La luxación anterior aguda de hombro se produce cuando el extremo superior del húmero (el hueso de la parte superior del brazo) es empujado fuera de la cavidad articular en dirección hacia delante, normalmente como resultado de un accidente como una caída. El tratamiento inicial requiere recolocar la articulación. El tratamiento posterior puede ser no quirúrgico, consistente en colocar el brazo en un cabestrillo seguido de ejercicios, o quirúrgico, consistente en reparar las estructuras dañadas o limpiar el espacio articular.
Esta revisión incluyó cuatro ensayos con 163 participantes que eran principalmente hombres adultos jóvenes activos. Todos habían tenido una luxación anterior primaria (por primera vez) de hombro como resultado de una lesión. La calidad metodológica de los ensayos fue variable. En tres ensayos se encontró que un número similar de personas volvieron a sus actividades anteriores, como los deberes militares activos y los deportes. El otro ensayo determinó que un número significativamente menor de personas del grupo quirúrgico no alcanzaba los niveles anteriores de actividad deportiva.
Los resultados agrupados de los tres ensayos que se informaron en su totalidad (124 participantes) mostraron que la inestabilidad posterior, ya sea una nueva luxación o subluxación (luxación parcial), fue significativamente menos frecuente en el grupo quirúrgico. La mitad (17/33) de los pacientes con inestabilidad del hombro tratados de forma conservadora en estos tres ensayos optaron por la cirugía posterior. La funcionalidad, medida de diferentes maneras en los cuatro ensayos, fue generalmente mejor en los tratados quirúrgicamente. La única complicación del tratamiento notificada fue una articulación infectada en un paciente tratado quirúrgicamente.
Esta revisión encontró que los jóvenes muy activos tenían menos probabilidades de tener un hombro inestable cuando eran tratados quirúrgicamente después de una luxación anterior aguda de hombro.
La evidencia limitada apoya la cirugía primaria para los adultos jóvenes, generalmente varones, que realizan actividades físicas muy exigentes y que han sufrido su primera luxación traumática aguda de hombro. No hay evidencia disponible para determinar qué tratamiento es mejor para otros grupos de pacientes.
Se necesitan ensayos aleatorizados de buena calidad, con suficiente poder estadístico y bien informados, que comparen el tratamiento quirúrgico con el tratamiento conservador para estas lesiones, incluso en personas con menor riesgo de recurrencia. También se requiere una vigilancia a largo plazo de los desenlaces, observando los trastornos del hombro, incluida la artrosis.
La luxación anterior aguda es el tipo más común de luxación de hombro. Posteriormente, el hombro se vuelve menos estable y más susceptible a una nueva luxación, especialmente en los adultos jóvenes activos.
Comparar el tratamiento quirúrgico versus el no quirúrgico para la luxación anterior aguda de hombro.
Se realizaron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Lesiones óseas, articulares y musculares (Cochrane Bone, Joint and Muscle Trauma Group) (14 de agosto de 2009), La Biblioteca Cochrane (2009, número 3), MEDLINE (1950 hasta agosto de 2009), en EMBASE (1980 hasta agosto de 2009), bases de datos de registro de ensayos, resúmenes de congresos y listas de referencias de artículos.
Ensayos controlados aleatorizados o cuasialeatorizados que compararan intervenciones quirúrgicas con conservadoras.
Ambos autores seleccionaron de forma independiente los ensayos, evaluaron la calidad metodológica y extrajeron los datos. Cuando se consideró oportuno, se agruparon los resultados.
En los cuatro estudios incluidos participaron 163 personas, principalmente hombres adultos jóvenes activos. Todos habían tenido una luxación anterior traumática primaria (por primera vez) de hombro. La calidad metodológica fue variable.
Todos los participantes de un ensayo retornaron al servicio militar activo. Dos ensayos informaron, respectivamente, de cifras similares de reducción de la participación en los deportes o de no retorno a las actividades anteriores. El otro ensayo, que tuvo un informe inadecuado, determinó que un número significativamente menor de personas del grupo quirúrgico no alcanzó los niveles anteriores de actividad deportiva.
Los resultados agrupados de los cuatro ensayos mostraron que la inestabilidad posterior, ya sea una nueva luxación o subluxación, fue significativamente menos frecuente desde el punto de vista estadístico en el grupo quirúrgico (razón de riesgos 0,25; intervalo de confianza del 95%: 0,14 a 0,44). Este resultado siguió siendo estadísticamente significativo (razón de riesgos 0,32; intervalo de confianza del 95%: 0,17 a 0,59) en los tres ensayos informados en su totalidad. La mitad (17/33) de los pacientes con inestabilidad del hombro tratados de forma conservadora en estos tres ensayos optaron por la cirugía posterior.
En estos ensayos se registraron diferentes medidas de evaluación funcional del hombro, principalmente calificadas por los pacientes. Los resultados fueron más favorables, por lo general de forma estadísticamente significativa, en los tratados quirúrgicamente.
La única complicación notificada fue una articulación séptica en un paciente tratado quirúrgicamente. No hubo información sobre el dolor del hombro, las complicaciones a largo plazo o el uso de recursos.
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