Los corticosteroides inhalados (CSI) y el cromoglicato de sodio (CGS) han sido recomendados como medicamentos para controlar los síntomas de asma persistente en niños y adultos, sin embargo, la información sobre qué clase de fármaco es superior ha sido conflictiva. Este estudio agrupó ensayos controlados aleatorizados que compararon directamente los efectos de los CSI con el CGS en las medidas de la función pulmonar, el control del asma y el uso de la asistencia sanitaria. Los resultados sugieren que los CSI fueron superiores al CGS en las medidas de la función pulmonar y la morbilidad. Los resultados fueron consistentes entre los niños y los adultos. No hubo diferencias en los efectos adversos entre el CSI y el CGS, aunque la información inconsistente y la monitorización insuficiente a largo plazo impiden que se establezcan conclusiones firmes sobre la seguridad.
Los CSI fueron superiores al CGS en las medidas de la función pulmonar y el control del asma tanto en adultos como en niños con asma crónica. Hubo pocos estudios que informaran sobre la calidad de vida y la utilización de la asistencia sanitaria, lo que limitó la capacidad de evaluar adecuadamente los efectos relativos de estos fármacos en un rango más amplio de resultados. Aunque no hubo diferencias en los efectos adversos entre los CSI y el CGS, la mayoría de los ensayos fueron cortos y pueden no haber sido de duración suficiente para identificar los efectos a largo plazo. Nuestros resultados apoyan las declaraciones de consenso recientes en los EE.UU. y en otros lugares que favorecen el uso de CSI sobre CGS para el control del asma persistente.
Los corticosteroides inhalados (CSI) y el cromoglicato de sodio (CGS) se han establecido como medicamentos de control efectivos para los niños y adultos con asma, pero su eficacia relativa no está clara.
Comparar la efectividad relativa y los efectos adversos del CSI y el CGS en niños y adultos con asma crónica.
Búsqueda sistemática en el registro especial de ensayos controlados del Grupo Cochrane de Vías Respiratorias (Cochrane Airways Group) (hasta febrero de 2004), búsquedas manuales en las listas de referencias de los ensayos incluidos y en los documentos de revisión pertinentes, y solicitudes escritas de identificación de ensayos adicionales de los fabricantes farmacéuticos.
Ensayos controlados aleatorizados que comparan el efecto del CSI con el CGS en niños y adultos con asma crónica.
Tres revisores evaluaron de forma independiente la elegibilidad de todos los estudios. Los desacuerdos fueron resueltos por consenso. Se contactó a los autores de los ensayos para que proporcionaran los datos faltantes y para verificar los métodos. Se resumieron los estudios elegibles y se implementaron modelos de efectos fijos y aleatorios para agrupar los estudios. Se realizaron análisis separados para los estudios pediátricos y de adultos. Los análisis de subgrupos y los modelos de metarregresión se ajustaron para explorar la heterogeneidad de los resultados de la función pulmonar por el tipo de ECA, la categoría de la dosis de CSI o CGS, la gravedad del asma de los participantes y la calidad del estudio en los resultados.
De los 67 estudios identificados, fueron elegibles 17 ensayos que incluían a 1279 niños y ocho ensayos que incluían a 321 adultos con asma. Trece (76%) de los estudios pediátricos y seis (75%) de los estudios de adultos se consideraron de alta calidad. Entre los niños, los CSI se asociaron con un volumen espiratorio forzado medio final más alto en un segundo [VEF1] (diferencia de medias ponderada [DMP] 0,07 litros, intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,02 a 0,11) y una tasa de flujo espiratorio máximo final medio más alta [FEM] (DMP 17,3 litros/minuto, IC del 95%: 11,3 a 23,3) que el CGS. Además, los CSI se asociaron con menos exacerbaciones (DMP -1,18 exacerbaciones por año, IC del 95%: -2,15 a - 0,21), menores puntuaciones de los síntomas de asma y menos uso de broncodilatadores de rescate que el CGS. No hubo diferencias entre los grupos en la proporción de niños con efectos adversos. Entre los adultos, los CSI se asociaron de manera similar con una media final mayor del VEF1 (DMP 0,21 litros, IC del 95%: 0,13 a 0,28) y un FEM final mayor (DMP 28,2 litros/minuto, IC del 95%: 18,7 a 37,6) que el CGS. Los CSI también se asociaron con menos exacerbaciones (DMP -3,30 exacerbaciones por año, IC del 95%: -5,62 a -0,98), menores puntuaciones de los síntomas de asma entre los ensayos cruzados (cross-over) aunque no en los ensayos paralelos, y menos uso de broncodilatadores de rescate que el CGS. No hubo diferencias en la proporción de adultos con efectos adversos. En los análisis de subgrupos que incluían medidas de la función pulmonar, los estudios pediátricos y de adultos que se consideraron de alta calidad tuvieron resultados coherentes con los resultados generales. Las medidas de función pulmonar en los niños fueron mayores en los estudios con dosis medias de esteroides equivalentes al DPB que con dosis bajas de DPB, mientras que los estudios en adultos no pudieron ser comparados por la dosis de esteroides ya que todos incorporaron dosis similares. No hubo diferencias significativas en la función pulmonar según la gravedad del asma de los participantes en los estudios de adultos o niños.
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