Pregunta de la revisión
Se examinó al evidencia acerca de la efectividad y la seguridad de los bifosfonatos para aumentar la densidad mineral ósea, reducir las fracturas y mejorar la función clínica en los pacientes con osteogénesis imperfecta. Ésta es una actualización de una revisión Cochrane publicada anteriormente.
Antecedentes
La osteogénesis imperfecta también se conoce como enfermedad de los huesos frágiles. Es una afección genética que se puede transmitir de padres a hijos u ocurrir en un niño sin antecedentes familiares. Un paciente afectado tiene riesgo de sufrir fracturas frecuentes de los huesos largos o colapso de los huesos de la columna vertebral. No hay cura para la osteogénesis imperfecta y el tratamiento es principalmente de apoyo.
Fecha de la búsqueda
La evidencia está actualizada hasta: 28 de abril 2016.
Características de los estudios
Esta revisión consideró los ensayos que estudiaron uno de los grupos de medicamentos conocidos como bifosfonatos, que se administran de manera más habitual para tratar la osteoporosis. Se administran en la osteogénesis imperfecta para tratar de reducir el número de fracturas óseas en los individuos afectados.
Se incluyeron 14 ensayos, y la mayoría no mostró una reducción importante de las fracturas en los individuos afectados cuando recibieron tratamiento con bifosfonatos.
Resultados clave
Cada ensayo mostró de forma independiente mejoras significativas en la densidad mineral ósea después del tratamiento con bifosfonatos orales o intravenosos. Los indicadores de dolor óseo, crecimiento y calidad de vida no se informaron con suficiente detalle y es necesario continuar los estudios de investigación sobre los efectos de este tratamiento. La efectividad y la seguridad a largo plazo de los bifosfatos, así como la dosis y la duración del tratamiento, requieren una evaluación prolongada
Calidad de la evidencia
La mayoría de los ensayos analizados fueron pequeños y no tuvieron el poder estadístico para mostrar una diferencia estadísticamente significativa en muchas medidas de resultado.
Los bisfosfonatos se les recetan de manera habitual a los pacientes con osteogénesis imperfecta. La evidencia actual, aunque limitada, demuestra que los bifosfonatos orales o intravenosos aumentan la densidad mineral ósea en niños y adultos con esta afección. No se demostró que fueran diferentes en cuanto a su capacidad para aumentar la densidad mineral ósea. No está claro si el tratamiento con bifosfonatos por vía oral o intravenosa disminuye de manera consistente las fracturas, aunque múltiples estudios lo informan de manera independiente y ningún estudio informa de un aumento de la tasa de fracturas con el tratamiento. Los estudios aquí incluidos no muestran que los bifosfonatos mejoren de manera concluyente el estado clínico (reducción del dolor; mejora del crecimiento y la movilidad funcional) en pacientes con osteogénesis imperfecta. Debido a su uso actual generalizado y a que se espera que se sigan administrando, es preciso continuar los estudios de investigación sobre el método óptimo, la duración del tratamiento y la seguridad a largo plazo del tratamiento con bifosfonatos. Además, se debe prestar atención a la reducción de las fracturas a largo plazo y a la mejora de los indicadores de la calidad de vida.
La osteogénesis imperfecta es causada por un defecto genético que da como resultado una matriz ósea de colágeno anormal de tipo I, que típicamente provoca múltiples fracturas con poco o ningún trauma. Los bifosfonatos se administran en un intento de aumentar la densidad mineral ósea y reducir estas fracturas en pacientes con osteogénesis imperfecta. Ésta es una actualización de una revisión Cochrane publicada anteriormente.
Evaluar la efectividad y la seguridad de los bifosfonatos para aumentar la densidad mineral ósea, reducir las fracturas y mejorar la función clínica en los pacientes con osteogénesis imperfecta.
Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Fibrosis Quística y Trastornos Genéticos (Cochrane Cystic Fibrosis and Genetic Disorders Group), que comprende referencias identificadas por búsquedas exhaustivas en bases de datos electrónicas, búsquedas manuales en revistas pertinentes y en libros de actas de congresos. Además, se buscó en PubMed y en las principales actas de congresos.
Fecha de la búsqueda más reciente en el Registro de Ensayos sobre Errores Congénitos del Metabolismo del Grupo Cochrane de Fibrosis Quística y Enfermedades Genéticas (Cochrane Cystic Fibrosis and Genetic Disorders Inborn Errors of Metabolism Register: 28 de abril 2016.
Ensayos controlados aleatorizados y cuasialeatorizados que compararon los bifosfonatos con placebo, ningún tratamiento o intervenciones de comparación en todos los tipos de OI.
Dos autores de la revisión de forma independiente extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de los ensayos incluidos.
Se incluyeron 14 ensayos (819 participantes). En general, los ensayos tuvieron bajo riesgo de sesgo, aunque el informe selectivo fue un problema en varios de ellos. No fue posible agregar los datos de los bifosfonatos orales versus placebo; en dos ensayos se observó una diferencia estadísticamente significativa que favoreció a los bifosfonatos orales en cuanto a la reducción del riesgo de fractura y el número de fracturas. No se informaron diferencias en los tres ensayos restantes que comentaron sobre la incidencia de fracturas. Cinco ensayos informaron datos sobre la densidad mineral ósea de la columna vertebral; todos encontraron un aumento estadísticamente significativo de las puntuaciones z de la densidad de la columna lumbar para al menos un punto temporal estudiado. Para los bifosfonatos intravenosos versus placebo, los datos agregados de dos ensayos no mostraron ninguna diferencia estadísticamente significativa para el número de participantes con al menos una fractura (riesgo relativo 0,56; intervalo de confianza del 95%: 0,30 a 1,06). En el otro ensayo no se observaron diferencias significativas en la incidencia de fracturas. En cuanto a la densidad mineral ósea de la columna vertebral, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en los datos agregados de dos ensayos (diferencia de medias 9,96; intervalo de confianza del 95%: -2,51 a 22,43). En el otro ensayo una diferencia estadísticamente significativa en la media del cambio porcentual de las puntuaciones z de la densidad mineral ósea de la columna vertebral favoreció a los bifosfonatos intravenosos a los seis y 12 meses. Los datos que describen el crecimiento, el dolor óseo y los resultados funcionales después del tratamiento con bifosfonatos orales o intravenosos, o ambos, en comparación con placebo, fueron incompletos en todos los estudios, pero no muestran mejoras consistentes en estos resultados. Dos estudios compararon diferentes dosis de bifosfonatos. No se encontraron diferencias entre las dosis cuando se evaluó la densidad mineral ósea, las fracturas y la puntuación z de la talla o la longitud. Un ensayo comparó bifosfonatos orales versus intravenosos y no encontró diferencias en cuanto a las medidas de resultado primarias. Dos estudios compararon los bisfosfonatos intravenosos ácido zoledrónico y pamidronato. No hubo diferencias significativas en cuanto al resultado primario. Sin embargo, los estudios discrepan en cuanto al beneficio relativo del ácido zoledrónico sobre el pamidronato para la densidad mineral ósea lumbosacra a los 12 meses.
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