El equilibrio es la capacidad de permanecer en posición vertical y constante al estar inmóvil, como al pararse o sentarse, o durante el movimiento. La pérdida de la capacidad de equilibrio puede estar vinculada con un aumento del riesgo de caídas, mayor dependencia, enfermedades y a veces la muerte prematura. Sin embargo, no está claro qué tipos de ejercicio son más adecuados para mejorar el equilibrio en las personas mayores (a partir de los 60 años de edad) que viven en su hogar o en establecimientos de atención residencial.
Esta revisión actualizada incluye 94 (62 nuevos para esta actualización) ensayos aleatorios controlados que incluyeron 9.821 participantes. La mayoría de los participantes eran mujeres que vivían en su propia casa. Algunos estudios incluyeron a personas frágiles que residían en establecimientos hospitalarios o residenciales.
Muchos de los ensayos presentaron métodos defectuosos o descritos de forma deficiente lo cual significó que sus hallazgos podrían estar sesgados. La mayoría de los estudios sólo informó el resultado hasta el final del programa de ejercicios. Por lo tanto no verificaron si había efectos duraderos.
Se decidió informar sobre medidas del equilibrio que se relacionan con las actividades diarias como el tiempo hasta ponerse de pie, caminar tres metros, voltear y regresar a sentarse (prueba Timed Up & Go); la capacidad de estar parado en una pierna (necesaria para caminar de forma segura en ambientes bien iluminados u oscuros), la velocidad de caminata (un mejor equilibrio permite caminar más rápido), y las actividades cotidianas (Berg Balance Scale, que incluyó 14 ítems). Éstos fueron los resultados primarios.
Hubo ocho categorias de programas de ejercicio. Las mismas se enumeran más abajo junto con las medidas del equilibrio para las que hubo algunas pruebas de un efecto positivo (estadísticamente significativo) a partir del tipo específico de ejercicio al final del programa de ejercicio. Algunos ensayos evaluaron más de un tipo de ejercicio. Es importante observar que las pruebas para cada resultado en general provinieron de unos pocos ensayos para cada categoría de ejercicio solamente.
1. Marcha, equilibrio, coordinación y tareas funcionales (19 estudios de los cuales 10 proporcionaron datos para uno o más resultados primarios). Se encontraron efectos positivos del ejercicio para la prueba Timed Up & Go, la velocidad de caminata y la Berg Balance Scale.
2. Ejercicios de fortalecimiento (incluido el entrenamiento de la resistencia o la fuerza) (21 estudios de los cuales 11 proporcionaron datos para uno o más resultados primarios). Se encontraron efectos positivos para la prueba Timed Up & Go; la posición de pie en una pierna durante tanto tiempo como sea posible con los ojos cerrados; y la velocidad de caminata.
3. Ejercicios 3D (tridimensionales) (que incluyen Tai Chi, qi gong, baile, yoga) (15 estudios de los cuales siete proporcionaron datos para uno o más resultados primarios). Se encontraron efectos positivos para la prueba Timed Up & Go; la posición de pie en una pierna durante tanto tiempo como sea posible con los ojos abiertos y con los ojos cerrados; y la Berg Balance Scale.
4. Actividad física general (caminata) (siete estudios de los cuales cinco proporcionaron datos para uno o más resultados primarios).
5. Actividad física general (ciclismo) (un estudio que proporcionó datos para la velocidad de caminata).
6. Entrenamiento informatizado del equilibrio mediante feedback visual (dos estudios, ninguno de los cuales proporcionó datos de resultados primarios).
7. Plataforma vibratoria utilizada como intervención (tres estudios, de los cuales uno proporcionó datos para la prueba Timed Up & Go).
8. Tipos múltiples de ejercicio (combinaciones de los anteriores) (43 estudios, de los cuales 29 proporcionaron datos para uno o más resultados primarios). Se encontraron efectos positivos para la prueba Timed Up & Go; la posición de pie en una pierna durante tanto tiempo como sea posible con los ojos abiertos y con los ojos cerrados; y la Berg Balance Scale.
En general, los programas efectivos se ejecutaron tres veces a la semana durante tres meses e incluyeron ejercicios dinámicos en posición de pie. Se informaron pocos eventos adversos.
La revisión concluyó que hubo pruebas débiles de que algunos tipos de ejercicio presentan una efectividad moderada, inmediatamente después de la intervención, en cuanto a la mejoría del equilibrio en las personas mayores. Sin embargo, faltaron datos y métodos concertados en muchos ensayos incluidos, lo cual significó que se necesita investigación adicional de alta calidad.
Hay pruebas débiles de que algunos tipos de ejercicio (marcha, equilibrio, coordinación y tareas funcionales; ejercicios de fortalecimiento; ejercicios 3D y tipos múltiples de ejercicio) presentan una efectividad moderada, inmediatamente luego de la intervención, en cuanto a la mejoría de los resultados clínicos del equilibrio en personas mayores. Tales intervenciones son probablemente seguras. No hay pruebas o son insuficientes para establecer cualquier conclusión en cuanto a la actividad física general (caminata o ciclismo) y el ejercicio que incluye programas informatizados de equilibrio o placas vibratorias. Se necesita investigación adicional de calidad metodológica alta que utilice medidas de resultado centrales y una vigilancia adecuada.
En los adultos mayores, la disminución del equilibrio se asocia con la reducción del funcionamiento físico y un aumento del riesgo de caídas. Ésta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 2007.
