Antagonistas de los receptores de oxitocina para la inhibición del trabajo de parto prematuro

Los fármacos tocolíticos suprimen el trabajo de parto prematuro y tienen el potencial de posponer el parto el tiempo suficiente para, con suerte, mejorar el resultado del recién nacido. Esta demora puede permitir el crecimiento y la maduración normal del recién nacido, o dar tiempo a la administración de sulfato de magnesio para reducir el riesgo de parálisis cerebral y de corticoesteroides para ayudar a los pulmones y otros órganos del feto a madurar. También pueden brindar la oportunidad, si es necesario, de trasladar a la madre a un hospital que tenga instalaciones para proporcionar cuidados intensivos neonatales. Sin embargo, la prolongación del embarazo puede tener resultados adversos para el recién nacido, por lo que es importante evaluar los resultados del recién nacido junto con la duración del embarazo. Los antagonistas de los receptores de oxitocina (ARO) son un grupo de fármacos tocolíticos y esta revisión se realizó para determinar si los ARO prolongaban el embarazo y mejoraban los resultados en los recién nacidos, en comparación con ningún tratamiento o con otros fármacos tocolíticos.

Los fármacos tocolíticos, atosiban y barusiban, fueron los únicos ARO que se encontraron que se habían estudiado en ensayos; algunos estudios los compararon con ningún tratamiento y otros compararon el atosiban con los betamiméticos (otro grupo de fármacos tocolíticos). Se identificaron 14 estudios en los que participaron 2485 mujeres. Se comprobó que, aunque el atosiban produjo menos efectos secundarios maternos que otros fármacos tocolíticos (especialmente los betamiméticos), el atosiban no fue efectivo para retrasar o prevenir el parto prematuro ni para mejorar el resultado neonatal, y posiblemente contribuyó a que los resultados del recién nacido fueran más deficientes. Sería útil realizar más estudios bien diseñados, especialmente en mujeres con amenaza de parto prematuro y edad gestacional baja, donde el parto prematuro pone a los recién nacidos en riesgo particularmente alto de muerte o discapacidad.

El atosiban no es mejor que placebo u otros fármacos para retrasar o prevenir el parto prematuro, pero tiene menos efectos secundarios maternos, en comparación con otros tocolíticos.

Conclusiones de los autores: 

Esta revisión no demostró la superioridad de los ARO (en gran parte atosiban) como agentes tocolíticos en comparación con placebo, los betamiméticos o los BCC (en gran parte nifedipina) en cuanto a la prolongación del embarazo o los resultados neonatales, aunque los ARO se asociaron con menos efectos adversos maternos que el tratamiento con BCC o betamiméticos. El hallazgo un aumento de las muertes infantiles y de más partos antes de completar las 28 semanas de gestación en un estudio controlado con placebo merece tener precaución. Sin embargo, el número de mujeres reclutadas con edades gestacionales muy bajas fue pequeño. Debido a las limitaciones del reducido número de estudios y la calidad metodológica, se necesitan más ensayos controlados aleatorizados bien diseñados. Se necesitan más comparaciones de los ARO con los BCC (que tiene un mejor perfil de efectos secundarios que los betamiméticos). Parece justificado considerar la posibilidad de realizar más estudios controlados con placebo. Los estudios futuros de los agentes tocolíticos deberían medir todos los resultados importantes a corto y largo plazo para las mujeres y los recién nacidos, así como los costes.

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Antecedentes: 

El parto prematuro, definido como el parto entre 20 y 36 semanas completas, es uno de los principales factores que contribuyen a la morbilidad y la mortalidad perinatal en todo el mundo. Los antagonistas de los receptores de oxitocina (ARO), como el atosiban, se han desarrollado especialmente para el tratamiento del trabajo de parto prematuro. Los RO se han propuesto como agentes tocolíticos efectivos para las mujeres en trabajo de parto prematuro para prolongar el embarazo, con menos efectos secundarios que otros agentes tocolíticos.

Objetivos: 

Evaluar los efectos sobre los resultados maternos, fetales y neonatales de la tocólisis con ARO para las mujeres con trabajo de parto prematuro, en comparación con placebo o cualquier otro agente tocolítico.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (1 de diciembre de 2013).

Criterios de selección: 

Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorizados (publicados y no publicados) de ARO para la tocólisis del trabajo de parto entre 20 y 36 semanas completas de gestación.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron la calidad metodológica y extrajeron los datos de los ensayos. Cuando fue necesario se solicitaron datos adicionales a los autores de los ensayos. Los resultados se presentan como riesgo relativo (RR) para los datos categóricos y diferencia de medias (DM) para los datos continuos, con los intervalos de confianza (IC) del 95%. Cuando fue apropiado se calculó el número necesario a tratar para un efecto beneficioso (NNTB) y el número necesario a tratar para un efecto perjudicial (NNTD).

Resultados principales: 

Esta actualización de la revisión incluye ocho estudios adicionales (790 mujeres), que da un total de 14 estudios con 2485 mujeres.

