No hay evidencia suficiente sobre las intervenciones no quirúrgicas para tratar las hemorroides problemáticas durante el embarazo ni durante las primeras semanas posteriores al parto (puerperio).
Las hemorroides son venas inflamadas en el recto (ano). Normalmente ayudan a vaciar el recto y previenen pérdidas involuntarias. Si se inflaman en el embarazo, pueden causar dolor, picor, sensación de ardor y en ocasiones sangrando. En general estos problemas se resuelven después del parto. La incidencia es baja en países donde la dieta se basa principalmente en fibras. Los tratamientos no quirúrgicos durante el embarazo incluyen aumento de la ingesta de fibras en la dieta y medicamentos para mejorar la circulación o aliviar el dolor. La revisión de dos ensayos, en los que participaron 150 mujeres, no encontró estudios sobre modificaciones dietéticas, pero sí información sobre algunos medicamentos que parecían prometedores, pero de los que no hubo datos suficientes. Se necesitan más estudios de investigación.
Aunque el tratamiento con hidroxietilrutósidos orales parece prometedor para el alivio de los síntomas en las hemorroides de primer y segundo grado, su uso no se puede recomendar hasta que nueva evidencia proporcione confianza a las mujeres y sus médicos sobre su seguridad. Los enfoques utilizados con más frecuencia, como las modificaciones dietéticas y los tratamientos locales, no se evaluaron de forma adecuada durante el embarazo ni el puerperio.
Las hemorroides son venas inflamadas en el ano o cerca de él, normalmente asintomáticas. No constituyen una enfermedad, a menos que se vuelvan sintomáticas. El embarazo y el puerperio predisponen a las hemorroides sintomáticas, siendo la enfermedad ano-rectal más frecuente en estas etapas. Los síntomas suelen ser leves y transitorios e incluyen sangrado intermitente por el ano y dolor. Dependiendo del grado de dolor, la calidad de vida se puede ver afectada, variando desde una leve molestia hasta una verdadera dificultad para afrontar las actividades de la vida cotidiana. El tratamiento durante el embarazo está dirigido principalmente al alivio de los síntomas, especialmente al control del dolor. El llamado tratamiento conservador incluye modificaciones dietéticas, estimulantes o inhibidores del tránsito intestinal, tratamiento local y flebotónicos (fármacos que provocan una disminución de la fragilidad capilar, mejorando la microcirculación en la insuficiencia venosa). En muchas mujeres, los síntomas se resolverán espontáneamente poco después del parto, por lo que cualquier tratamiento correctivo por lo general se posterga hasta después del mismo. Por lo tanto, el objetivo de esta revisión es evaluar la eficacia del tratamiento conservador de las hemorroides durante el embarazo y el puerperio.
Determinar los posibles efectos beneficiosos, riesgos y efectos secundarios del tratamiento conservador de las hemorroides sintomáticas durante el embarazo y el puerperio.
Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (marzo de 2010).
Ensayos controlados aleatorizados que compararan cualquier tratamiento conservador para las hemorroides sintomáticas durante el embarazo y el puerperio (como modificaciones dietéticas, estimulantes/inhibidores del tránsito intestinal, tratamientos locales, fármacos que mejoran la microcirculación en la insuficiencia venosa) con placebo o ningún tratamiento.
Dos autores de la revisión realizaron de forma independiente una evaluación metodológica para decidir qué estudios debían incluirse/excluirse de la revisión y extrajeron los datos.
De diez estudios potencialmente elegibles, se incluyeron dos en esta revisión (150 mujeres). Ambos compararon rutósidos orales con placebo. Los rutósidos parecen ser efectivos para reducir los signos identificados por el profesional sanitario, y los síntomas y signos comunicados por la mujer, de enfermedad hemorroidal. Para el desenlace de ninguna respuesta al tratamiento: razón de riesgos 0,07; intervalo de confianza del 95%: 0,03 a 0,20. Con respecto a los desenlaces perinatales, se informó una muerte fetal y una malformación congénita (posiblemente no relacionadas con la exposición) en el grupo control y de tratamiento, respectivamente.
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