Muchos miles de personas mueren cada año debido a la intoxicación por plaguicidas organofosforados. La mayoría de las muertes se producen en los países en desarrollo. Los medicamentos conocidos como oximas se utilizan como parte del tratamiento estándar recomendado, aunque muchos médicos han referido que no parecen tener un efecto beneficioso. Esta investigación ha producido evidencia contradictoria. Muchos de los estudios tuvieron limitaciones importantes. Por lo general, los estudios realizados hasta la fecha no respaldan el uso sistemático de las oximas; sin embargo, no es posible excluir que haya algunas dosis o situación en las que se produzca un efectos beneficioso. Los autores de la revisión encontraron que no se han hecho suficientes estudios de investigación para determinar si las oximas son realmente efectivas, ni para definir las dosis que tienen más probabilidades de ser útiles. Es necesario realizar más estudios de investigación nantes de establecer conclusiones firmes.
La evidencia actual no es suficiente para indicar si las oximas son perjudiciales o beneficiosas. No se apoya el régimen recomendado por la OMS (bolo de 30 mg/kg de cloruro de pralidoxima, seguido de una infusión de 8 mg/kg/hora). Se necesitan ECA adicionales para examinar otras estrategias y regímenes. Hay muchas razones teóricas y prácticas por las que las oximas pueden no ser útiles, en particular para las presentaciones tardías de los organofosforados dimetilo y las que tienen un gran exceso de organofosforados que simplemente reinhiben las enzimas reactivadas. En estudios futuros se deberían examinar los subgrupos de pacientes que se podrían beneficiar y que podrían necesitar estrategias de dosis flexibles, ya que la efectividad clínica y las dosis pueden depender del tipo de organofosforados.
La intoxicación aguda por plaguicidas organofosforados causa decenas de miles de muertes cada año en el mundo en desarrollo. El tratamiento estándar consiste en la administración de atropina intravenosa y de oxima para reactivar la acetilcolinesterasa inhibida. Los médicos de muchas partes del mundo han cuestionado en los últimos 20 años la utilidad clínica de las oximas como la pralidoxima y la obidoxima.
Cuantificar la efectividad y la seguridad de la administración de oximas en pacientes con intoxicación aguda por plaguicidas organofosforados.
Se buscó en bases de datos en inglés y en chino: Registro Especializado del Grupo Cochrane de Lesiones, Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (The Cochrane Library), MEDLINE (Ovid SP), EMBASE (Ovid SP), ISI Web of Science: Science Citation Index Expanded (SCI-EXPANDED), ISI Web of Science: Conference Proceedings Citation Index-Science (CPCI-S) y las bases de datos en chino CNKI y WANGFANG. Todas las búsquedas se realizaron en septiembre 2009.
Los artículos que podrían ser ECA se recuperaron para determinar si eran aleatorizados.
La metodología publicada de tres ECA no fue clara. Se estableció contacto con los autores principales, pero no se obtuvo información adicional.
Se encontraron siete ECA de pralidoxima. Tres ECA con 366 pacientes estudiaron pralidoxima versus placebo y cuatro ECA con 479 pacientes compararon dos o más dosis diferentes. Estos ensayos encontraron resultados bastante dispares, con efectos del tratamiento que iban desde el efectos beneficioso hasta el daño. Sin embargo, en muchos estudios no se tuvieron en cuenta varias cuestiones importantes para los resultados. En particular, las características iniciales no estuvieron equilibradas, las dosis de oxima variaron ampliamente, hubo retrasos sustanciales en el tratamiento y no se tuvo en cuenta el tipo de organofosforado. Solo un ECA comparó las dosis recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con placebo. Este ensayo no mostró beneficios clínicos y una tendencia hacia el daño en todos los subgrupos, a pesar de la clara evidencia de que estas dosis reactivaron la acetilcolinesterasa en la sangre.
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