 12 meses a personas con riesgo de demencia.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por Cochrane.
Se incluyeron dos ensayos con 26 340 participantes de 40 a 82 años de edad, de los cuales 11 610 tenían 70 años o más. Todos los participantes tenían antecedentes o factores de riesgo de enfermedad vascular. En los estudios se utilizaron diferentes estatinas (simvastatina y pravastatina). La media de seguimiento fue de 3,2 años en un estudio y de cinco años en otro. El riesgo de sesgo fue bajo. Sólo un estudio informó sobre la incidencia de la demencia (20 536 participantes, 31 casos en cada grupo; odds ratio (OR) 1,00, intervalo de confianza (IC) del 95%: 0,61 a 1,65, evidencia de calidad moderada, rebajadas debido a la imprecisión). Ambos estudios evaluaron la función cognoscitiva, pero en diferentes momentos y con diferentes escalas, por lo que juzgamos que los resultados no eran adecuados para un metanálisis. No hubo diferencias entre los grupos de estatinas y de placebo en cinco pruebas cognitivas diferentes (evidencia de calidad alta). Las tasas de interrupción del tratamiento debido a eventos adversos no mortales fueron inferiores al 5% en ambos estudios y no hubo diferencias entre los grupos de estatinas y de placebo en el riesgo de retiro debido a eventos adversos (26 340 participantes, 2 estudios, OR 0,94; IC del 95%: 0,83 a 1,05).
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