La colocación profiláctica sistemática de «stents» reduce la incidencia de complicaciones urológicas graves en receptores de trasplante renal

Mensajes clave

- La incidencia de complicaciones urológicas graves se redujo con la inserción de un «stent» durante la cirugía de trasplante de riñón.

- La inserción del «stent» reduce el riesgo de complicaciones urológicas graves incluso cuando el «stent» solo permanece durante un breve período de tiempo tras el trasplante (≤ 14 días).

- Se desconoce el efecto del «stent» en las infecciones urinarias. Sin embargo, cuando el «stent» permaneció durante un período más breve de tiempo, o cuando las personas tomaron antibióticos preventivos, el «stent» no aumentó el número de infecciones urinarias.

¿Qué es la insuficiencia renal y cómo se debe tratar?

La insuficiencia renal se produce cuando los riñones de una persona dejan de funcionar lo suficientemente bien como para mantenerla con vida. El trasplante renal es el tratamiento de elección para la insuficiencia renal, ya que mejora la calidad de vida y extiende la esperanza de vida del receptor. Las intervenciones destinadas a reducir la carga de las complicaciones posteriores a los trasplantes son un área importante de investigación en la comunidad de trasplantes.

El uréter (tubo de drenaje de la orina) del riñón donado debe unirse a la vejiga del receptor durante la intervención quirúrgica. Tras el trasplante pueden producirse complicaciones urológicas importantes (p. ej., pérdidas de orina y obstrucción). Esto ocurre en el lugar de esta unión.

¿Qué se quiso averiguar?

Se quisieron determinar los efectos beneficiosos y perjudiciales de la colocación sistemática de «stents» (añadir un tubo de plástico temporal para esta unión) en receptores de trasplante renal para prevenir las complicaciones urológicas graves.

¿Qué se hizo?

Se buscaron todos los ensayos que evaluaron los efectos beneficiosos y perjudiciales de asignar al azar a receptores de un trasplante de riñón a recibir durante la cirugía un «stent» o no. Los resultados de estos ensayos se compararon y resumieron y la confianza en la información se calificó según factores como la metodología y el tamaño de los ensayos.

¿Qué se encontró?

Se incluyeron 12 estudios con 1960 receptores de trasplantes. El número de complicaciones urológicas graves se redujo con el uso de un «stent». La inserción del «stent» también reduce el riesgo de complicaciones urológicas graves incluso cuando el «stent» solo permanece durante un breve período de tiempo tras el trasplante (≤ 14 días).

Se desconoce el efecto del «stent» en las infecciones urinarias. Sin embargo, cuando el «stent» permaneció durante un período más breve de tiempo, o cuando las personas tomaron antibióticos preventivos, el «stent» no causó más infecciones urinarias. La presencia de un «stent» no parecía aumentar la sangre en la orina. Se necesitan más ensayos para investigar la colocación profiláctica selectiva de «stents» frente a la colocación profiláctica universal en aspectos no resueltos de la calidad de vida y el coste.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

Existe una seguridad razonable en que la inserción de un «stent» durante el trasplante renal reduce el número de complicaciones urológicas importantes. Se tiene menos seguridad en los resultados acerca del número de infecciones urinarias, el efecto sobre la supervivencia del paciente y del riñón, el aumento de sangre en la orina, la calidad de vida y el coste global.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

La evidencia está actualizada hasta junio de 2024.

Conclusiones de los autores: 

Es probable que el uso de «stents» profilácticos reduzca la incidencia de CUG, incluso con una duración corta del «stent» (≤ 14 días). Se necesitan más estudios de alta calidad para evaluar la duración óptima del «stent». Los estudios que comparen la colocación profiláctica selectiva y la colocación profiláctica universal de «stents», aunque resulten difíciles de diseñar y analizar, analizarían aspectos no resueltos relacionados con la calidad de vida y los temas económicos.

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Antecedentes: 

Las complicaciones urológicas graves (CUG) después del trasplante renal contribuyen a la morbilidad de los pacientes y comprometen la función del injerto. La mayoría surgen de la anastomosis vesicoureteral y se presentan de forma temprana después del trasplante. Los «stents» ureterales se han utilizado con éxito para tratar dichas complicaciones. Varios centros han adoptado una política de colocación profiláctica universal de «stents» en el momento de la implantación del injerto para reducir la incidencia de pérdidas urinarias y de estenosis ureteral. Los «stents» se asocian con complicaciones específicas y algunos centros abogan por una política de colocación de «stents» únicamente en anastomosis seleccionadas. Esta es una actualización de la revisión publicada por primera vez en 2005 y actualizada por última vez en 2013.

