Pregunta de la revisión
Esta revisión investigó si los enfoques de terapia familiar reducen las tasas de anorexia nerviosa (AN) o los síntomas asociados, en comparación con otros tratamientos.
Antecedentes
Las personas con AN presentan un peso corporal que se mantiene en niveles bajos de manera deliberada y distorsión de la imagen corporal. También experimentan complicaciones médicas y psicológicas relacionadas y el riesgo de fallecimiento por esta patología (mortalidad) es relativamente alto. Los enfoques de terapia familiar son una forma de tratamiento empleada en la AN.
Fecha de la búsqueda
Las pruebas están actualizadas hasta el 8 de abril de 2016.
Características de los estudios
Se incluyeron 25 ensayos en la revisión. Catorce ensayos utilizaron la terapia basada en la familia, uno utilizó la terapia familiar de sistemas usados, uno la terapia familiar estructural y siete estudios utilizaron la terapia con participación familiar, pero no proporcionaron detalles específicos acerca de la teoría detrás de la terapia o sus procedimientos, denominada otra terapia familiar. Dos estudios incluyeron dos grupos de terapia familiar cada uno: uno incluyó grupos de terapia basada en la familiay terapia familiar de sistemas y el otro incluyó grupos de terapia familiar de sistemas y de otra terapia familiar. Cuatro estudios compararon los enfoques de terapia familiar con tratamientos habituales, seis compararon los enfoques de terapia familiar con otras intervenciones psicológicas y dos compararon la terapia familiar con intervenciones educativas. Doce estudios compararon varios tipos de enfoques de terapia familiar entre sí. Dos estudios incluyeron grupos tanto de tratamiento habitual como de otra intervención psicológica.
Resultados clave
En general, hubo evidencia de calidad baja de solo dos ensayos que sugiera que los enfoques de terapia familiar podrían ser mejores que el tratamiento habitual a corto plazo. El tamaño y la calidad muy baja de la base de evidencia y la consistencia de los resultados de los ensayos son insuficientes en este momento para establecer conclusiones acerca de si los enfoques de terapia familiar ofrecen alguna ventaja clara sobre las intervenciones educativas o psicológicas. Se encontraron muy pocas diferencias entre los grupos de tratamiento sobre las medidas de peso, los síntomas del trastorno alimentario y el funcionamiento familiar, y estas diferencias generalmente no se mantuvieron durante el seguimiento. El informe de las tasas de mortalidad no estuvo lo suficientemente claro para evaluar si la mortalidad se reduce en los pacientes tratados con enfoques de terapia familiar comparados con otras intervenciones. Hubo muy poca información sobre los efectos de las intervenciones sobre el funcionamiento general o familiar.
Calidad de las pruebas
La forma en que se realizaron los ensayos no se describió adecuadamente en muchos estudios y se hallaron posibles riesgos de sesgo en la mayoría de los estudios. Este hecho limitó las conclusiones significativas que pueden extraerse de estos estudios.
Conclusiones de los autores
En general, existe escasa evidencia en este ámbito. Existe evidencia de baja calidad que indica que a corto plazo los enfoques de terapia familiar podrían ser efectivos comparados con el tratamiento habitual. No existe evidencia suficiente para determinar si los enfoques de terapia familiar ofrecen alguna ventaja sobre otro tipo de intervenciones educativas, otro tipo de terapias psicológicas, o si un tipo de enfoque de terapia familiar es más efectivo que otro. La mayoría de los estudios que contribuyeron a los hallazgos se realizaron en adolescentes y adultos jóvenes. Existen implicaciones claras acerca de cómo los enfoques de terapia familiar podrían aplicarse a los diferentes grupos de edad, y se necesita más investigación para comprender cuáles podrían ser los efectos resultantes sobre el tratamiento.
Existe poca evidencia de baja calidad que indique que a corto plazo los enfoques de terapia familiar podrían ser efectivos comparados con el tratamiento habitual. Esta evidencia se basa en dos ensayos que solo incluyeron un escaso número de participantes y ambos tuvieron problemas relacionados con la posibilidad de sesgo. No hay evidencia suficiente para determinar si existe una ventaja de los enfoques de terapia familiar en personas de cualquier edad, comparados con intervenciones educacionales (un estudio, calidad muy baja) u otras terapias psicológicas (cinco estudios, calidad muy baja). La mayoría de los estudios que contribuyeron a este hallazgo se realizaron en adolescentes y adultos jóvenes. Existen posibles repercusiones claras sobre cómo los enfoques de terapia familiar podrían aplicarse a los diferentes grupos de edad, y se necesita más estudios para comprender cuáles podrían ser los efectos resultantes sobre la eficacia del tratamiento. No existe suficiente evidencia para determinar si un tipo de enfoque de terapia familiar es más efectivo que otro. El tema se beneficiaría de otros ensayos grandes bien realizados.
