Té verde para la prevención del cáncer

Antecedentes
Existe un alto consumo mundial de té verde (Camellia sinensis), que contiene polifenoles con una poderosa actividad antioxidante que puede prevenir la formación de radicales libres capaces de causar daño y muerte celular. Por lo tanto, se ha sugerido que el té verde podría reducir el riesgo de cáncer; esta teoría ha sido puesta a prueba a través de una serie de estudios en poblaciones humanas que investigaron la relación entre el consumo de té verde y el cáncer.

Objetivo de la revisión
Se evaluó la asociación entre el consumo de té verde y el riesgo de desarrollar cáncer en estudios epidemiológicos.

Principales hallazgos
Esta revisión incluyó 142 estudios con más de 1,1 millones de participantes en busca de una asociación entre el consumo de té verde y diferentes tipos de cáncer del aparato digestivo y del aparato reproductor femenino, de la mama, la próstata, el riñón y las vías urinarias, la nasofaringe, el pulmón, la sangre, la piel, la tiroides y el cerebro. La mayoría de los estudios fueron de calidad media a alta con relación a la forma en que se realizaron. En general, la evidencia de los estudios reveló que el consumo de té verde para reducir el riesgo de cáncer fue inconsistente.

Algunos estudios indicaron un efecto beneficioso en el riesgo de cáncer, mientras que otros no indicaron ningún efecto, e incluso sugirieron un aumento levemente mayor de riesgo de cáncer. En particular, los resultados de los estudios experimentales indicaron que la administración de suplementos de extracto de té verde produjo una disminución del riesgo de cáncer de próstata, aunque aumentó el riesgo de cáncer ginecológico. En el caso del cáncer de piel no melanoma, no hubo diferencias en los casos de cáncer. La administración de suplementos de té verde pareció mejorar ligeramente la calidad de vida en comparación con el placebo, aunque se asoció con algunos efectos adversos, como trastornos gastrointestinales, aumento de los niveles de enzimas hepáticas y, con menor frecuencia, insomnio, aumento de la presión arterial y reacciones cutáneas.

En estudios no experimentales, al comparar a las personas que consumían la mayor cantidad de té verde con quienes se encontraban en la categoría de consumo más bajo, se encontró un indicio de una menor incidencia de nuevos casos de todos los tipos de cáncer en conjunto, mientras que no se observó ninguna diferencia en los casos mortales. Sin embargo, los resultados según el tipo de cáncer y el diseño del estudio fueron contradictorios.

¿Cuáles son las conclusiones?
Hasta el momento no se ha demostrado que el consumo de té verde tenga un efecto beneficioso en la prevención del cáncer. Se recomienda precaución con respecto a la administración de suplementos con altas dosis de extractos de té verde, debido a los posibles efectos adversos.

Conclusiones de los autores: 

En general, los resultados de los estudios epidemiológicos experimentales y no experimentales arrojaron resultados incoherentes, por lo que la evidencia del efecto beneficioso del consumo de té verde sobre el riesgo general de cáncer o sobre localizaciones específicas del cáncer son limitadas.

Parte de la evidencia sobre un efecto beneficioso del té verde en ciertas localizaciones del cáncer surgieron de los ECA y de los estudios de casos y controles, aunque las restricciones metodológicas, como el escaso número y tamaño de los estudios y las incoherencias con los resultados de los estudios de cohortes, limitan la capacidad de interpretar las estimaciones del RR. Los estudios también indicaron la aparición de varios efectos secundarios asociados con el alto consumo de té verde. Además, la mayoría de los estudios incluidos se realizaron en poblaciones asiáticas caracterizadas por un alto consumo de té verde, lo que limita la posibilidad de generalizar los resultados a otras poblaciones. Para establecer conclusiones sobre los posibles efectos beneficiosos del consumo de té verde sobre el riesgo de cáncer se necesitarían ECA bien realizados y con una potencia suficiente.

