La viruela es una infección viral aguda exclusiva de los humanos. Una campaña mundial contra la viruela (que incluyó la vacunación masiva, el aislamiento de los pacientes y la vigilancia) contribuyó a la erradicación de la enfermedad en 1980. Sin embargo, existe una creciente preocupación de que el virus se pueda utilizar ahora como un arma biológica. La viruela se propaga de una persona a otra por medio de gotas de saliva infectadas. El período de incubación es de siete a 17 días. Los síntomas comienzan con un fuerte dolor de cabeza, dolor de espalda y fiebre de hasta 40 °C, todos de forma abrupta. Luego aparece una erupción en la cara que se extiende, las manchas se convierten en ampollas acuosas que contienen pus y que forman costras que dejan cicatrices en forma de hoyuelos cuando se caen. La persona infectada es contagiosa hasta que la última costra de viruela se ha caído, aunque la mayor parte de la transmisión ocurre en la primera semana. La mayoría de los pacientes con viruela se recuperan, pero algunos mueren y el riesgo depende de la cepa del virus. Las primeras vacunas fueron eficaces, pero tuvieron varios efectos adversos, como dolor de cabeza, fiebre y reacción en el lugar de la infección, y también la posibilidad de muerte. Se siguen desarrollando nuevas vacunas. La revisión identificó diez ensayos con 2412 participantes. En general, la calidad de los ensayos no fue alta, pero la revisión mostró que las reservas de vacunas mantuvieron su eficacia incluso cuando estaban diluidas. Las nuevas vacunas de segunda generación parecieron ser efectivas, pero aún provocan efectos adversos. En general, hubo muy pocos participantes para poder evaluar los resultados poco frecuentes. Es necesario seguir investigando, en particular sobre las vacunas de tercera generación.
La evidencia demuestra que las vacunas almacenadas han mantenido su inmunogenicidad y que las nuevas vacunas de cultivo celular son similares a las almacenadas en lo que respecta a la tasa de éxito de la vacunación y la inmunogenicidad. Las vacunas de primera y segunda generación diluidas a por lo menos 1:10 son tan eficaces como las vacunas no diluidas en cuanto a la tasa de éxito clínico y la inmunogenicidad. La dilución no redujo la frecuencia de eventos adversos. La tasa de éxito y la inmunogenicidad fueron similares en las personas que nunca habían recibido la vacuna y en las previamente vacunadas, pero hubo menos eventos adversos en las personas previamente vacunadas. La tasa de eventos adversos encontrada en esta revisión revela la necesidad de un mayor desarrollo y mejora de las vacunas contra la viruela.
La viruela fue erradicada en 1980, pero su posible uso como arma biológica ha reavivado el interés por el desarrollo de vacunas protectoras. Por lo tanto, se han investigado las vacunas almacenadas derivadas de linfa de ternera y las vacunas de cultivo celular recientemente desarrolladas para aportar información a los planes de respuesta de emergencia contra la viruela, al tiempo que se desarrollan nuevas vacunas (sin replicación).
Evaluar los efectos de las vacunas contra la viruela en la prevención de la enfermedad, en la inducción de la inmunidad y con respecto a los eventos adversos.
En diciembre de 2006, se realizaron búsquedas en el Registro especializado del Grupo Cochrane de Enfermedades Infecciosas (Cochrane Infectious Diseases Group), CENTRAL (la Cochrane Library 2006, número 4), MEDLINE, EMBASE, LILACS y Current Controlled Trials, y se hicieron búsquedas manuales en Index Medicus. También se realizaron búsquedas en tres bases de datos sobre la seguridad de las vacunas en diciembre de 2005.
Ensayos controlados aleatorizados de vacunas contra la viruela versus placebo, otra vacuna contra la viruela o no, ninguna intervención o una dosis diferente de la misma vacuna en personas que reciben la vacuna contra la viruela, independientemente de la edad.
Los dos autores, de forma independiente, evaluaron la calidad de los ensayos y extrajeron los datos. Los datos dicotómicos se combinaron mediante el riesgo relativo con un modelo de efectos aleatorios.
Se incluyeron diez ensayos con 2412 participantes. Las vacunas investigadas fueron las vacunas de primera generación derivadas de la linfa de ternera (Dryvax, APVS, Lancy-vaxina, Lister), y las vacunas de cultivo celular de segunda generación (ACAM, CCSV). Las vacunas se investigaron en diferentes diluciones. Todas las vacunas sin diluir indujeron una reacción en el 95% de las personas vacunadas en términos de pústula e inmunogenicidad. También las diluciones 1:10 fueron totalmente eficientes cuando se definió la concentración inicial. Se informaron eventos adversos graves en el 1% al 2% de los voluntarios. Se observó fiebre en el 11% al 22% de los participantes, y cefalea en aproximadamente la mitad de los participantes. La fiebre fue menos frecuente cuando se administraron las nuevas vacunas, pero las tasas de cefalea fueron similares en las vacunas nuevas y las antiguas.
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