Cuando las personas reciben implantes dentales en sus mandíbulas, normalmente esperan varios meses para que el hueso alrededor de los implantes se cure antes de que se fijen los dientes artificiales al implante. Durante este período utilizan dentaduras postizas removibles. Esta revisión examinó los efectos de la colocación de dientes artificiales el mismo día en el que se colocó el implante, o de forma temprana (después de solo seis semanas), en comparación con la demora habitual de al menos tres meses. Algunos estudios también compararon el diente artificial que se colocó de manera que no tocara el diente opuesto (carga no oclusal). La búsqueda de estudios se actualizó el 8 de junio 2012. La revisión no encontró evidencia de que la colocación de dientes artificiales, ya sea inmediatamente, después de seis semanas (temprana) o después de al menos tres meses (convencional), condujera a diferencias importantes en el fracaso del implante o del diente artificial, o en la cantidad de hueso que rodeaba al implante (cualquier pérdida de hueso sería una consecuencia indeseable). Se necesitan más estudios de investigación en este campo.
En general no hubo evidencia convincente de una diferencia clínicamente importante en cuanto al fracaso de la prótesis, el fracaso del implante o la pérdida de hueso asociada a los diferentes tiempos de carga de los implantes. La calidad de la evidencia se evaluó como muy baja debido al riesgo de sesgo alto e incierto de los estudios primarios y hay alguna evidencia de sesgo de informe, por lo que los médicos deben examinar estos hallazgos con cautela. Un alto valor de torque de inserción (al menos 35 Ncm) parece ser uno de los requisitos previos para que el procedimiento de carga inmediata/temprana tenga éxito. Se necesitan más ECA bien diseñados, que se deben informar según las guías CONSORT (www.consort-statement.org/), y recogerse en registros de ensayos.
Para minimizar el riesgo de fracaso de los implantes después de su colocación, los implantes dentales se mantienen sin carga durante tres a ocho meses para establecer la osteointegración (carga convencional). Sería beneficioso que el período de curación se acortara sin poner en peligro el éxito del implante. Hoy en día los implantes reciben carga temprano e incluso inmediatamente, y sería útil saber si hay diferencias en las tasas de éxito entre los implantes de carga inmediata y temprana, en comparación con los implantes de carga convencional.
Evaluar los efectos de (1) la carga inmediata (en el plazo de una semana), temprana (entre una semana y dos meses) y convencional (después de dos meses) de los implantes osteointegrados; (2) la carga inmediata oclusal versus la no oclusal y la carga temprana oclusal versus la no oclusal; (3) la carga directa versus la carga progresiva inmediata, temprana y convencional.
Se hicieron búsquedas en las siguientes bases de datos electrónicas: el Registro de Ensayos del Grupo Cochrane de Salud Oral (Cochrane Oral Health Group's Trials Register) (hasta el 8 de junio 2012), el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) (The Cochrane Library, 2012, Número 4), MEDLINE vía OVID (1946 hasta el 8 de junio 2012) y EMBASE vía OVID (1980 hasta el 8 de junio 2012). Se estableció contacto con los autores de los ensayos identificados para encontrar ensayos controlados aleatorizados (ECA) no publicados. No hubo restricciones en cuanto al idioma o fecha de publicación.
Todos los ECA de implantes dentales osteointegrados en forma de raíz, con un seguimiento de cuatro meses a un año, que compararon el mismo tipo de implante de forma inmediata, temprana o convencional, con carga oclusal o no o con carga progresiva o no. Las medidas de resultado fueron: fracaso de las prótesis e implantes y cambios en el nivel de hueso marginal radiográfico.
Dos autores de la revisión de forma independiente extrajeron los datos por duplicado. Se estableció contacto con los autores de los ensayos en busca de información faltante. Al menos dos autores de la revisión evaluaron el riesgo de sesgo para cada ensayo, y los datos se extrajeron de forma independiente y por duplicado. Los resultados se combinaron mediante modelos de efectos aleatorios con diferencias de medias (DM) para los resultados continuos y riesgos relativos (RR) para los resultados dicotómicos, con intervalos de confianza (IC) del 95%. Se elaboraron tablas de Resumen de los hallazgos para las principales conclusiones.
Se identificaron 45 ECA y, de éstos, se incluyeron 26 ensayos, con un total de 1217 participantes y 2120 implantes. Dos ensayos tuvieron bajo riesgo de sesgo, 12 tuvieron alto riesgo de sesgo y para los 12 restantes el riesgo de sesgo fue incierto. En nueve de los estudios incluidos no hubo fracasos de las prótesis en el primer año, no hubo fracasos de los implantes en siete estudios y la tasa media de fracasos de los implantes en los 26 ensayos fue de solo el 2,5%. En 15 ECA que compararon la carga inmediata con la convencional no hubo evidencia de una diferencia en el fracaso de la prótesis (RR 1,90; IC del 95%: 0,67 a 5,34; ocho ensayos) o el fracaso del implante (RR 1,50; IC del 95%: 0,60 a 3,77; diez ensayos) en el primer año, pero hay alguna evidencia de una pequeña reducción de la pérdida ósea a favor de la carga inmediata (DM -0,10 mm; IC del 95%: -0,20 a -0,01; p = 0,03; nueve ensayos), con cierta heterogeneidad (Tau² = 0,01; ji² = 14,37; gl = 8; p = 0,07; I² = 44%). Sin embargo, esta pequeña diferencia puede no ser clínicamente importante. De tres ECA que compararon la carga temprana con la carga convencional, no hay evidencia suficiente para determinar si hay o no una diferencia clínicamente importante en el fracaso de la prótesis, el fracaso del implante o la pérdida de hueso. Seis ECA compararon la carga inmediata y la temprana y no encontraron evidencia suficiente para determinar si hay o no una diferencia clínicamente importante en cuanto al fracaso de la prótesis, el fracaso del implante o la pérdida de hueso. En los dos ensayos que compararon la carga oclusal con la carga no oclusal no hay evidencia suficiente para determinar si existe una diferencia clínicamente importante en los resultados del fracaso de la prótesis, el fracaso del implante o la pérdida de hueso. No se identificaron ensayos que evaluaran la carga progresiva de los implantes.
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