La enfermedad hepática terminal por hepatitis C crónica es la principal causa de muerte entre los pacientes con VIH estable. El tratamiento recomendado para la hepatitis C crónica en pacientes sin VIH es peginterferón más ribavirina. Según la evidencia proveniente de ensayos en pacientes VIH negativo con hepatitis C, el genotipo viral, la dosis y la duración del tratamiento pueden afectar la respuesta al tratamiento. Esta revisión es la primera que evalúa el efecto antiviral del peginterferón, la ribavirina o la amantadina administrados en diferentes combinaciones, para un grupo de pacientes que no ha recibido tratamiento previo por hepatitis C. En la revisión se incluyeron 14 ensayos clínicos aleatorizados con 2269 pacientes. La presente revisión indica que el peginterferón más la ribavirina también se puede considerar si los pacientes tienen VIH. La dosis de peginterferón fue similar a la evaluada en los ensayos de pacientes sin VIH (180 microgramos o 1,5 microgramos/kg una vez por semana), aunque la dosis de ribavirina fue levemente inferior en la mayoría de los ensayos (800 mg diarios). Hubo diferencias importantes entre los ensayos que posiblemente se relacionaron con la dosis y la duración del tratamiento, o la proporción de pacientes con diferentes genotipos de virus de la hepatitis C. Se observó un efecto beneficioso del tratamiento cuando se evaluó la proporción de pacientes con eliminación sostenida del virus de la hepatitis C de la sangre y la proporción de pacientes con mejora en las biopsias hepáticas. No se observaron diferencias significativas en las medidas de resultado clínicas, incluida la mortalidad (1%, independientemente del tratamiento). Hubo numerosos eventos adversos. Hubo casos de acidosis láctica mortal e insuficiencia hepática. Otros eventos adversos fueron la anemia y los síntomas pseudogripales, que se presentaron principalmente entre los pacientes tratados con peginterferón más ribavirina. No se observaron diferencias significativas con respecto al riesgo de depresión, mortalidad y progresión a cirrosis o a SIDA. Se necesitan ensayos aleatorizados adicionales para evaluar el efecto del peginterferón más ribavirina en pacientes con VIH coinfectados por HCV, con relación a la duración del tratamiento, especialmente en pacientes con hepatitis C genotipo 2 ó 3. Al parecer no se justifica la realización de ensayos adicionales que comparen peginterferón más ribavirina versus interferón más ribavirina o peginterferón solo.
El peginterferón más ribavirina se podría considerar un tratamiento para los pacientes con hepatitis C crónica y VIH estable que no recibieron tratamiento para la hepatitis C, ya que esta intervención depuraría de la sangre el ARN del HCV. La evidencia a favor proviene principalmente del análisis de este resultado indirecto no validado, que se evaluó en comparaciones con otros tratamientos antivirales. No existe evidencia sobre el tratamiento de los pacientes con recidivas o que no respondieron al tratamiento anterior. Se debe realizar una cuidadosa monitorización de los eventos adversos.
El tratamiento antiviral para la hepatitis C crónica puede ser menos efectivo si los pacientes están coinfectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales del tratamiento antiviral para la hepatitis C crónica en pacientes con VIH.
Los ensayos se identificaron mediante búsquedas manuales y electrónicas en el Registro de Ensayos Controlados del Grupo Cochrane Hepatobiliar(Cochrane Hepato-Biliary Group), el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, (CENTRAL) en The Cochrane Library, MEDLINE, EMBASE y Science Citation Index Expanded. La última búsqueda se realizó en mayo 2009.
Ensayos aleatorizados que compararon al menos 12 semanas de cualquier tratamiento anti-HCV versus otro régimen de tratamiento o ningún tratamiento. Los pacientes incluidos padecían hepatitis C crónica y VIH estable, independientemente del tratamiento antiviral previo.
La extracción de los datos y la evaluación del riesgo de sesgo se realizaron por duplicado. El análisis re realizó por intención de tratar.
Se incluyeron 14 ensayos. Ninguno de los 2269 pacientes incluidos recibió previamente tratamiento para la hepatitis C crónica. El peginterferón (ya sea 2a, 180 microgramos, o 2b, 1,5 microgramos/kg, una vez por semana) más la ribavirina fue más efectivo para lograr el fin del tratamiento y una respuesta virológica sostenida, en comparación con el interferón más la ribavirina (cinco ensayos, 1340 pacientes), o el peginterferón (dos ensayos, 714 pacientes). Se observó un efecto beneficioso de peginterferón más ribavirina independientemente del genotipo del HCV, aunque los pacientes con genotipo 1 ó 4 presentaron una menor tasa de respuesta (27%) que los pacientes con genotipo 2 ó 3 (56%). Los demás ensayos compararon diferentes regímenes de tratamiento en pacientes sin tratamiento previo o que no presentaban respuesta virológica después de tres meses de tratamiento, aunque en general no tuvieron suficiente poder estadístico para encontrar un efecto del aumento de la dosis de interferón o del agregado de amantadina o ribavirina. La mortalidad global fue de 23/2111 pacientes, sin diferencias significativas entre los regímenes de tratamiento. El tratamiento aumentó el riesgo de eventos adversos como anemia y síntomas pseudogripales, y además se presentaron varios eventos adversos graves como acidosis láctica mortal, insuficiencia hepática y suicidio por depresión.
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