Antecedentes y pregunta de la revisión
Los programas educativos escolares para la prevención del abuso sexual infantil se han realizado a gran escala en algunos países. Se revisaron las pruebas de la efectividad de estos programas en las siguientes áreas: (i) aptitudes infantiles en los comportamientos protectores; (ii) conocimiento infantil de los conceptos de prevención del abuso sexual infantil; (iii) retención infantil de los comportamientos protectores con el transcurso del tiempo; (iv) retención del conocimiento con el transcurso del tiempo; (v) ansiedad o temor infantil o de los padres como resultado de la participación en programas; y (vi) revelaciones de abuso sexual infantil anterior o actual durante o después de los programas. Las pruebas están actualizadas hasta septiembre 2014.
Características de los estudios
Esta revisión incluyó 24 estudios, realizados con un total de 5802 participantes en escuelas de primaria y secundaria en los Estados Unidos, Canadá, China, Alemania, España, Taiwán y Turquía. La duración de las intervenciones varió de una única sesión de 45 minutos a ocho sesiones de 20 minutos en días consecutivos. Aunque se utilizó una variedad amplia de programas hubo muchos elementos comunes que incluyeron la enseñanza de las reglas de seguridad, la propiedad corporal, las partes privadas del cuerpo, distinguir los tipos de tocamientos y los tipos de secretos y a quién contarle. Los formatos de administración de los programas incluyeron películas, video o DVD, funciones teatrales y presentaciones en multimedia. Otros recursos utilizados incluyeron canciones, títeres, viñetas y libros para colorear. Los métodos didácticos utilizados para la administración incluyeron el ensayo, la práctica, la representación de roles, la discusión y la retroalimentación.
Resultados clave
Esta revisión encontró pruebas de que los programas escolares de prevención del abuso sexual fueron eficaces para aumentar las aptitudes de los participantes en los comportamientos protectores y el conocimiento de los conceptos de prevención del abuso sexual (medidos según cuestionarios o viñetas). La adquisición de conocimiento (medida según cuestionarios) no se redujo significativamente de uno a seis meses después de la intervención en los grupos de intervención o control. En cuanto a los efectos perjudiciales, no hubo pruebas de que los programas aumentaran o redujeran la ansiedad o el temor infantil. Ningún estudio midió la ansiedad o el miedo de los padres. Los niños expuestos a un programa de prevención del abuso sexual infantil tuvieron mayores probabilidades de revelar el abuso que los niños que no estuvieron expuestos; sin embargo, hubo más confianza acerca de este efecto cuando el análisis se ajustó para considerar el agrupamiento de los participantes en aulas o escuelas. Los estudios aún no han medido de forma adecuada los efectos beneficiosos a largo plazo de los programas en cuanto a reducir la incidencia o la prevalencia (o ambas) del abuso sexual infantil en los participantes en el programa.
Calidad de la evidencia
La calidad de las pruebas de todos los resultados incluidos en los metanálisis (al combinar los datos) fue moderada. La calidad estuvo comprometida en cerca de la mitad de los estudios incluidos debido a métodos subóptimos de recogida de datos de los resultados de los estudios y un análisis inapropiado de los datos.
Los estudios incluidos en esta revisión muestran pruebas de mejorías en los comportamientos protectores y el conocimiento entre los niños expuestos a los programas escolares, independientemente del tipo de programa. Los resultados podrían haber sido diferentes de haber tenido los CCI verdaderos o si hubieran estado disponibles los resultados ajustados por el agrupamiento. Hay pruebas de que el conocimiento infantil no se deteriora con el transcurso del tiempo, aunque se necesitan estudios de investigación adicionales con seguimiento a más largo plazo. La participación en programas no genera un aumento o disminución en la ansiedad o el temor infantil; sin embargo, es necesario monitorizar continuamente los efectos positivos y negativos a corto y a largo plazo. Los resultados muestran que la participación en programas puede aumentar las probabilidades de revelación; sin embargo, se necesitan más evaluaciones de programas para obtener de forma sistemática dichos datos. Se necesitan estudios de investigación adicionales de los moderadores de los efectos del programa junto con estudios longitudinales y de conexión de datos que puedan evaluar la prevención real del abuso sexual infantil.
El abuso sexual infantil es un problema mundial significativo en cuanto a la magnitud y las secuelas. La estrategia de prevención primaria más ampliamente utilizada ha sido proporcionar programas educativos escolares. Aunque estos programas se han proporcionado en las escuelas desde los años ochenta, su efectividad requiere un escrutinio continuo.
Evaluar de forma sistemática las pruebas de la efectividad de los programas educativos escolares para la prevención del abuso sexual infantil. Específicamente, evaluar si: los programas son efectivos para mejorar los comportamientos protectores de los estudiantes y el conocimiento acerca de la prevención del abuso sexual; los comportamientos y las aptitudes se mantienen con el transcurso del tiempo; y la participación da lugar a revelaciones del abuso sexual, produce efectos perjudiciales, o ambos.
En septiembre 2014, se hicieron búsquedas en CENTRAL, Ovid MEDLINE, EMBASE y en otras 11 bases de datos. También se buscó en dos registros de ensayos y se examinaron las listas de referencias de revisiones anteriores para obtener ensayos adicionales.