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Antecedentes: 

Esta revisión es una actualización de una revisión previamente publicada en la Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas (Cochrane Database of Systematic Reviews) (2009, Número 3). El té es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo. Las variedades de té de la planta Camellia sinensis se pueden agrupar en té verde, té negro y té oolong, y los hábitos de su consumo varían de una cultura a la otra. La C. sinensis contiene polifenoles, uno de los subgrupos corresponde a las catequinas. Las catequinas son antioxidantes potentes, y los estudios de laboratorio han indicado que estos compuestos pueden inhibir la proliferación de las células cancerosas. Algunos estudios epidemiológicos experimentales y no experimentales han sugerido que el té verde podría tener efectos preventivos del cáncer.

Objetivos: 

Evaluar las posibles asociaciones entre el consumo de té verde y el riesgo de incidencia y mortalidad por cáncer como resultados primarios, y los datos de seguridad y la calidad de vida como resultados secundarios.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas de estudios elegibles hasta enero 2019 en CENTRAL, MEDLINE, Embase, ClinicalTrials.gov y en las listas de referencias de revisiones anteriores y estudios incluidos.

Criterios de selección: 

Se incluyeron todos los estudios epidemiológicos, experimentales (es decir, ensayos controlados aleatorizados [ECA]) y no experimentales (estudios no aleatorizados, es decir, estudios observacionales con un diseño tanto de cohortes como de casos y controles) que investigaron la asociación del consumo de té verde con el riesgo de cáncer o la calidad de vida, o ambos.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión aplicaron los criterios del estudio de forma independiente, extrajeron los datos y evaluaron la calidad metodológica de los estudios. Los resultados se resumieron según el diagnóstico del tipo de cáncer.

Resultados principales: 

En esta actualización de la revisión, se incluyó un total de 142 estudios finalizados (11 experimentales y 131 no experimentales) y dos estudios en curso. Se trata una cantidad adicional de diez estudios experimentales y 85 no experimentales, de los estudios incluidos en la versión anterior de la revisión.

Once estudios experimentales asignaron a 1795 participantes al extracto de té verde o al placebo, todos ellos revelaron una alta calidad metodológica general basada en la evaluación del «riesgo de sesgo». Para los casos nuevos de cáncer de próstata, el riesgo relativo (RR) resumido en los participantes que recibieron el suplemento de té verde fue de 0,50 (intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,18 a 1,36), según tres estudios con 201 participantes (evidencia de certeza baja). El RR resumido para el cáncer ginecológico fue de 1,50 (IC del 95%: 0,41 a 5,48; 2 estudios, 1157 participantes; evidencia de certeza baja). No surgió evidencia sobre el efecto del cáncer de piel no melanoma (RR resumido de 1,00; IC del 95%: 0,06 a 15,92; 1 estudio, 1075 participantes; evidencia de certeza baja). Además, se informó sobre los efectos adversos del consumo de extracto de té verde; entre ellos, trastornos gastrointestinales, elevación de las enzimas hepáticas y, con menos frecuencia, insomnio, aumento de la presión arterial y reacciones cutáneas/subcutáneas. El consumo de extractos de té verde indujo una ligera mejora en la calidad de vida, en comparación con el placebo, según tres estudios experimentales.

En los estudios no experimentales se incluyeron más de 1 100 000 participantes de 46 estudios de cohortes y 85 estudios de casos y controles, que en promedio tenían una calidad metodológica de intermedia a alta, según la evaluación del «riesgo de sesgo» de la escala de Newcastle-Ottawa. Al comparar el mayor consumo de té verde con el menor, se encontró una menor incidencia general de cáncer (RR resumido de 0,83; IC del 95%: 0,65 a 1,07), según tres estudios, con 52 479 participantes (evidencia de certeza baja). Por otro lado, no se encontró ninguna asociación entre el consumo de té verde y la mortalidad relacionada con el cáncer (RR resumido de 0,99; IC del 95%: 0,91 a 1,07), según ocho estudios y 504 366 participantes (evidencia de certeza baja).

Para la mayoría de los cánceres de localización específica se observó una disminución del RR en la categoría de mayor consumo de té verde en comparación la de menor consumo. Después de estratificar el análisis según el diseño del estudio, se encontraron resultados muy contradictorios para algunas localizaciones del cáncer: cáncer de esófago, de próstata y de las vías urinarias, y la leucemia mostró un aumento del RR en los estudios de cohortes y una disminución del RR o ninguna diferencia en los estudios de casos y controles.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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