La estimulación magnética transcraneal (EMT) fue introducida como una técnica neurofisiológica en 1985 cuando Anthony Barker y su equipo desarrollaron una máquina compacta que permitía una estimulación no invasiva de la corteza cerebral. Además, se ha indicado que la EMT podría tener un potencial terapéutico. Su propiedad de excitar o inhibir las áreas corticales mediante un método no invasivo constituye un avance importante en la investigación en el campo de las neurociencias. Algunos estudios han evaluado los efectos terapéuticos de la EMT repetitiva en estudios controlados realizados en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo que presentaron algunos cambios en su conducta en términos de impulsos compulsivos o mejorías en el estado de ánimo. Esta revisión ha evaluado la evidencia actual de la EMT como tratamiento terapéutico para el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Falta evidencia del efecto de la EMT en el tratamiento del TOC.
Actualmente, no hay datos suficientes de ensayos controlados aleatorizados para establecer conclusiones acerca de la eficacia de la estimulación magnética transcraneal en el tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo.
La estimulación magnética transcraneal (EMT) fue introducida como una técnica neurofisiológica en 1985 cuando Anthony Barker y su equipo desarrollaron una máquina compacta que permitía una estimulación no invasiva de la corteza cerebral (Barker 1985). Desde su introducción, la EMT se ha utilizado para evaluar el sistema motor, estudiar la función de varias áreas cerebrales y para la fisiopatología de varias enfermedades neuropsiquiátricas. Además, se ha indicado que la EMT podría tener un potencial terapéutico.
Algunos estudios controlados han evaluado los efectos de la EMT repetitiva (EMTr) en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Greenberg (Greenberg 1997) observó que una sola sesión de estimulación de la corteza prefrontal derecha produjo una disminución significativa de los impulsos compulsivos de más de ocho horas de duración en los pacientes con TOC. Otros estudios informaron mejorías transitorias en el estado de ánimo, pero no hicieron observaciones de los cambios en la ansiedad o las obsesiones.
Desarrollar una revisión sistemática sobre la seguridad y la eficacia clínica de la estimulación magnética transcraneal a partir de ensayos controlados aleatorizados en el tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo.
Se realizó una búsqueda electrónica en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Depresión Neurosis y Ansiedad (Cochrane Collaboration Depression, Neurosis and Anxiety Review Group) (fecha de la última búsqueda: junio de 2002), en el Registro Cochrane de Ensayos Controlados (Cochrane Controlled Trials Register) (Número 2, 2002), MEDLINE (1966 a 2002), EMBASE (1974 a 2002), PsycLIT (1980 a 2002) y en la sección bibliográfica de los artículos revisados.
Ensayos controlados aleatorizados que evaluaron la eficacia terapéutica y la seguridad de la estimulación magnética transcraneal para tratar el trastorno obsesivo-compulsivo.
Todos los autores de la revisión, de forma independiente, extrajeron la información y la verificaron mediante revisión cruzada. Los desacuerdos se resolvieron mediante discusión.
En la revisión se incluyeron tres ensayos y sólo dos de ellos incluyeron datos de una forma apropiada para hacer un análisis cuantitativo. No fue posible combinar los resultados en un metanálisis. No se observaron diferencias entre la EMTr y la EMT simulada con el uso de la Yale-Brown Obsessive-Compulsive Scale o la Hamilton Depression Rating Scale en todos los períodos de tiempo analizados.
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