La anorexia nerviosa (AN) se caracteriza por no mantener un peso corporal normal debido a la escasez de nutrición, un miedo intenso a aumentar de peso o un comportamiento que impide que la persona aumente de peso, o ambas cosas. Con frecuencia el pronóstico a largo plazo es deficiente, con complicaciones del desarrollo, médicas y psicosociales graves, así como tasas altas de recaída y mortalidad. Los 'enfoques de terapia familiar' incluyen una gama de enfoques, derivados de diferentes teorías, que involucran a la familia en el tratamiento. Se incluyeron las terapias desarrolladas sobre la base de las teorías de los sistemas familiares dominantes, los enfoques basados en la terapia familiar derivada del modelo de Maudsley o muy similares a este, los enfoques que incorporan un foco sobre reestructuración cognitiva, así como los enfoques que involucran a la familia sin la articulación de un enfoque teórico. Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 2010.
Evaluar la eficacia de los enfoques de terapia familiar comparados con el tratamiento estándar y otros tratamientos para la AN.
Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos controlados del Grupo Cochrane de Trastornos Mentales Comunes (Cochrane Common Mental Disorders Controlled Trials Register; CCMDCTR) y en PsycINFO (OVID) (todos los años hasta abril de 2016). Se hicieron búsquedas adicionales directamente en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL), MEDLINE, Ovid Embase y PsycINFO (hasta 2008 y de 2016 hasta 2018). Se hicieron búsquedas en el portal de ensayos (ICTRP) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en ClinicalTrials.gov además de en cuatro bases de datos de tesis (todos los años hasta 2018). Se buscó en las listas de referencias de todos los estudios incluidos y las revisiones sistemáticas relevantes. En los análisis sólo se incluyeron estudios de búsquedas realizadas hasta abril de 2016.
Se consideraron elegibles para la inclusión los ensayos controlados aleatorios (ECA) de enfoques de terapia familiar comparados con cualquier otra intervención u otros tipos de enfoques de terapia familiar.
Se incluyeron participantes de cualquier edad o sexo con diagnóstico clínico primario de anorexia nerviosa.
Cuatro autores de la revisión seleccionaron los estudios, evaluaron su calidad y extrajeron los datos. Se utilizó un metanálisis de efectos aleatorios. Se utilizó el cociente de riesgos (con intervalo de confianza del 95%) para resumir los resultados dicotómicos, y se utilizaron la diferencia de medias estandarizada y la diferencia de medias para resumir las medidas continuas.
Se incluyeron 25 ensayos en esta versión de la revisión (13 de la revisión original de 2010 y 12 nuevos estudios incluidos). Dieciséis ensayos fueron de adolescentes, ocho ensayos de adultos (siete de ellos en adultos jóvenes de hasta 26 años de edad) y un ensayo incluyó tres grupos de edad: uno de s, uno de adultos jóvenes y uno de adultos. La mayoría investigó la terapia familiar o sus variantes. En general, el informe de la realización de los ensayos fue inadecuado, por lo que en un gran número de estudios se calificó el riesgo de sesgo como poco claro para muchos de los dominios. El sesgo de informe selectivo fue particularmente problemático, con un 68% de los estudios clasificados como de alto riesgo de sesgo en esta área, seguido de datos de resultado incompletos, con un 44% de los estudios clasificados como de alto riesgo de sesgo en esta área. Para la medida de resultado principal de remisión hubo evidencia de baja calidad (de sólo dos estudios, 81 participantes) que sugiere que los enfoques de terapia familiar podrían ofrecer alguna ventaja sobre el tratamiento habitual en las tasas de remisión, después de la intervención (cociente de riesgos [CR] 3,50; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,49 a 8,23; I2 = 0%). Sin embargo, en el seguimiento, la evidencia de baja calidad de un único estudio sugiere que este efecto no se mantuvo. Hubo evidencia de calidad muy baja de solo un ensayo, lo cual significa que es difícil determinar si los enfoques de terapia familiar ofrecen alguna ventaja sobre otro tipo de intervenciones educativas para la remisión (CR 9,00, IC del 95%: 0,53 a 153,79; un estudio; N = 30). De igual manera, hubo evidencia de muy baja calidad de sólo cinco ensayos para la remisión tras la intervención, lo que significa de nuevo que es difícil determinar si existe alguna ventaja de los enfoques de terapia familiar sobre las intervenciones psicológicas (CR 1,22; IC del 95%: 0,89 a 1,67; participantes = 252; estudios = 5; I2 = 37%) y en el seguimiento a largo plazo (CR 1,08; IC del 95%: 0,91 a 1,28; participantes = 200; estudios = 4, uno de estos aportó tres comparaciones por pares de diferentes grupos de edad; I2 = 0%). No hubo indicios de que el grupo de edad tuviera alguna repercusión sobre el efecto general del tratamiento; sin embargo, debe señalarse que se realizaron muy pocos ensayos en adultos, y que el rango de edad de los estudios en adultos incluidos en este análisis osciló entre 20 y 27 años. Hubo evidencia de un efecto pequeño que favorecía la terapia familiar en comparación con otras intervenciones psicológicas en cuanto al aumento de peso después de la intervención (diferencia de medias estandarizada [DME] 0,32; IC del 95%: 0,01 a 0,63; participantes = 210; estudios = 4; uno de ellos aportó 3 comparaciones por pares de diferentes grupos de edad; I2 = 11%). En general, no hubo suficiente evidencia para determinar si hubo diferencias entre los grupos en todas las comparaciones para la mayoría de los resultados secundarios (peso, psicopatología de los trastornos alimentarios, abandonos, recaídas o medidas de funcionamiento familiar), ya sea en el período posterior a la intervención o en el seguimiento.
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