Oximetría de pulso fetal para la evaluación del feto en el trabajo de parto

El uso de la oximetría de pulso fetal para evaluar el bienestar del feto durante el trabajo de parto no cambia las tasas generales de cesárea.

Durante el trabajo de parto, el bienestar del feto se puede evaluar de forma intermitente mediante un estetoscopio de Pinard o un monitor manual para escuchar la frecuencia cardíaca, o de forma continua mediante una cardiotocografía (CTG), en ocasiones llamada monitorización fetal electrónica (MFE). También hay otras pruebas que se pueden utilizar si se cree que al feto le falta oxígeno, como el análisis de la sangre del feto en una muestra tomada de la cabeza o las nalgas del feto, o a través del registro de la actividad eléctrica del corazón mediante un electrocardiograma (ECG). La oximetría de pulso fetal mide cuánto oxígeno lleva la sangre del feto. Utiliza una sonda que se coloca en la cabeza del feto mientras está en el útero y la vagina durante el trabajo de parto. Se dice que la sonda no interfiere con la movilidad de la mujer durante el trabajo de parto. Esta revisión examinó la oximetría de pulso fetal y encontró ensayos que utilizaron esta prueba junto con una CTG. Comparamos los resultados de la oximetría y la CTG combinadas, con los resultados en los que solo se había utilizado la CTG, o una combinación de CTG y ECG fetal.

La revisión identificó siete ensayos con 8013 mujeres. La oximetría de pulso fetal más la CTG no mostraron diferencias en las tasas de cesárea en general, ni en la salud de la madre o del recién nacido, en comparación con la CTG sola. Si había preocupación por el bienestar del feto antes de que se colocara la sonda de oximetría de pulso fetal, el uso de la oximetría de pulso fetal redujo las cesáreas realizadas debido al bienestar fetal. El único ensayo de oximetría con CTG en comparación con CTG y ECG fetal mostró un aumento en la tasa de cesáreas en el grupo de oximetría. En dos de los ensayos, la compañía que fabrica las máquinas de oximetría de pulso fetal proporcionó algún financiamiento. Se necesita un método mejor que la oximetría de pulso fetal para comprobar el bienestar fetal durante el trabajo de parto.

Conclusiones de los autores: 

La adición de la oximetría de pulso fetal no reduce las tasas generales de cesárea. Un estudio encontró una mayor tasa de cesárea en el grupo monitoreado con oximetría de pulso fetal más CTG, en comparación con el ECG fetal más CTG. Los datos proporcionan un apoyo limitado al uso de la oximetría de pulso fetal cuando se utiliza en presencia de una CTG no tranquilizadora, para reducir la cesárea por un estado fetal no tranquilizador. Se necesita un método mejor que la pulsioximetría para mejorar la evaluación general del bienestar fetal durante el trabajo de parto.

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Antecedentes: 

El uso de la monitorización cardiotocográfica convencional (CTG) del bienestar del feto durante el trabajo de parto se asocia con un aumento de la tasa de cesáreas, en comparación con la auscultación intermitente de la frecuencia cardíaca fetal, y da lugar a una reducción de las convulsiones neonatales, aunque no hay diferencias en otros resultados neonatales. Para mejorar la sensibilidad de esta prueba y, por lo tanto, reducir el número de cesáreas realizadas por un estado fetal no tranquilizador, se han considerado varias medidas adicionales de evaluación del bienestar fetal. Dichas pruebas han demostrado cierto efecto en la reducción de las tasas de cesáreas, por ejemplo, la toma de muestras de sangre del cuero cabelludo del feto para la estimación del pH/medición del lactato. La adaptación de la pulsioximetría para su uso en el feto podría contribuir a mejorar la evaluación durante el trabajo de parto y, por lo tanto, a reducir las cesáreas por un estado fetal no tranquilizador, sin cambios en los resultados neonatales.

Objetivos: 

Comparar la efectividad y seguridad de la oximetría de pulso intraparto fetal con otras técnicas de vigilancia.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group, 31 de marzo 2014), se estableció contacto con expertos en el tema y se revisaron las listas de referencias de los estudios obtenidos. En versiones anteriores de esta revisión se realizaron búsquedas adicionales en MEDLINE, Embase y Current Contents. Estas búsquedas se interrumpieron para esta actualización de la revisión, ya que no fue posible identificar de manera sistemática ensayos que no estuvieran en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group).

Criterios de selección: 

Todos los ensayos controlados aleatorizados publicados y no publicados que compararon los resultados maternos y fetales cuando se utilizó la oximetría de pulso fetal en el trabajo de parto, (i) con o sin el uso simultáneo de vigilancia fetal convencional, es decir, cardiotocografía (CTG), en comparación con el uso de la CTG sola o (ii) con o sin el uso simultáneo de CTG y de otro(s) método(s) de vigilancia fetal, como la electrocardiografía (ECG) fetal más la CTG.

Obtención y análisis de los datos: 

Al menos dos autor de la revisión independientes realizaron la extracción de datos. Se solicitó información adicional de los investigadores del único ensayo informado.

Resultados principales: 

Se incluyeron siete ensayos publicados: seis que compararon la oximetría de pulso fetal y la CTG con la CTG sola (o cuando se cegaron los valores de la oximetría de pulso fetal) y uno que comparó la oximetría de pulso fetal más la CTG con el ECG fetal más la CTG. Los ensayos publicados, con algunos datos no publicados, presentaron un alto riesgo de sesgo en cuanto a la naturaleza poco práctica del cegamiento de los participantes y los médicos, así como un alto riesgo o un riesgo de sesgo incierto para el evaluador de resultados en todos los informes menos uno. El sesgo de selección, el sesgo de desgaste, el sesgo de informe y otras fuentes de sesgo fueron bajos o inciertos. Los ensayos informaron sobre 8013 embarazos. Los diferentes criterios de entrada requirieron análisis separados, en lugar de un metanálisis de todos los ensayos.

La revisión sistemática de cuatro ensayos de 34 semanas que no requerían muestreo de sangre fetal (MSF) antes del ingreso al estudio no mostró evidencia de diferencias en la tasa general de cesáreas entre los que se monitorizaron con oximetría fetal y los que no se monitorizaron con oximetría de pulso fetal, ni para los que los resultados de la oximetría de pulso fetal se enmascararon (riesgo relativo [RR] promedio 0,99 mediante efectos aleatorios, intervalos de confianza [IC] del 95%: 0,86 a 1,13; n = 4008, I² = 45%). Hubo evidencia de un mayor riesgo de cesárea en el grupo con oximetría fetal más CTG que en el grupo con ECG fetal más CTG (un estudio, n = 180; RR 1,56; IC del 95%: 1,06 a 2,29). Las convulsiones neonatales y la encefalopatía neonatal fueron poco frecuentes en ambos grupos. Ningún estudio informó de los detalles de la discapacidad a largo plazo.

Hubo evidencia de una disminución de la cesárea por estado fetal no tranquilizador en el grupo de oximetría de pulso fetal más CTG en comparación con el grupo de CTG, edad gestacional a partir de las 34 semanas (RR promedio [efectos aleatorios] 0,65; IC del 95%: 0,46 a 0,90; n = 4008, I² = 63%). No hubo evidencia de diferencias entre los grupos en cuanto a la cesárea por distocia, aunque las tasas de incidencia general variaron entre los ensayos.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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