La esquizofrenia es una enfermedad mental debilitante que afecta aproximadamente al 1% de la población mundial.
Los pacientes que presentan esquizofrenia a veces pueden presentar una recaída de su enfermedad y pueden requerir hospitalización. Las incidencias de recaída se pueden exacerbar debido al cumplimiento deficiente con la medicación; a menudo una consecuencia de los efectos adversos asociados con los fármacos antipsicóticos.
La risperidona y la olanzapina se encuentran entre una clase de fármacos antipsicóticos comúnmente conocidos como antipsicóticos atípicos o fármacos de nueva generación. Se evaluaron sistemáticamente los efectos de la risperidona en comparación con la olanzapina para los pacientes con esquizofrenia y enfermedades similares a la esquizofrenia. Se pudieron incluir 16 estudios: Ambos fármacos parecen tener efectos favorables en cuanto a la mejoría de los síntomas. Ambos fármacos también se asocian con efectos adversos. La risperidona se asocia frecuentemente con trastornos del movimiento y disfunción sexual, y la olanzapina, con un aumento de peso considerable.
A partir de los estudios evaluativos, se sabe muy poco de los efectos de estos fármacos con respecto a los resultados de los servicios, el funcionamiento general y los comportamientos, la participación en los servicios y la satisfacción con el tratamiento. En general, hubo una alta tasa de desgaste en los ensayos y parece haber pocos elementos para diferenciar entre la risperidona y la olanzapina, excepto en los temas de efectos adversos. Ambos fármacos se asocian con una reducción de los síntomas psicóticos, pero ambos suelen causar efectos adversos desagradables.
Los fármacos antipsicóticos son el tratamiento principal para la esquizofrenia. La risperidona y la olanzapina son opciones populares entre los fármacos de nueva generación.
Determinar los efectos clínicos, la seguridad y la relación coste-efectividad de la risperidona en comparación con la olanzapina para el tratamiento de la esquizofrenia.
Se realizaron búsquedas en el registro del Grupo Cochrane de Esquizofrenia (Cochrane Schizophrenia Group) (septiembre de 2005), que se basa en búsquedas regulares en, entre otros, BIOSIS, CENTRAL, CINAHL, EMBASE, MEDLINE y PsycINFO. Se revisaron las listas de referencias de todos los estudios identificados en busca de más ensayos. También se estableció contacto con las compañías farmacéuticas pertinentes para obtener información adicional.
Se incluyeron todos los ensayos clínicos aleatorizados que compararon la risperidona con la olanzapina para la esquizofrenia y psicosis similares a la esquizofrenia.
Se extrajeron los datos de forma independiente. Para los datos dicotómicos homogéneos, se calcularon, según el modelo de efectos aleatorios, el riesgo relativo (RR), los intervalos de confianza (IC) del 95% y, cuando correspondía, el número necesario a tratar (NNT) / número necesario para dañar (NND) sobre una base por intención de tratar (intention to treat). Para los datos continuos, se calcularon las diferencias de medias ponderadas (DMP).
No se encontraron diferencias para la variable de resultado "sin cambio o peor" a corto plazo (n = 548, dos ECA; RR 1,00; IC: 0,88 a 1,15). Un estudio favoreció la olanzapina para el resultado de la recaída/rehospitalización a los 12 meses (n = 279; un ECA; RR 2,16; IC: 1,31 a 3,54; NND 7; IC: 3 a 25). La mayoría de los datos del estado mental mostraron la misma efectividad para los dos fármacos (n = 552, dos ECA; RR "sin disminución <20% en la PANSS a las ocho semanas" 1,01; IC: 0,87 a 1,16). Ambos fármacos suelen causar eventos adversos: El 75% de los que recibieron cualquiera de los fármacos experimentó un evento adverso; el 20% síntomas anticolinérgicos; ambos grupos experimentaron insomnio aunque fue más frecuente con la risperidona (n = 1588; cinco ECA; RR 1,41; IC: 1,15 a 1,72; NND 15; IC: 9 a 41); aproximadamente el 30% experimentó somnolencia (n = 1713; seis ECA; RR 0,92; IC: 0,79 a 1,07). Los pacientes que recibieron cualquiera de los fármacos a menudo presentaron algunos síntomas extrapiramidales (n = 893; tres ECA; RR 1,18; IC: 0,75 a 1,88); el 25% de los pacientes que utilizaron risperidona necesitaron medicación para aliviar estos síntomas (n = 419; dos ECA; RR 1,76; IC: 1,25 a 2,48; NND 8; IC: 4 a 25). Los pacientes asignados a la risperidona tuvieron menos probabilidades de aumentar de peso en comparación con las que recibieron olanzapina y el aumento de peso fue a menudo considerable y de inicio rápido (n = 984; dos ECA; RR: aumento de más del 7% de su peso inicial a corto plazo 0,47; IC: 0,36 a 0,61; NND: 7; IC: 6 a 10). Los participantes con risperidona tuvieron menos probabilidades de abandonar el estudio debido a los efectos secundarios metabólicos y al aumento de peso en comparación con la olanzapina (n = 667; un ECA; RR 0,19; IC: 0,08 a 0,45). Los pacientes que recibieron risperidona tuvieron mayores probabilidades de experimentar eyaculación anormal (n = 370; dos ECA; RR 4,36; IC: 1,38 a 13,76; NND 20; IC: 6 a 176). Ambos fármacos se asocian con altas tasas de desgaste; a largo plazo, los hallazgos consistentes muestran que el 66% de los asignados a la risperidona abandonaron el estudio antes de tiempo en comparación con el 56% que recibieron olanzapina (n = 1440; cinco ECA; RR 1,17; IC: 1,08 a 1,27; NND 11; IC: 7 a 23).
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