Los medicamentos utilizados para tratar los síntomas del síndrome patelofemoral tienen poca base de evidencia

El síndrome de dolor femororrotuliano es frecuente entre los adolescentes y los adultos jóvenes. El síntoma más común es el dolor que rodea a la rótula cuando se está sentado con las rodillas dobladas durante periodos prolongados o cuando se realizan actividades como subir o bajar escaleras, ponerse en cuclillas o realizar actividades deportivas. Esta revisión de las intervenciones farmacológicas mostró que los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) podrían reducir el dolor a corto plazo, pero el dolor general no mejoró después de tres meses. Existe evidencia contradictoria sobre el efecto del polisulfato de glicosaminoglicano. El esteroide anabólico nandrolona podría ser eficaz, pero los riesgos asociados exigen extrema precaución si se utiliza para el síndrome de dolor femororrotuliano, especialmente en los atletas.

Conclusiones de los autores: 

Sólo hay evidencia limitada de la efectividad de los AINE para la reducción del dolor a corto plazo en el SDFR. La evidencia del efecto del polisulfato de glicosaminoglicano es contradictoria y merece estudios de investigación adicionales. El esteroide anabólico nandrolona podría ser eficaz, pero es demasiado controvertido para el tratamiento del SDFR.

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Antecedentes: 

El síndrome de dolor femororrotuliano (SDFR) es frecuente entre los adolescentes y los adultos jóvenes. Se caracteriza por un dolor detrás o alrededor de la rótula y crepitaciones, provocado al subir o bajar escaleras, ponerse en cuclillas, estar sentado durante mucho tiempo con las rodillas flexionadas, correr y montar en bicicleta. Los síntomas impiden la funcionalidad en las actividades cotidianas o deportivas. Los tratamientos farmacológicos se centran en la reducción de los síntomas de dolor (antiinflamatorios no esteroideos [AINE], glucocorticosteroides) o en la restauración de la supuesta patología subyacente (compuestos que contienen glucosamina para estimular el metabolismo del cartílago, esteroides anabólicos para aumentar la densidad ósea de la rótula y fortalecer los músculos de sostén). En los estudios, los fármacos se suelen aplicar además de los ejercicios destinados a fortalecer la musculatura de sostén.

Objetivos: 

Esta revisión pretende resumir la evidencia de la efectividad de la farmacoterapia para reducir el dolor de la región anterior de la rodilla y mejorar la funcionalidad de la rodilla en personas con SDFR.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en los registros de ensayos del Grupo Cochrane de Lesiones óseas, articulares y musculares (Cochrane Bone, Joint and Muscle Trauma Group) y del Ámbito Cochrane de Rehabilitación y Terapias Relacionadas (Cochrane Rehabilitation and Related Therapies Field), en el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL) (La Biblioteca Cochrane número 4, 2003), en PEDro (hasta enero de 2004) , en MEDLINE (1966 hasta enero de 2004), en EMBASE (1988 hasta enero de 2004) y en CINAHL (1982 hasta enero de 2004).

Criterios de selección: 

Ensayos controlados (aleatorizados o no) que compararan farmacoterapia con placebo, diferentes tipos de farmacoterapia o farmacoterapia con otros tratamientos en personas con SDFR.

Obtención y análisis de los datos: 

La búsqueda bibliográfica proporcionó 780 publicaciones. Se incluyeron ocho ensayos, de los cuales tres eran de calidad alta. Los datos se analizaron cualitativamente utilizando la síntesis de la mejor evidencia, ya que el metanálisis se vio obstaculizado por las diferencias en la vía de administración de los fármacos, los programas de atención y las medidas de desenlace.

Resultados principales: 

Cuatro ensayos (163 participantes) estudiaron el efecto de los AINE. La aspirina comparada con el placebo en un ensayo de calidad alta no dio lugar a diferencias significativas en los síntomas ni en los signos clínicos. El naproxeno dio lugar a una reducción significativa del dolor a corto plazo en comparación con el placebo, pero no en comparación con el diflunisal. La terapia con láser para estimular el flujo sanguíneo en las zonas sensibles hizo que los participantes estuvieran más satisfechos que con el tenoxicam, aunque no de forma significativa.

Dos ECA de calidad alta (84 participantes) estudiaron el efecto del polisulfato de glicosaminoglicano (GAGPS). Doce inyecciones intramusculares en seis semanas dieron lugar a un número significativamente mayor de participantes con un buen efecto terapéutico global al año, y a una reducción del dolor significativamente mayor durante una de las dos actividades. Se compararon cinco inyecciones intraarticulares semanales de GAGPS y lidocaína con inyecciones intraarticulares de solución salina y lidocaína o ninguna inyección, todas ellas con entrenamiento concomitante del cuádriceps. Los participantes inyectados mostraron una mejor funcionalidad después de seis semanas, aunque sólo la diferencia entre los participantes inyectados con GAGPS y los no inyectados fue significativa. Las diferencias habían desaparecido al año.

Un ensayo (43 participantes) determinó que las inyecciones intramusculares del esteroide anabólico fenilpropionato de nandrolona mejoraron significativamente tanto el dolor como la funcionalidad en comparación con las inyecciones placebo.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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