Cuatro estudios (854 mujeres) compararon un ARO (tres usaron atosiban y uno barusiban) con placebo. Tres estudios se consideraron con bajo riesgo de sesgo general (asignación cegada al tratamiento y la intervención), y el cuarto estudio no cegó adecuadamente la intervención. No se mostraron diferencias en el parto menos de 48 horas después del ingreso al ensayo (RR promedio 1,05; IC del 95%: 0,15 a 7,43; efectos aleatorios; dos estudios, 152 mujeres), la mortalidad perinatal (RR 2,25; IC del 95%: 0,79 a 6,38; dos estudios, 729 recién nacidos), o la morbilidad neonatal grave. El ARO (atosiban) dio lugar a una pequeña reducción del peso al nacer (DM -138,86 g; IC del 95%: -250,53 a -27,18; dos estudios con 676 recién nacidos). En un estudio, el atosiban provocó un aumento de los partos extremadamente prematuros (antes de las 28 semanas de gestación) (RR 3,11; IC del 95%: 1,02 a 9,51; NNTD 31; IC del 95%: 8 a 3188) y de las muertes infantiles (hasta los 12 meses) (RR 6,13; IC del 95%: 1,38 a 27,13; NNTD 28; IC del 95%: 6 a 377). Sin embargo, este hallazgo puede ser confuso debido a la asignación al azar de más mujeres con embarazos de menos de 26 semanas de gestación a atosiban. El ARO también dio lugar a un aumento de las reacciones adversas al fármaco en la madre que requirieron la interrupción del tratamiento, en comparación con placebo (RR 4,02; IC del 95%: 2,05 a 7,85; NNTD 12; IC del 95%: 5 a 33). No se observaron diferencias en los partos prematuros de menos de 37 semanas de gestación, ni en otros resultados adversos neonatales. No se observaron diferencias por tipo de ARO, aunque los datos fueron limitados.

Ocho estudios (1402 mujeres) compararon un ARO (solo atosiban) con los betamiméticos; cuatro se consideraron de bajo riesgo de sesgo (asignación cegada al tratamiento y a la intervención). No se mostraron diferencias estadísticamente significativas en cuanto al parto menos de 48 horas después del ingreso al ensayo (RR 0,89; IC del 95%: 0,66 a 1,22; ocho estudios con 1389 mujeres), el parto muy prematuro (RR 1,70; IC del 95%: 0,89 a 3,23; un estudio con 145 mujeres), el parto extremadamente prematuro (RR 0,84; IC del 95%: 0,37 a 1,92; un estudio con 244 mujeres) o la mortalidad perinatal (RR 0,55; IC del 95%: 0,21 a 1,48; tres estudios con 816 recién nacidos). Un estudio (80 mujeres), de calidad metodológica poco clara, mostró un aumento en el intervalo entre el ingreso al ensayo y el parto (DM 22,90 días; IC del 95%: 18,03 a 27,77). No se observaron diferencias en las medidas informadas de morbilidad neonatal importante (aunque las cifras fueron pequeñas). El ARO (atosiban) dio lugar a menos efectos adversos maternos que requirieron la interrupción del tratamiento (RR 0,05; IC del 95%: 0,02 a 0,11; NNTB 6; IC del 95%: 6 a 6; cinco estudios con 1161 mujeres).

Dos estudios que incluyeron 225 mujeres compararon un ARO (atosiban) con los bloqueadores de los canales de calcio (BCC) (solo nifedipina). Se consideró que los estudios tuvieron alto riesgo de sesgo, ya que ninguno cegó la intervención y en uno se desconocía si se cegó la asignación. No se mostraron diferencias en el parto menos de 48 horas después del ingreso al ensayo (RR promedio 1,09; IC del 95%: 0,44 a 2,73, efectos aleatorios; dos estudios, 225 mujeres), ni en el parto extremadamente prematuro (RR 2,14; IC del 95%: 0,20 a 23,11; un estudio, 145 mujeres). No hubo datos disponibles sobre el resultado de la mortalidad perinatal. Un ensayo pequeño (145 mujeres), que no cegó la intervención, mostró un aumento en el número de partos prematuros (antes de las 37 semanas de gestación) (RR 1,56; IC del 95%: 1,13 a 2,14; NNTD 5; IC del 95% 3 a 19), una menor edad gestacional al nacer (DM -1,20 semanas; IC del 95% -2,15 a -0,25) y un aumento del ingreso a la unidad de cuidados intensivos neonatales (RR 1,70; IC del 95% 1,17 a 2,47; NNTD 5; IC del 95% 3 a 20). El ARO (atosiban) dio lugar a menos efectos adversos maternos (RR 0,38; IC del 95%: 0,21 a 0,68; NNTB 6; IC del 95%: 5 a 12; dos estudios, 225 mujeres), pero no a efectos adversos maternos que requirieran la interrupción del tratamiento (RR 0,36; IC del 95%: 0,01 a 8,62; un estudio, 145 mujeres). No se incluyeron datos de resultados a más largo plazo.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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