Objetivos: 

Examinar los efectos beneficiosos y perjudiciales de la colocación sistemática de «stents» para prevenir las CUG en receptores de trasplante renal.

Métodos de búsqueda: 

Se estableció contacto con el documentalista y se realizaron búsquedas en el registro especializado de estudios del Grupo Cochrane de Riñón y trasplante (Cochrane Kidney and Transplant) (hasta el 19 de junio de 2024), mediante el uso de términos de búsqueda relevantes para esta revisión. Los estudios en el registro se identifican mediante búsquedas en CENTRAL, MEDLINE y EMBASE, en resúmenes de congresos, en el portal de búsqueda de la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) y en ClinicalTrials.gov.

Criterios de selección: 

El metanálisis incluyó todos los ensayos controlados aleatorizados (ECA) y cuasialeatorizados diseñados para examinar el efecto de utilizar «stents» en los receptores de receptores de trasplante renal. El objetivo fue incluir estudios sin importar el tipo de injerto, la técnica de implantación ureteral o el grupo de pacientes.

Obtención y análisis de los datos: 

Las estimaciones globales del efecto se obtuvieron mediante un modelo de efectos aleatorios y los resultados se expresaron como razones de riesgos (RR) y sus intervalos de confianza (IC) del 95%. La confianza en la evidencia se evaluó mediante el sistema GRADE (Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation).

Resultados principales: 

Se identificaron 12 estudios (1960 pacientes). Se consideró que un estudio tuvo bajo riesgo de sesgo en todos los dominios. Los otros 11 estudios eran de calidad baja o media, con un riesgo de sesgo alto o incierto en al menos un dominio.

La colocación profiláctica universal de «stents» ureterales comparada con un control probablemente reduzca las complicaciones urológicas graves (11 estudios: 1834 participantes: razón de riesgos [RR] 0,30; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,16 a 0,55; p < 0,0001; I 2 = 16%; evidencia de certeza moderada; número necesario a tratar = 17); este beneficio se confirmó en el único estudio considerado con bajo riesgo de sesgo en todos los dominios. Este beneficio solo se observó para los componentes individuales de pérdidas urinarias y obstrucción ureteral. La inserción profiláctica universal de «stents» ureterales redujo el riesgo de CUG en el subgrupo de estudios con corta duración (≤ 14 días) del «stent» (dos estudios, 480 participantes: RR 0,39; IC del 95%: 0,21 a 0,72; p = 0,003; I 2 = 0%) y en los casos en que el «stent» se mantuvo durante > 14 días (ocho estudios, 124 participantes: RR 0,22; IC del 95%: 0,08 a 0,61; p = 0,004; I 2 = 29%).

No se sabe con certeza si la colocación de «stents» influye en la aparición de infecciones urinarias (IU) (10 estudios, 1726 participantes: RR 1,32; IC del 95%: 0,97 a 1,80; p = 0,07; I² = 60%; evidencia de certeza muy baja debido a riesgo de sesgo, heterogeneidad e imprecisión). El análisis de subgrupos mostró que el riesgo de IU no aumentó cuando se utilizó un «stent» de corta duración (9 días) y que no hubo impacto en el riesgo de IU cuando se utilizó el régimen antibiótico profiláctico con cotrimoxazol 480 mg/día. En general los «stents» se toleran bien, aunque los ensayos que utilizaron «stents» más largos (≥ 20 cm) durante períodos más prolongados (> 6 semanas) presentaron mayores problemas de incrustación y migración.

No hubo evidencia de que la presencia de un «stent» diera lugar a hematuria recurrente o grave (ocho estudios, 1546 participantes: RR 1,09; IC del 95%: 0,59 a 2,00, p = 0,79; I 2 = 33%). El efecto de los «stents» en la supervivencia del injerto y del paciente y en otras complicaciones relacionadas con los «stents» sigue sin estar clara, ya que estos desenlaces no se informaron o se informaron de manera deficiente.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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