Se seleccionaron los ensayos controlados aleatorios (ECA), los ECA grupales y los ensayos cuasialeatorios de intervenciones educativas escolares para la prevención del abuso sexual infantil en comparación con otra intervención o ninguna intervención.
Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente la elegibilidad de los ensayos para inclusión, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo. Se resumieron los datos para seis resultados: comportamientos protectores; conocimiento sobre abuso sexual o conceptos de prevención del abuso sexual; retención de los comportamientos protectores con el transcurso del tiempo; retención del conocimiento con el transcurso del tiempo; efectos perjudiciales; y revelaciones del abuso sexual.
Ésta es una actualización de una revisión Cochrane que incluye 15 ensayos (hasta agosto de 2006). Se identificaron 10 ensayos adicionales para el período hasta septiembre 2014. Se excluyó un ensayo de la revisión original. Por lo tanto, esta actualización incluye un total de 24 ensayos (5802 participantes). Se realizaron varios metanálisis. Más de la mitad de los ensayos en cada metanálisis tuvo errores en la unidad de análisis.
1. El metanálisis de dos ensayos (n = 102) que evaluaron los comportamientos protectores favoreció a la intervención (odds ratio [OR] 5,71; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,98 a 16,51), con heterogeneidad límite baja a moderada (Chi² = 1,37; gl = 1, valor de p = 0,24, I² = 27%, Tau² = 0,16). Los resultados no cambiaron cuando se hicieron ajustes mediante los coeficientes de correlación intraclase (CCI) para corregir los errores en los estudios cuando los datos se analizaron sin considerar el agrupamiento de los estudiantes en aulas o escuelas.
2. El metanálisis de 18 ensayos (n = 4657) que evaluaron el conocimiento según un cuestionario favoreció la intervención (diferencia de medias estandarizada [DME] 0,61; IC del 95%: 0,45 a 0,78), pero hubo heterogeneidad significativa (Chi² = 104,76; gl = 17, valor de p < 0,00001, I² = 84%, Tau² = 0,10). Los resultados no cambiaron cuando se ajustó por el agrupamiento (CCI: 0,1; DME 0,66; IC del 95%: 0,51 a 0,81; CCI: 0,2; DME 0,63; IC del 95%: 0,50 a 0,77).
3. El metanálisis de 11 ensayos (n = 1688) que evaluaron el conocimiento según viñetas favoreció a la intervención (DME 0,45; IC del 95%: 0,24 a 0,65), pero hubo heterogeneidad significativa (Chi² = 34,25; gl = 10; valor de p < 0,0002; I² = 71%; Tau² = 0,08). Los resultados no cambiaron cuando se ajustó por el agrupamiento (CCI: 0,1; DME 0,53; IC del 95%: 0,32 a 0,74; CCI: 0,2; DME 0,60; IC del 95%: 0,31 a 0,89).
4. En el metanálisis para la retención del conocimiento con el transcurso del tiempo se incluyeron cuatro ensayos. El efecto de la intervención pareció persistir más allá de la evaluación inmediata (DME 0,78; IC del 95%: 0,38 a 1,17; I² = 84%, Tau² = 0,13, valor de p = 0,0003; n = 956) a los seis meses (DME 0,69; IC del 95%: 0,51 a 0,87; I² = 25%; Tau² = 0,01, valor de p = 0,26; n = 929). Los resultados no cambiaron cuando se hicieron ajustes mediante los CCI.
5. En el metanálisis para los efectos adversos (efectos perjudiciales) que se manifestaron como ansiedad o temor infantil se incluyeron tres estudios. Los resultados no mostraron un aumento o disminución en la ansiedad o el temor en los participantes del grupo de intervención (DME -0,08; IC del 95%: -0,22 a 0,07; n = 795) y no hubo heterogeneidad (I² = 0%, valor de p = 0,79; n=795). Los resultados no cambiaron cuando se hicieron ajustes mediante los CCI.
6. En el metanálisis para la revelación del abuso sexual anterior o actual se incluyeron tres estudios (n = 1788). Los resultados favorecieron a la intervención (OR 3,56; IC del 95%: 1,13 a 11,24), y no hubo heterogeneidad (I² = 0%; valor de p = 0,84). Sin embargo, el ajuste por el efecto del agrupamiento tuvo el efecto de ampliar los intervalos de confianza alrededor del OR (ICC: 0,1; OR 3,04; IC del 95%: 0,75 a 12,33; CCI: 0,2; OR 2,95; IC del 95%: 0,69 a 12,61).
En los estudios incluidos no se proporcionó información suficiente para realizar los análisis de subgrupos planificados y no hubo estudios suficientes para realizar análisis significativos.
La calidad de las pruebas de todos los resultados incluidos en los metanálisis fue moderada debido al riesgo incierto de sesgo de selección entre la mayoría de los estudios, el riesgo alto o incierto de sesgo de detección entre más de la mitad de los estudios incluidos y el riesgo alto o incierto de sesgo de desgaste entre la mayoría de los estudios. Los resultados deben interpretarse con precaución.