El síndrome de anorexia-caquexia (SAC) es un problema clínico común que se caracteriza por la pérdida de apetito y la pérdida de peso. Este síndrome es frecuente en pacientes que presentan cáncer avanzado, SIDA y otras enfermedades. Actualmente el SAC es incurable.
El acetato de megestrol (AM) está clasificado como una hormona femenina y se toma por vía oral. Actualmente se utiliza para mejorar el apetito y aumentar el peso en el SAC.
Esta revisión actualizada muestra que:
- el AM mejora el apetito y tiene un efecto pequeño sobre el aumento de peso;
- el AM no mejora la calidad de vida;
- los efectos secundarios son más frecuentes en los pacientes tratados con AM.
Esta revisión muestra que el AM se asocia con un mayor riesgo de coágulos sanguíneos (que pueden provocar edema, dolor o enrojecimiento de una extremidad y no de la otra, dificultad súbita para respirar, cefalea intensa o cambios en la visión), retención de líquidos (que provoca edema de los pies o manos) y muerte.
En los pacientes que reciben AM, aproximadamente uno de cada cuatro presentará aumento del apetito, uno de 12 presentará aumento de peso y uno de 23 morirá.
Están disponibles datos limitados con respecto a la seguridad del uso de AM, especialmente a largo plazo.
Esta revisión muestra que el AM mejora el apetito y se asocia con un ligero aumento de peso en los pacientes con cáncer, SIDA y otras enfermedades subyacentes. A pesar de que estos pacientes reciben cuidados paliativos deben estar informados de los riesgos relacionados con la administración de AM.
Esta es una versión actualizada de una revisión publicada anteriormente en la Cochrane Library (2005, número 2) sobre "Acetato de megestrol para el tratamiento del síndrome de anorexia-caquexia". El acetato de megestrol (AM) se utiliza actualmente para mejorar el apetito y aumentar el peso en pacientes con anorexia asociada con el cáncer. En 1993, el AM fue aprobado por la Food and Drug Administration de los EE.UU. para el tratamiento de la anorexia, la caquexia o la pérdida de peso no explicada en pacientes con SIDA. El mecanismo por el cual el AM aumenta el apetito no se conoce y su efectividad para la anorexia y la caquexia en los pacientes con neoplasias y SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) está bajo investigación.
Evaluar la eficacia, la efectividad y la seguridad del AM para paliar el síndrome de anorexia-caquexia en pacientes con cáncer, SIDA y otras enfermedades subyacentes.
Se realizó una búsqueda extensa de estudios en bases de datos electrónicas, revistas, listas de referencias, contacto con investigadores y otras estrategias de búsqueda esbozadas en los métodos. La búsqueda más reciente para esta actualización se realizó en mayo de 2012.
Los estudios se incluyeron en la revisión si evaluaron AM comparado con placebo u otros tratamientos farmacológicos en ensayos controlados aleatorizados en pacientes con un diagnóstico clínico de síndrome de anorexia-caquexia relacionado con el cáncer, el SIDA u otras enfermedades subyacentes.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, realizaron la extracción de datos y evaluaron la calidad metodológica. Se realizaron análisis cuantitativos y se utilizaron el apetito y la calidad de vida como variables dicotómicas y el aumento de peso se analizó como variable continua y dicotómica.
En esta actualización se incluyeron 35 ensayos, el mismo número pero no los mismos ensayos de la versión anterior de la revisión. Los ensayos incluyeron 3963 pacientes para la efectividad y 3180 para la seguridad. Dieciséis ensayos compararon AM a diferentes dosis con placebo, siete ensayos compararon diferentes dosis de AM con otros tratamientos farmacológicos y diez ensayos compararon dosis diferentes de AM. El metanálisis mostró un efecto beneficioso del AM comparado con placebo, en particular con respecto a la mejoría del apetito y el aumento de peso en el cáncer, el SIDA y otras enfermedades subyacentes y una falta de efectos beneficiosos en los mismos pacientes cuando el AM se comparó con otros fármacos. No hubo información suficiente para definir la dosis óptima de AM, pero las dosis mayores se relacionaron más con una mejoría del peso que las dosis inferiores. Solamente se observó mejoría en la calidad de vida de los pacientes cuando se comparó AM versus placebo, pero no con otros fármacos en ambas subcategorías: cáncer y SIDA. El edema, los eventos tromboembólicos y las muertes fueron más frecuentes en los pacientes tratados con AM. Se estudiaron más de 40 efectos secundarios.
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