Las personas con trastornos del espectro autista tienen dificultades en la comunicación, la conducta o la interacción social, y muchos también experimentan repuestas anormales a los sonidos. El propósito de esta revisión fue evaluar la evidencia de la efectividad del tratamiento en integración auditiva y tratamientos similares, que se han desarrollado para mejorar la sensibilidad acústica anormal en las conductas autistas en esos individuos. Siete estudios relativamente pequeños cumplieron con los criterios de inclusión. Éstos midieron en gran parte los diferentes resultados e informaron resultados contradictorios. Sólo se informó de los beneficios para los participantes que recibían terapia de integración auditiva en dos estudios, con 35 participantes, para dos resultados. Un estudio de la terapia Tomatis no midió los resultados conductuales y no encontró ninguna diferencia en el desarrollo del lenguaje entre los grupos de intervención y de control. Por lo tanto, no hay evidencia que apoye el uso de la terapia de integración auditiva u otras terapias de sonido en este momento.
No hay evidencia de que la terapia de integración auditiva u otras terapias de sonido sean eficaces como tratamientos para los trastornos del espectro autista. Como la síntesis de los datos existentes se ha visto limitada por la disparidad de las medidas de resultado utilizadas entre los estudios, no hay evidencia suficiente para demostrar que este tratamiento no es eficaz. Sin embargo, de los siete estudios con 182 participantes que se han notificado hasta la fecha, sólo dos (con un autor en común), con un total de 35 participantes, informan de mejoras estadísticamente significativas en el grupo de terapia de integración auditiva y sólo para dos medidas de resultado (lista de verificación de comportamientos aberrantes y lista de verificación de problemas auditivos de Fisher). Por lo tanto, no hay evidencia que apoye el uso de la terapia de integración auditiva en este momento.
La terapia de integración auditiva se desarrolló como una técnica para mejorar la sensibilidad al sonido anormal en personas con trastornos del comportamiento, incluidos los trastornos del espectro autista. Otras terapias de sonido que tienen similitudes con la terapia de integración auditiva son el Método Tomatis y la Terapia de Sonido Samonas.
Determinar la eficacia de la terapia de integración auditiva u otros métodos de terapia de sonido en personas con trastornos del espectro autista.
Para esta actualización, se realizaron búsquedas en las siguientes bases de datos en septiembre de 2010: CENTRAL (2010, número 2), MEDLINE (1950 hasta la segunda semana de septiembre de 2010), EMBASE (1980 hasta la 38ª semana de 2010), CINAHL (1937 hasta la actualidad), PsycINFO (1887 hasta la actualidad), ERIC (1966 hasta la actualidad), LILACS (septiembre de 2010) y las listas de referencia de los documentos publicados. Se encontró un nuevo estudio para su inclusión.
Ensayos controlados aleatorizados que incluyen adultos o niños con trastornos del espectro autista. El tratamiento fue la terapia de integración auditiva u otras terapias de sonido que implican escuchar música modificada por el filtrado y la modulación. Los grupos de control pueden ser sin tratamiento, en lista de espera, con la terapia habitual o con el equivalente a un placebo. Los resultados fueron cambios en las características básicas y asociadas de los trastornos del espectro autista, el procesamiento auditivo, la calidad de vida y los eventos adversos.
Al menos dos autores de la revisión independientes realizaron la extracción de datos. Todos los datos de resultados en los estudios incluidos eran continuos. Se calcularon las estimaciones de puntos y los errores estándar a partir de las puntuaciones de la prueba t y las medias de la post-intervención. El meta-análisis era inapropiado para los datos disponibles.
Se identificaron seis ensayos controlados aleatorizados de terapia de integración auditiva y uno de terapia Tomatis, con un total de 182 individuos de entre tres y 39 años. Dos fueron ensayos cruzados. Cinco ensayos tuvieron menos de 20 participantes. El ocultamiento de la asignación fue inadecuado en todos los estudios. Se utilizaron 20 medidas de resultado diferentes y sólo dos resultados fueron utilizados por tres o más estudios. No fue posible realizar un metaanálisis debido a la gran heterogeneidad o a la presentación de los datos en formas inutilizables. Tres estudios (Bettison 1996; Zollweg 1997; Mudford 2000) no demostraron ningún beneficio de la terapia de integración auditiva sobre las condiciones de control. Tres estudios (Veale 1993; Rimland 1995; Edelson 1999) informaron de mejoras a los tres meses para el grupo de terapia de integración auditiva basándose en la lista de verificación de conductas aberrantes, pero utilizaron una puntuación total en lugar de puntuaciones de subgrupos, lo que tiene una validez cuestionable, y los resultados de Veale no alcanzaron significación estadística. Rimland 1995 también informó de mejoras a los tres meses en el grupo de terapia de integración auditiva para las puntuaciones del subgrupo de la Lista de Comportamiento Aberrante. El estudio sobre la terapia Tomatis (Corbett 2008) describió una mejora en el lenguaje sin diferencias entre las condiciones de tratamiento y las de control y no informó sobre los resultados conductuales que se utilizaron en los ensayos de la terapia de integración auditiva.
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