Examinar los efectos de las intervenciones con ejercicios sobre el equilibrio en personas mayores, a partir de 60 años de edad, que viven en la comunidad o en establecimientos de asistencia institucional.
Se realizaron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Lesiones Óseas, Articulares y Musculares (Cochrane Bone, Joint and Muscle Trauma Group, CENTRAL), The Cochrane Library (número 1, 2011), MEDLINE y EMBASE (hasta febrero de 2011).
Estudios controlados aleatorios que evaluaron los efectos de las intervenciones de ejercicios de equilibrio en personas mayores. Los resultados primarios de la revisión fueron medidas clínicas del equilibrio.
El riesgo de sesgo fue evaluado de forma independiente por pares de revisores, quienes extrajeron los datos de los estudios. Se agruparon los datos cuando fue adecuado.
Esta actualización incluyó 94 estudios (62 nuevos), con 9.821 participantes. La mayoría de los participantes eran mujeres que vivían en su propia casa.
La mayoría de los ensayos se consideraron de riesgo incierto de sesgo de selección, lo cual en general reflejó un informe inadecuado de los métodos de asignación al azar. Sin embargo, se consideraron de riesgo alto de sesgo de realización en relación con la ausencia de cegamiento de los participantes, lo cual es en gran parte inevitable en estos ensayos. La mayoría de los estudios sólo informó el resultado hasta el final del programa de ejercicios.
Hubo ocho categorías de programas de ejercicio. Las mismas se enumeran más abajo junto con las medidas primarias del equilibrio, para las cuales hubo algunas pruebas de un efecto estadísticamente significativo al final del programa de ejercicios. Algunos ensayos evaluaron más de un tipo de ejercicio. Principalmente, las pruebas para cada resultado en general provinieron solamente de unos pocos ensayos para cada categoría de ejercicio.
1. Marcha, equilibrio, coordinación y tareas funcionales (19 estudios de los cuales 10 proporcionaron datos de resultados primarios): prueba Timed Up & Go (diferencia de medias [DM] -0,82 s; IC del 95%: -1,56 a -0,08 s; 114 participantes, cuatro estudios); velocidad de caminata (diferencia de medias estandarizada [DME] 0,43; IC del 95%: 0,11 a 0,75; 156 participantes, cuatro estudios) y la Berg Balance Scale (DM 3,48 puntos; IC del 95%: 2,01 a 4,95 puntos; 145 participantes, cuatro estudios).
2. Ejercicios de fortalecimiento (incluido el entrenamiento de la resistencia o la fuerza) (21 estudios de los cuales 11 proporcionaron datos de resultados primarios): prueba Timed Up & Go (DM -4,30 s; IC del 95%: -7,60 a -1,00 s; 71 participantes, tres estudios); posición de pie en una pierna durante tanto tiempo como sea posible con los ojos cerrados (DM 1,64 s; IC del 95%: 0,97 a 2,31 s; 120 participantes, tres estudios); y velocidad de caminata (DME 0,25; IC del 95%: 0,05 a 0,46; 375 participantes, ocho estudios).
3. Ejercicios 3D (tridimensionales) (que incluyeron Tai Chi, qi gong, baile, yoga) (15 estudios de los cuales siete proporcionaron datos de resultados primarios): prueba Timed Up & Go (DM -1,30 s; IC del 95%: -2,40 a -0,20 s; 44 participantes, un estudio); posición de pie en una pierna durante tanto tiempo como sea posible con los ojos abiertos (DM 9,60 s; IC del 95%: 6,64 a 12,56 s; 47 participantes, un estudio) y con los ojos cerrados (DM 2,21 s; IC del 95%: 0,69 a 3,73 s; 48 participantes, un estudio); y la Berg Balance Scale (DM 1,06 puntos; IC del 95%: 0,37 a 1,76 puntos; 150 participantes, dos estudios).
4. Actividad física general (caminata) (siete estudios de los cuales cinco proporcionaron datos de resultados primarios).
5. Actividad física general (ciclismo) (un estudio que proporcionó datos para la velocidad de caminata).
6. Entrenamiento informatizado del equilibrio mediante feedback visual (dos estudios, ninguno de los cuales proporcionó datos de resultados primarios).
7. Plataforma vibratoria utilizada como intervención (tres estudios, de los cuales uno proporcionó datos de resultados primarios).
8. Tipos múltiples de ejercicio (combinaciones de los anteriores) (43 estudios, de los cuales 29 proporcionaron datos para uno o más resultados primarios): prueba Timed Up & Go (DM -1,63 s; IC del 95%: -2,28 a -0,98 s; 635 participantes, 12 estudios); posición de pie en una pierna durante tanto tiempo como sea posible con los ojos abiertos (DM 5,03 s; IC del 95%: 1,19 a 8,87 s; 545 participantes, nueve estudios) y con los ojos cerrados (DM 1,60 s; IC del 95%: -0,01 a 3,20 s; 176 participantes, dos estudios); y la Berg Balance Scale (DM 1,84 puntos; IC del 95%: 0,71 a 2,97 puntos; 80 participantes, dos estudios).
Se informaron pocos eventos adversos, pero la mayoría de los estudios no controló ni informó eventos adversos.
En general, los programas más efectivos se ejecutaron tres veces a la semana durante tres meses e incluyeron ejercicios dinámicos en posición de pie.
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