Se examinó la evidencia acerca de los efectos de la aplicación de miel en la cicatrización de cualquier clase de herida. Se encontraron 26 estudios con 3011 pacientes con diferentes tipos de heridas. La miel se comparó con muchos tratamientos diferentes en los estudios incluidos.
Las diferencias en los tipos de herida y los comparadores hacen imposible extraer conclusiones generales acerca de los efectos de la miel sobre la cicatrización de la herida. La evidencia para la mayoría de las comparaciones es de calidad baja o muy baja. Lo anterior se debió en gran parte a que se cree que los problemas con el diseño de algunos de los estudios hicieron que los resultados fuesen poco fiables, y para muchos resultados sólo se dispuso de escasa información. En algunos casos, los resultados de los estudios variaron considerablemente.
Hay evidencia de calidad alta de que la miel cicatriza las quemaduras de espesor parcial más rápidamente (cerca de cuatro a cinco días antes) que los apósitos convencionales. Hay evidencia de calidad moderada de que la miel es más efectiva que los antisépticos seguidos de gasa para la cicatrización de las heridas infectadas después de las cirugías.
No está claro si la miel es mejor o peor que otros tratamientos para las quemaduras, las heridas agudas y crónicas mixtas, las úlceras por presión, la gangrena de Fournier, las úlceras venosas de las piernas, las heridas agudas menores, las úlceras del pie diabético y la leishmaniasis, debido a que la mayoría de la evidencia existente es de calidad baja o muy baja.
La evidencia está actualizada hasta octubre de 2014.
Es difícil establecer conclusiones generales con respecto a los efectos de la miel como un tratamiento tópico para las heridas debido a la naturaleza heterogénea de las poblaciones de pacientes y los comparadores estudiados y la calidad principalmente baja de la evidencia. La calidad de la evidencia se vio disminuida principalmente debido al riesgo de sesgo y la imprecisión. La miel parece cicatrizar las quemaduras de espesor parcial más rápidamente que el tratamiento convencional (que incluyó una película de poliuretano, gasa de parafina, gasa impregnada con soframicina, lino estéril y exposición de las quemaduras) y las heridas postoperatorias infectadas más rápidamente que los antisépticos y la gasa. Más allá de estas comparaciones, la evidencia sobre las diferencias en los efectos de la miel y los comparadores es de calidad baja o muy baja y no forma una base consistente para la toma de decisiones.
La miel es una solución de azúcar supersaturada y viscosa obtenida del néctar recogido y modificado por la abeja, Apis mellifera. La miel se utiliza desde la antigüedad como un remedio para tratar las heridas. La evidencia de estudios en animales y de algunos ensayos indica que la miel puede acelerar la cicatrización de heridas.
El objetivo de esta revisión fue evaluar los efectos de la miel en comparación con apósitos para heridas y tratamientos tópicos alternativos en la cicatrización de heridas agudas (p.ej., quemaduras, laceraciones) o crónicas (p.ej., úlceras venosas).
Para esta actualización de la revisión, se realizaron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Heridas (Cochrane Wounds Group) (búsqueda 15 de octubre de 2014); Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) (The Cochrane Library 2014, número 9); Ovid MEDLINE (1946 hasta la semana 1 de octubre de 2014); Ovid MEDLINE (In-Process & Other Non-Indexed Citations 13 de octubre de 2014); Ovid EMBASE (1974 hasta el 13 de octubre de 2014); y EBSCO CINAHL (1982 al 15 de octubre de 2014).
Se buscaron ensayos aleatorizados y cuasialeatorizados que evaluaron la miel como un tratamiento para cualquier tipo de herida aguda o crónica. No se impusieron restricciones en cuanto a la fuente, fecha de publicación o idioma. La cicatrización de la herida fue la variable principal de evaluación.
Un autor de la revisión extrajo y resumió los datos de los ensayos elegibles con una planilla de extracción de datos y un segundo autor los verificó de forma independiente. Todos los datos han sido posteriormente verificados por dos autores más.
Se identificaron 26 ensayos elegibles (total 3011 participantes). Tres ensayos evaluaron los efectos de la miel en heridas agudas menores, 11 evaluaron la miel en las quemaduras, 10 incluyeron a pacientes con diferentes heridas crónicas (dos en pacientes con úlceras venosas de las piernas), dos en pacientes con úlceras del pie diabético y ensayos individuales sobre heridas posoperatorias infectadas, lesiones por presión, leishmaniasis cutánea y gangrena de Fournier. Dos ensayos incluyeron a una población mixta de pacientes con heridas agudas y crónicas. La calidad de la evidencia varió entre diferentes comparaciones y resultados. La calidad de la evidencia se vio disminuida principalmente por el riesgo de sesgo, la imprecisión y, en algunos pocos casos, la inconsistencia.
Hay evidencia de alta calidad (dos ensayos, n = 992) de que los apósitos de miel cicatrizan las quemaduras de espesor parcial más rápidamente que los apósitos convencionales (DMP -4,68 días, IC del 95%: -5,09 a -4,28), aunque no está claro si hay una diferencia en las tasas de eventos adversos (evidencia de muy baja calidad) o de infección (evidencia de baja calidad).
Hay evidencia de calidad muy baja (cuatro ensayos, n = 332) de que las quemaduras tratadas con miel cicatrizan más rápidamente que las tratadas con sulfadiazina de plata (SSD, por sus siglas en inglés) (DMP -5,12 días, IC del 95%: -9,51 a -0,73) y evidencia de alta calidad de seis ensayos (n = 462) de que no hay ninguna diferencia en el riesgo general de cicatrización en seis semanas para la miel en comparación con SSD (RR 1,00; IC del 95%: 0,98 a 1,02), aunque se observó una reducción del riesgo general de eventos adversos con miel en relación con SSD. Hay evidencia de calidad baja (un ensayo, n = 50) de que la escisión temprana y el injerto cicatrizan las quemaduras de espesor parcial y total más rápidamente que la miel seguida del injerto según sea necesario (DMP 13,6 días, IC del 95%: 9,82 a 17,38).
Hay evidencia de calidad baja (dos ensayos, diferentes comparadores, n = 140) de que la miel cicatriza una población mixta de heridas agudas y crónicas más rápidamente que la SSD o los apósitos de azúcar.
La miel cicatrizó las heridas postoperatorias infectadas más rápidamente que los lavados antisépticos seguidos de gasa y se asoció con menos eventos adversos (un ensayo, n = 50, evidencia de calidad moderada, RR de cicatrización 1,69; IC del 95%: 1,10 a 2,61); úlceras de decúbito cicatrizadas más rápidamente que con la inmersión en solución salina (un ensayo, n = 40; evidencia de muy baja calidad, RR 1,41; IC del 95%: 1,05 a 1,90), y gangrena de Fournier cicatrizada más rápidamente que con la inmersión Eusol (un ensayo, n = 30; evidencia de muy baja calidad, DMP -8,00 días, IC del 95%: -6,08 a -9,92 días).
Los efectos de la miel en relación con los comparadores no están claros para: úlceras venosas de la pierna (dos ensayos, n = 476, evidencia de baja calidad); heridas agudas menores (tres ensayos, n = 213, evidencia de muy baja calidad); úlceras del pie diabético (dos ensayos, n = 93, evidencia de baja calidad); leishmaniasis (un ensayo, n = 100, evidencia de baja calidad); heridas crónicas mixtas (dos ensayos, n = 150, evidencia de baja calidad).
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