La enfermedad meningocócica es una enfermedad bacteriana contagiosa causada por la bacteria Neisseria meningitidis (N meningitidis) con altas tasas de mortalidad: hasta un 15% para la infección del sistema nervioso central (meningitis) y hasta un 50% a un 60% entre los pacientes con infección del torrente sanguíneo y shock; hasta un 15% de los supervivientes quedan con graves déficits neurológicos. A los individuos en estrecho contacto con pacientes con infección meningocócica y a las poblaciones con altas tasas conocidas de estado de portador, se les administran antibióticos para erradicar la bacteria y prevenir la enfermedad.
Los datos de 24 estudios, la mayoría de alta calidad, con 6885 participantes encontraron que la rifampicina, la ciprofloxacina, la ceftriaxona y la penicilina son agentes efectivos para la erradicación del estado de portador de N. meningitidis. Sin embargo, el uso de rifampicina puede resultar inconveniente, ya que después del tratamiento se observó el desarrollo de resistencia a este antibiótico. Hay eventos adversos leves que se asocian con los diferentes antibióticos utilizados. En esta revisión no fue posible evaluar directamente la prevención de la enfermedad debido a que solamente se dispuso de datos sobre la erradicación de la bacteria. Los estudios informaron diferentes períodos de seguimiento. Las pruebas incluidas en esta revisión se actualizaron hasta junio de 2013.
La administración de rifampicina durante un brote puede provocar la circulación de cepas resistentes. Se debe considerar la administración de ciprofloxacina, ceftriaxona o penicilina. Los cuatro agentes fueron efectivos hasta las dos semanas de seguimiento, aunque la realización de más ensayos que comparen la efectividad de estos agentes para erradicar la N. meningitidis proporcionaría revelaciones importantes.
La enfermedad meningocócica es una enfermedad bacteriana contagiosa causada por Neisseria meningitidis (N. meningitidis). Los contactos familiares tienen el riesgo más alto de contraer la enfermedad durante la primera semana después de que se detecta un caso. La profilaxis se considera en el caso de contactos estrechos con los pacientes con infección meningocócica y en las poblaciones con altas tasas conocidas de estado de portador.
Estudiar la efectividad, los eventos adversos y el desarrollo de farmacorresistencia de diferentes antibióticos utilizados como regímenes de tratamiento profiláctico para la infección meningocócica.
Se hicieron búsquedas en CENTRAL 2013, número 6, MEDLINE (enero 1966 hasta junio, semana 1, 2013), Embase (1980 hasta junio de 2013) y en LILACS (1982 hasta junio de 2013).
Ensayos controlados aleatorios (ECA) o cuasialeatorios que abordan la efectividad de diferentes antibióticos para: a) profilaxis contra la enfermedad meningocócica; b) erradicación de la N meningitidis.
Dos revisores de forma independiente evaluaron la calidad y extrajeron los datos de los ensayos incluidos. Los datos dicotómicos se analizaron mediante el cálculo del cociente de riesgos (CR) y los intervalos de confianza (IC) del 95% para cada ensayo.
No se encontraron nuevos ensayos para su inclusión en esta actualización. Se incluyeron 24 estudios, 19 de ellos con 2531 participantes asignados al azar, y cinco con 4354 participantes asignados al azar de forma grupal. En los ensayos no hubo casos de enfermedad meningocócica durante el seguimiento, por lo que no fue posible evaluar directamente la efectividad con respecto a la prevención de la enfermedad en el futuro.
La mortalidad que se informó en un estudio no estuvo relacionada con la enfermedad meningocócica ni su tratamiento. Ciprofloxacina (RR: 0,04; IC del 95%: 0,01 a 0,12), rifampicina (RR: 0,17; IC del 95%: 0,13 a 0,24), minociclina (RR: 0,28; IC del 95%: 0,21 a 0,37) y penicilina (RR: 0,47; IC del 95%: 0,24 a 0,94), todas resultaron efectivas en la erradicación de la N. meningitidis una semana después del tratamiento, en comparación con el placebo. La rifampicina (RR 0,20; IC del 95%: 0,14 a 0,29), la ciprofloxacina (RR 0,03; IC del 95%: 0,00 a 0,42) y la penicilina (RR 0,63; IC del 95%: 0,51 a 0,79) aún resultaron efectivas a las dos semanas. La rifampicina fue efectiva en comparación con placebo hasta cuatro semanas después del tratamiento, pero se detectaron cepas resistentes luego del tratamiento profiláctico. Ningún ensayo evaluó ceftriaxona versus placebo, pero la rifampicina fue menos efectiva que la ceftriaxona después de una a dos semanas de seguimiento (CR 5,93; IC del 95%:1,22 a 28,68). Se observaron eventos adversos leves asociados con el tratamiento.
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