Pregunta de la revisión
¿Cómo de eficaces son los pesarios (dispositivos mecánicos) para tratar el prolapso de órganos pélvicos en mujeres?
Antecedentes
Los órganos pélvicos como el útero, la vejiga o el intestino, se pueden proyectar hacia la vagina debido a la debilidad de los tejidos que habitualmente les sirven de apoyo. Esta protuberancia también se conoce como prolapso de órganos pélvicos. Las mujeres que experimentan prolapso comunican una amplia variedad de síntomas que afectan su calidad de vida. La opción de tratamiento de los síntomas del prolapso de órganos pélvicos está dictada en gran medida por la elección de la paciente, ya que las intervenciones de cambios en el estilo de vida, entrenamiento muscular del suelo pélvico (EMSP), los pesarios y la cirugía son muy diferentes y tienen diferentes riesgos de complicaciones. Los pesarios vaginales son la opción de tratamiento del prolapso que más se utiliza para restablecer los órganos prolapsados a su posición normal y, por lo tanto, aliviar los síntomas. Se puede usar un pesario vaginal para tratar las cuatro etapas del prolapso.
¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
Se buscaron estudios publicados hasta el 28 de enero de 2020.
Características de los estudios
Se encontraron cuatro estudios que incluyeron 478 mujeres con diferentes etapas del prolapso. Los cuatro estudios se realizaron en países de altos ingresos.
Resultados clave
Ninguno de los estudios informó si los síntomas del prolapso de las mujeres se habían resuelto completamente o no. No existe certeza acerca del efecto de los pesarios en comparación con ningún tratamiento en la mejora percibida de los síntomas del prolapso, y la cura o la mejora de los problemas sexuales. En los estudios que compararon los pesarios con ningún tratamiento no se encontró evidencia relacionada con el riesgo de hemorragia vaginal o dificultad para orinar.
No se sabe si los pesarios tienen algún efecto en la mejora de los síntomas del prolapso de las mujeres cuando se comparan con el EMSP. Tampoco existe certeza acerca del efecto de los pesarios en comparación con el EMSP sobre la calidad de vida de vida específica del prolapso y sobre los problemas sexuales. Los pesarios pueden dar lugar a un mayor riesgo de episodios adversos, que incluyen flujo vaginal, aumento de la incontinencia urinaria y erosión de las paredes vaginales, en comparación con el EMSP.
El pesario más el EMSP probablemente da lugar a que más mujeres perciban una mejora en sus síntomas de prolapso y en su calidad de vida específica del prolapso en comparación con solo el EMSP. En comparación con el EMSP solo, el pesario más el EMSP podría aumentar ligeramente el riesgo de sangrado vaginal anormal y el riesgo de tener dificultad para orinar para las mujeres que no tenían este problema antes de comenzar el tratamiento del prolapso, pero la evidencia es de muy baja certeza.
Certeza de la evidencia
En comparación con ningún tratamiento, la evidencia relativa a los pesarios se evaluó como de muy baja certeza debido al escaso número de mujeres que participaron en el estudio y a los problemas con la forma en que se llevó a cabo el ensayo. La evidencia relativa a los pesarios comparados con el EMSP, y a los pesarios más el EMSP comparados con solo EMSP, se evaluó como de certeza baja a moderada debido al escaso número de mujeres que participaron en el estudio y a los problemas con la forma en la que se realizó el ensayo.
Conclusiones de los autores
Cada uno de estos ensayos contiene un número pequeño de mujeres, lo que reduce la certeza de las conclusiones. No se sabe con certeza si los pesarios mejoran los síntomas del prolapso de los órganos pélvicos en las mujeres en comparación con ningún tratamiento o cuando se comparan con otro tratamiento activo como el EMSP, pero los pesarios junto con el EMSP, probablemente mejoran los síntomas de las mujeres y la calidad de vida específica del prolapso. No obstante, podría haber un mayor riesgo de episodios adversos con los pesarios en comparación con ningún tratamiento o con EMSP.
La revisión encontró dos estudios de evaluación económica que compararon el tratamiento con pesarios con intervenciones alternativas (EMSP, tratamiento expectante y procedimientos quirúrgicos).
Se puede consultar un resumen de algunos de los resultados de esta revisión aquí.
No se sabe con certeza si los pesarios mejoran los síntomas del prolapso de los órganos pélvicos en las mujeres en comparación con ningún tratamiento o el EMSP, pero los pesarios junto con el EMSP probablemente mejoran los síntomas de prolapso de los órganos pélvicos de las mujeres y la calidad de vida específica del prolapso. No obstante, podría haber un mayor riesgo de episodios adversos con los pesarios en comparación con el EMSP. Los ensayos futuros deben incorporar un número suficiente de mujeres y medir desenlaces clínicamente importantes como la calidad de vida específica del prolapso y la resolución de los síntomas del prolapso.
La revisión halló dos evaluaciones económicas relevantes. Una de ellas evaluó la relación de coste-efectividad del tratamiento con pesarios, la conducta expectante y las intervenciones quirúrgicas, y la otra comparó el tratamiento con pesarios con el EMSP.
El prolapso de órganos pélvicos es un problema frecuente en las mujeres. Alrededor del 40% de las mujeres sufrirán un prolapso en su vida, y se espera que la proporción aumente en consonancia con el envejecimiento de la población. Las mujeres experimentan varios síntomas problemáticos como consecuencia del prolapso, que incluyen una sensación de "algo que desciende" en la vagina, dolor, síntomas urinarios, síntomas intestinales y dificultades sexuales. El tratamiento para el prolapso incluye cirugía, entrenamiento muscular del suelo pélvico (EMSP) y pesarios vaginales. Los pesarios vaginales son dispositivos mecánicos pasivos diseñados para sujetar la vagina y mantener los órganos prolapsados en la posición anatómicamente correcta. Los pesarios más utilizados están hechos de cloruro de polivinilo, polietileno, silicona o látex. Los médicos utilizan con frecuencia los pesarios, y un gran número de ellos ofrecen un pesario como tratamiento de primera línea para el prolapso.
Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 2003 y actualizada por última vez en 2013.
Evaluar los efectos de los pesarios (dispositivos mecánicos) para el tratamiento del prolapso de órganos pélvicos en mujeres, y resumir los principales hallazgos de las evaluaciones económicas de esta intervención.
Se hicieron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Incontinencia, que contiene ensayos identificados a partir del Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL), MEDLINE, MEDLINE In-Process, MEDLINE Epub Ahead of Print, ClinicalTrials.gov, la ICTRP de la OMS y búsquedas manuales en revistas y actas de congresos (búsqueda realizada el 28 de enero de 2020). Se buscó en las listas de referencia de los artículos relevantes y se estableció contacto con los autores de los estudios incluidos.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados y cuasialeatorizados que incluyeron un pesario para el prolapso de órganos pélvicos en al menos un grupo del estudio.
Dos autores de la revisión de forma independiente evaluaron los resúmenes, extrajeron los datos, evaluaron el riesgo de sesgo y realizaron las evaluaciones GRADE con arbitraje de un tercer autor de la revisión cuando fue necesario.
Se incluyeron cuatro estudios con 478 mujeres con diferentes etapas del prolapso, realizados en países de ingresos altos. En un ensayo, solo seis de las 113 mujeres reclutadas consintieron ser asignadas al azar a una intervención y no se dispone de datos sobre esas seis mujeres. No fue posible realizar un metanálisis porque cada uno de los ensayos abordó una comparación diferente. Ninguno de los ensayos informó datos sobre la resolución percibida de los síntomas del prolapso, ni sobre los desenlaces psicológicos. Todos los estudios informaron datos sobre la mejoría percibida de los síntomas del prolapso.
En general los ensayos tuvieron alto riesgo de sesgo de realización debido a falta de cegamiento, y bajo riesgo de selección. La certeza de la evidencia se disminuyó debido a la imprecisión, a partir del escaso número de mujeres que participaron en los ensayos.
Pesarios versus ningún tratamiento: a los 12 meses de seguimiento, no existe certeza acerca del efecto de los pesarios en comparación con ningún tratamiento en la mejora percibida de los síntomas del prolapso (diferencia de medias [DM] en las puntuaciones del cuestionario -0,03; intervalo de confianza [IC] del 95%: -0,61 a 0,55; 27 mujeres; un estudio; evidencia de certeza muy baja) y en la cura o mejoría de los problemas sexuales (DM -0,29; IC del 95%: -1,67 a 1,09; 27 mujeres; un estudio; evidencia de certeza muy baja). En esta comparación no se encontró evidencia relacionada con la calidad de vida específica del prolapso o con el número de mujeres que experimentan episodios adversos (sangrado vaginal anormal o dificultad de evacuación de novo).
Pesarios versus entrenamiento muscular del suelo pélvico (EMSP): a los 12 meses de seguimiento, no se sabe si existe una diferencia entre los pesarios y el EMSP en cuanto a la mejora percibida por la mujer de los síntomas del prolapso (DM -9,60; IC del 95%: -22,53 a 3,33; 137 mujeres; evidencia de certeza baja); la calidad de vida específica del prolapso (DM -3,30; IC del 95%: -8,70 a 15,30; un estudio; 116 mujeres; evidencia de certeza baja) y la cura o mejoría de los problemas sexuales (DM -2,30; IC del 95%: -5,20 a 0,60; un estudio; 48 mujeres; evidencia de certeza baja). Los pesarios podrían suponer un gran aumento del riesgo de episodios adversos en comparación con el EMSP (RR 75,25; IC del 95%: 4,70 a 1205,45; un estudio, 97 mujeres; evidencia de certeza baja). Los episodios adversos incluyeron el aumento del flujo vaginal o el aumento de la incontinencia urinaria o la erosión o irritación de las paredes vaginales.
Pesarios más EMSP versus EMSP solo: a los 12 meses de seguimiento, los pesarios más el EMSP probablemente dan lugar a que más mujeres perciban una mejora en sus síntomas de prolapso en comparación con el EMSP solo (RR 2,15; IC del 95%: 1,58 a 2,94; un estudio; 260 mujeres; evidencia de certeza moderada). A los 12 meses de seguimiento, el pesario más el EMSP probablemente mejora la calidad de vida específica del prolapso de la mujer en comparación con el EMSP solo (puntuación POPIQ mediana [rango intercuartil (IQR)]: pesario más EMSP 0,3 (0 a 22,2); 132 mujeres; EMSP solo 8,9 (0 a 64,9); 128 mujeres; p = 0,02; evidencia de certeza moderada). Los pesarios más el EMSP podrían aumentar ligeramente el riesgo de sangrado vaginal anormal en comparación con el EMSP solo (RR 2,18; IC del 95%: 0,69 a 6,91; un estudio, 260 mujeres; evidencia de certeza baja). No se sabe si los pesarios más el EMSP tienen algún efecto sobre el riesgo de dificultad de evacuación de novo en comparación con el EMSP solo (RR 1,32; IC del 95%: 0,54 a 3,19; un estudio, 189 mujeres; evidencia de certeza baja).
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.