El abuso de las drogas opiáceas y la dependencia de ellas causa importantes problemas sanitarios y sociales, entre los que figuran la transmisión del VIH y la hepatitis C por vía intravenosa, el aumento de la delincuencia y los costes de la atención de la salud y la aplicación de la ley, los trastornos familiares y la pérdida de productividad. Los adictos, en particular los que tienen entre 15 y 34 años, también tienen un mayor riesgo de muerte. La abstinencia controlada (o desintoxicación) se utiliza como el primer paso del tratamiento. Los síntomas de abstinencia incluyen ansiedad, escalofríos, dolor muscular (mialgia) y debilidad, temblores, letargo y somnolencia, inquietud e irritabilidad, náuseas y vómitos y diarrea. Las alteraciones persistentes del sueño y el deseo de consumir drogas pueden continuar durante semanas y meses después de la desintoxicación y a menudo llevan a un retorno al consumo de opiáceos. El número de adictos que completan la desintoxicación tiende a ser bajo, y las tasas de recaída son altas.
Para un tratamiento de dosis decrecientes para reducir los síntomas de abstinencia, los opiáceos ilícitos se reemplazan por metadona u otro agente usando dosis decrecientes hasta 30 días bajo supervisión médica. Los autores de la revisión buscaron la bibliografía médica e identificaron 23 ensayos controlados que incluían a 2467 consumidores adultos de opiáceos en diversos países. Los participantes de los ensayos se asignaron al azar para recibir metadona u otro tratamiento farmacológico. Los otros tratamientos fueron los agonistas adrenérgicos como la lofexidina, los agonistas opiáceos parciales como la buprenorfina, los agonistas opiáceos como el LAAM (levo-α-acetil-metadol) y los ansiolíticos clordiazepóxido y buspirona. En los dos estudios que compararon la metadona con el placebo, los síntomas de abstinencia fueron más graves y más personas abandonaron el grupo de placebo.
Los estudios incluidos en esta revisión confirmaron que la disminución lenta con la sustitución temporal de los opiáceos de acción prolongada podría reducir la gravedad de la abstinencia. Sin embargo, la mayoría de los pacientes recayeron en el consumo de la heroína. Los fármacos utilizados en los estudios incluidos fueron similares en cuanto a la efectividad general, aunque los síntomas experimentados por los participantes difirieron según el fármaco utilizado y el programa adoptado.
Los programas variaron ampliamente con respecto a la evaluación de las medidas de resultado. Diecisiete de los ensayos incluidos se realizaron en ámbitos hospitalarios.
Los datos de la literatura son difícilmente comparables; los programas varían ampliamente con respecto a la evaluación de las medidas de resultado, lo que dificulta la aplicación del metanálisis. Los estudios incluidos en esta revisión confirman que la disminución lenta con la sustitución temporal de los opiáceos de acción prolongada puede reducir la gravedad de la abstinencia. Sin embargo, la mayoría de los pacientes recayeron en el consumo de la heroína.
La evidencia de la eficacia de la metadona en dosis decrecientes en el tratamiento de la abstinencia de opiáceos se ha evaluado sistemáticamente en la versión anterior de esta revisión, que debe actualizarse
Evaluar la efectividad de la metadona en dosis decrecientes comparada con otros tratamientos de desintoxicación y con el placebo para el tratamiento de la abstinencia de opiáceos al finalizar la desintoxicación y la tasa de recaída.
Se hicieron búsquedas en: Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (The Cochrane Library 2012, número 4), PubMed (enero de 1966 a mayo de 2012), EMBASE (enero de 1988 a mayo de 2012), CINAHL (2003-diciembre de 2007), PsycINFO (enero de 1985 a diciembre de 2004), y en listas de referencias de artículos.
Todos los ensayos controlados aleatorizados que se centraron en el uso de la metadona en dosis decrecientes versus todos los otros tratamientos de desintoxicación farmacológica o placebo para el tratamiento de la abstinencia de opiáceos.
Dos autores de la revisión evaluaron los estudios incluidos. Cualquier duda acerca de cómo calificar los estudios se resolvió mediante la discusión con un tercer autor de la revisión. La calidad de los estudios se evaluó de acuerdo con los criterios indicados en el Manual Cochrane para las Revisiones Sistemáticas de las Intervenciones (Cochrane Handbook for Systematic Reviews of Interventions).
Se incluyeron 23 ensayos con 2467 pacientes. Al comparar la metadona versus cualquier otro tratamiento farmacológico, no se observaron diferencias clínicas entre los dos tratamientos en cuanto a la finalización del tratamiento, 16 estudios 1381 participantes, riesgos relativos (RR) 1,08 (intervalo de confianza (IC) del 95%: 0,97 a 1,21); número de participantes abstinentes durante el seguimiento, tres estudios, 386 participantes RR 0,98 (IC del 95%: 0,70 a 1,37); grado de malestar para los síntomas de abstinencia y los eventos adversos, aunque fue imposible agrupar los datos para los dos últimos resultados. Estos resultados se confirmaron también cuando se consideraron las comparaciones únicas: metadona con: agonistas adrenérgicos (11 estudios), otros agonistas opiáceos (ocho estudios), ansiolíticos (dos estudios), paiduyangsheng (un estudio). Al comparar la metadona con el placebo (dos estudios), se encontraron retiros más graves y más abandonos en el grupo de placebo.
Los resultados indican que los fármacos usados en los estudios incluidos son similares en términos de efectividad general, aunque los síntomas experimentados por los participantes difirieron de acuerdo con el fármaco usado y el programa adoptado.
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